Capítulo 39

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Acomodé al bebé en mi pecho y me entretuve en mirar a todas las personas que habían en el aeropuerto, los niños se sostenían de mi chaqueta y luego mis ojos se iluminaron al ver salir de una puerta a Daniel, quien venia cargando un bolso negro. Por su cara intuí que estaba decepcionado que Natalia no esté para recibirlo,pero me abrazó igual.
Abrazó a sus hermanos y luego alzó a la pequeña hermanita que solo me hace recordarla a ella, sus gestos y su sonrisa me hace recordar que Mónica jamás se fue y tampoco se irá.

_¿Dónde está mamá?_ Preguntó él en tono nervioso y suspiré mientras acomodaba la mantita del bebé sobre su espalda.
_Es una larga historia,mejor vamos a casa y te pongo al tanto de las cosas_Respondí sin importancia de que los niños le estén jalando la ropa a Daniel.

....

Una hora más tarde,luego de haber acabado de almorzar estabamos él y yo a solas en la sala de estar, unas tazas de café nos aguardaban encima de la mesa y realmente estaba buscando la manera de decirselo.

_¿Y bien?, ¿dónde está mi madre?_ Preguntó Daniel esta vez asustado y me giré mientras apretaba mi tabique.
_Ella agarró sus cosas y se largó de la casa, me dejó con todo y no le importó en absoluto mis sentimientos. Oh y otra cosa...yo tambien soy tu madre,no te olvides jamás de eso_ Contesté entre dientes y me quedó viendo horrorizado.
_Ella jamás haría una cosa así, ama mucho a mis hermanos y se que tampoco abandonaría a un bebé recién nacido, no puede ser_ Comenzó a decir angustiado y sollozó mientras sus lágrimas bajan por su rostro_ no entiendo el motivo.

Me acerqué y luego me senté a su lado, tomé una cuchara y serví azúcar en la taza para luego empezar a revolver con ansías.

_Tampoco creí que lo hiciera,pero ya vez no es solo más que una caprichosa, siempre me dio problemas. ¡Desagradecida!_Solté burlista notando como luego un puñetazo daba en mi mentón haciendome caer al suelo atontada.
_¡Deja de hablar de mi madre de esa forma, seguro fuiste tu la que la obligó a irse,yo sé que ella va a regresar y yo la conozco mejor que nadie. Escúchame bien Emily,me importa un carajo quien seas en mi vida,pero te juro que yo ya te perdí el respeto el día que nos abandonaste a mis hermanitos y a mi!_Exclamó furioso mientras me señalaba y gruñí.
_olvídate de que seguiré pagando la Universidad_Comenté divertida y el se giró a verme sorprendido.
_De acuerdo,me importa una mierda en este momento el fútbol, ahora lo que importa es el bienestar de mis hermanos, ya que no puedes hacerte cargo de ellos_ Soltó molesto mientras apretaba los puños y me levanté del suelo aún atontada.
_Sí que puedo_Afirmé con autoridad y él empezó a reírse.
_¿De verdad?, todavía me acuerdo cuando hiciste un hueco en la pared de mi habitación para guardar las inyecciones y drogas solo para que mamá no se diera cuenta. Se te nota a distancia que volviste a ser una borracha y no falta mucho para que recaigas en las drogas_ Dijo él sonriente y me froté la frente tratando de articular alguna palabra pero no me salía.

<No debi poner wisky en mi café>

Como no dije nada él se volteó y me dejó sola pensando en todo y al mismo tiempo en nada. Me rasqué la nuca y luego me puse la chaqueta.
Estaba en desacuerdo con todo lo que estaba pasando en mi día a día pero solo me quedaba una sola cosa por hacer, creo que no pasaría nada malo si por unas horas dejaba al bebé al cuidado de su hermano.

Me metí a la cocina y vi a Daniel preparando la leche en la mamadera.

_Voy a salir un rato, cuida de tu hermano ¿quieres?_solté algo nerviosa y él no se giró a verme.

Me ignoró y empezó a sacudir la mamadera seguramente para bajar el azúcar al fondo.
Limpie mi nariz y azoté la puerta una vez fuera de la casa, decidí caminar unas cuantas cuadras,despues de todo necesitaba calmar mis pensamientos y su casa no estaba tan lejos. Después de haberme caminado las siete cuadras llegué a su casa, una muy pintoresca, de color rojo y azul con un árbol gigante en el patio de entrada.

Golpeé la madera y aguardé mientras me abría un poco la chaqueta que ya me había ayudado en entrar en calor,suspiré y luego la puerta se abrió dejando ver a una Mariana enojada.

_¿Qué quieres?_Preguntó entre dientes y relamí mis labios algo nerviosa.
_Vengo a pedir disculpas, estabas en lo cierto....no debi alejarme de ti y en verdad quiero arreglar todo_Respondí angustiada viendole como achinaba los ojos algo confusa y desconfiada.

no debi alejarme de ti y en verdad quiero arreglar todo_Respondí angustiada viendole como achinaba los ojos algo confusa y desconfiada

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La chica del bar 4 Where stories live. Discover now