La chica del bar 4

Capítulo 32

Narra Emily:

Sus manos frotan mi pecho una y otra vez mientras me besa apasionadamente,mis manos aprietan su cintura y noto como sus piernas se envuelven en mis caderas, aprisionandome,haciéndome suya y lloro, lloro por el simple hecho de recordar.

Aqui estoy en el baño pasando mis manos por la canilla mientras escucho que golpean la puerta. No puedo dejar de pensarla, de imaginarla conmigo y me da rabia tener que estar lejos de sus ojos,sus manos y su cuerpo que es tan perfecto cuando esta con el mío.

_¡Por favor Emily ya sal del baño!_ Exclamó alterada Mariana y abrí la puerta de golpe.

Sus ojos me recorrieron y luego tomo mi rostró sudado.

_¿Te estuviste drogando o bebiste?_ Preguntó incesante y la hice a un lado mientras me alejaba con pasos apresurados.

Me metí a la habitación y luego busque dentro de mi bolso las copias de la llaves que tenía de la casa y sin darle atención me salí a tiempo de que me dijera alguna otra cosa.
Me subí al auto y cerré la puerta, encendí el motor y luego dejé mi nuevo hogar. Tenía que buscarle una solución a todo éste problema,cueste lo que me cueste.
Como ya era de noche me metí por la casa del vecino y llegué al jardín trasero de nuestra casa, abrí una ventana con lentitud y luego de terminar de husmear en el interior metí todo mi cuerpo hasta estar dentro. Caminé sin hacer presión en el piso de madera y luego llegué a nuestra habitación, como sabia que ella le ponia llave a la puerta decidí por sacar mis copias y tratar de abrirla,cuando lo hice me metí y cerré de nuevo con llave.

Y ahi la ví, estaba dormida estando boca abajo, tenía un short de tela suave color celeste, y una blusa de tirantes ajustada. Me fui moviendo en la oscuridad hasta lograr quedar bajo la luz de la luna, podía apreciar como era su respiración tranquila, su cabello estaba recién lavado y con su olor típico de manzanas.
Me acerqué a la cama y así como estaba me acosté despacio a su lado, apoyé la cabeza en la almohada y suspiré mientras pasaba un dedo sobre su brazo, la oí quejarse y se movió hacia el costado. Giró su cabeza y luego se limpió las babas que le caían del mentón para luego lentamente abrir los ojos y llevarse la sorpresa que la estaba mirando fijamente.
Tardó en despertarse del todo y luego se levantó de golpe y se alejó hasta ponerse contra la pared,su respiración estaba alterada y me cubri los ojos cuando encendió el velador de mesa.

_¡Por un carajo!¿qué haces en mi casa?_Chilló en tono bajo y me senté en la cama.
_Solo venía a hablar contigo, quiero arreglar las cosas entre nosotras, amor no puedo vivir sin tí_ Respondí con nervios mientras movía las manos y ella se agarró de la cabeza.
_No hay nada que arreglar,entiende de una maldita vez que lo nuestro no puede ser. Has arruinado todo lo que teníamos, todo lo valioso lo tiraste a la basura por una simple calentura_Soltó furiosa mientras me señalaba y mi ceño se arrugó.
_No quieres darme una oportunidad pero a Hannah sí, ¿verdad?, qué rápido me has cambiado_Comenté sonriente y ella se cubrió el rostro con una mano.
_No tengo que darte explicaciones de nada, y me importa una mierda lo que piensas sobre mi relación con ella_ Acotó furiosa y en un segundo estaba arrinconandola contra la pared mientras apretaba sus brazos.
_Te prohibo verte con ella,no me hace gracia que esté a tu lado. Solo yo puedo mirarte, solo yo puedo besarte y hacerte mia como te gusta_Susurré en su oído y ella empezó a sollozar mientras intentaba soltarse.
_Ya basta con tus malditos celos enfermos, tú no me vas a prohibir estar con alguien o hablarle,ya no más_Gruñó mirándome a los ojos y luego sentí una descarga eléctrica en mi brazo, caí al suelo paralizada y comencé a apretar los dientes mientras veía todo borroso.
Ella se agachó y luego miró su reloj detenidamente, apretó un botón y de allí salió una luz brillante. Su mano apretó mi rostró y noté su aliento a dentrifico .

_Me he comprado éste aparatito para defensa personal, no me obligues a comprarme un arsenal porque te juro que a la próxima te castro_Dijo en tono angustioso y me reí por la situación.

Ella esperó a que se me fuera el efecto y luego como pude me levanté y salí de la habitación dando a los tumbos. Me fui acercando a la puerta y luego ella de una patada en el culo logró despedirme de la entrada. Cerró la puerta con llave y me recibió una noche estrellada, donde se oían los grillos y algunos ladridos de perros vecinos.

....

Me miré al espejo y noté como mis pupilas estaban dilatadas, tenía una marca de uñas en mi cuello que dolían, pero no recuerdo haber sentido sus dedos apretar mi cuello, en mi muñeca tenía una quemadura y supe que era a causa del choque eléctrico que ese reloj funcional me había hecho.
El odio crecía en mi interior más y más y solo quería vengarme de una persona, creo que tendré que darle un susto un día de estos, claro si antes no me aparece una tercera que me nubla la mente cada vez que abre la boca para hablar.