Capítulo 46

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NARRA EMILY:

Llevaba sudando hace horas y tenía esas ganas de gritarle a mi reflejo. Porque era horrible verme de ésta manera, me sentía despreciable pero en el fondo estaba segura de lo que haría.
Salí del baño y caminé por el pasillo hasta entrar en la sala de estar. Ahí estaba mi abogado y Mariana viendome sorprendidos.

_¡Quiero que le quites la custodia, me importa un carajo cuanto cueste, el dinero me sobra y pienso darte lo que quieras!_ Exclamé furiosa viendo como Mariana se levantaba del sillón y se acercaba.
_No por favor, no le hagas eso a Natalia, no se merece perder a sus hijos_ Pidió asustada mientras apoyaba sus manos en mi pecho y la quede mirando con enojo.
_Pero yo si lo merezco ¿cierto?, quiero que me dejes tomar las decisiones a mi_ Respondí tajante y ella se alejó mientras se frotaba la nuca.

Miré nuevamente al abogado que saboreaba la porción de pastel de chocolate y cruzamos miradas.

_Solo has lo que te pedí_ Mandé segura y más calmada y recibí un cachetazo.

Mariana se había acercado tan rápidamente que no pude atajar ese golpe que me dejó la mejilla adolorida.

_Si haces eso te juro que me pierdes para siempre y lo peor de todo es que no vas a conocer a tu hijo_ Susurró de cerca e hice una mueca.
_De seguro te has acostado con alguien más, tengo una cierta desconfianza en todo esto que me está pasando_ Respondí furiosa y ella esbozó una sonrisa.
_No puedo creer lo que dijiste...de verdad que me has decepcionado_Dijo Mariana con los ojos aguados y luego escupió en mi rostro.

Cerré los ojos y suspiré mientras me quitaba la saliva con algo de brusquedad. Escuché que azotó la puerta al irse y me senté en unos de los sillones. Me serví wisky en un vaso de vidrio y luego le di un sorbo mientras pensaba en todo y a la vez en nada.

_Deberías pensar mejor las cosas....las pruebas pueden ponerse en tu contra, ella tendrá sus razones y su defensa para cuando ataquemos por la vía de juicio. Te propongo mejor dejar todo como está y olvidarte del tema_Empezó a decir el abogado y lo oí suspirar_ A lo mejor un día Natalia te perdona y te deja ver a los chicos.

Sonreí y limpie mis lágrimas mientras miraba hacia mi pantalón de vestir ahora arrugado y sucio por haberme caído borracha en un charco de agua estancada.

_ Natalia va a pagar caro todo lo que me hizo, no soporto la ídea de que se haya llevado a los niños sin mi consentimiento. Es por eso que te estoy contratando para que arregles ese hecho. O me veré obligada a cambiar de abogado tan rápido como chasquee los dedos_ Dije eufórica y tal vez un poco consciente de lo que aquí ocurrirá en horas.

Vi como se levantó del sillón y arrancó un cheque de su libreta favorita. Lo tiró encima de la mesa y lo fulminé con la mirada.

_Te devuelvo tu puto dinero, renuncio a ésta locura_ Soltó sin miramientos y se largó de la sala de estar.

Me serví otro trago y miré hacia el techo, de la cual colgaba una hermosa lámpara.
.....

Gracias al gps de mi celular me fui guiando a través del lago, fueron varios kilómetros lo que conducí con la canoa y creo que varias veces quise parar a vomitar, pero hacía esfuerzo en no hacerlo.
Una vez que vi el muelle, lo até a un tronco y miré asombrada la gran casa en donde ellos ahora estaban viviendo, una hermosa cabaña con ventanas de cristal le hacia lucir amplia y pulcra. El contraste que hacía con el verde del bosque era precioso y me encaminé hacia la puerta de entrada. Intenté abrirla pero estaba cerrada con llave. Miré hacia el interior pero allí no habia nadie.
Caminé por el lado trasero de la casa y me quede viendo por la ventana en donde dejaba salir una luz llamativa.
Ahi dentro había una mujer muy conocida para mi, su gran sonrisa y sus manos estaban hechizadas por una tipa algo desagradable para mi. Las dos estaban sentadas en el sillón y estaban bebiendo vino en una de esas copas que le regalé en Navidad, se acariciaban y Hannah le hablaba al oído seguramente de algo privado por como reaccionaba Natalia diría que era algo importante y sensual.
Ella solo sonreía y jugaba con sus dedos encima del cuello de su compañera y mis ojos ardieron.
De pronto se levantaron del sillón y se metieron a una habitación, las seguí y me quedé mirando por otra ventana toda la situación.
Besos fueron y vinieron mientras veía como Hannah le desabrochaba la camisa con sutileza y tambien admiraba los gestos de Natalia que disfrutaba de la situación.
Hablaban y luego siguieron besándose con pasión hasta que las vi caer en la cama, se acariciaron y mis ojos se abrieron grande cuando noté la mirada de Natalia hacia la ventana.

Me alejé y caminé de nuevo hacia el muelle y me quede en el borde tratando de calmar mi respiración y tal vez mi enojo.
De pronto escuché unas pisadas húmedas y me giré para ver a Natalia que se acercaba algo furiosa, sin importarle que llevaba la camisa desabrochaba y dejaba ver su sostén color crema, el que me gusta verle usar.
Me empujó con fuerza y caí al agua.

_¡Déjame en paz!_ Gritó entre dientes y tosí por haberme tragado algo de agua.

_¡Déjame en paz!_ Gritó entre dientes y tosí por haberme tragado algo de agua

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La chica del bar 4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora