Capitulo 42

397 30 24
                                    

Tenia sus manos recorriendo mi cuerpo mientras que yo la besaba con urgencia, mi cabello estaba algo desarreglado pero no me importo nada desde que llegue a la casa. Con ella me puedo sentir mas tranquila y escuchada, solo que en mi cabeza aun rondaba la idea de que quizás mi esposa se esté acostando con alguien y me da rabia. Vuelvo a tomar el celular y esta vez la llamo, suena una y otra vez pero nadie atiende y gruño a la pantalla cuando me siento ignorada.

En este momento me encuentro sentada en la punta de la cama y veo dormir a Mariana, envuelta en sabanas plateadas. Afuera hace frío, pero no nos importa que la ventana este un poco abierta, mis oídos se llenan del sonido que el búho hace arriba de un árbol y parpadeo al notar que el celular vibra arriba de la mesa de luz. Me levanto para tomarlo y visualizo que es Natalia la que me está llamando. Acepto la llamada y salgo de la habitacion mientras el aparato esta apoyado en mi oreja.

_ Pasaron meses del día que te fuiste. ¿En donde carajos estas?_ Pregunte furiosa y un suspiro se oyó como respuesta.

_En este momento estoy terminando un Tour por Rusia, exactamente visitando Kitay-górod, conociendo La Plaza Roja..... en fin ¿sabes qué?, me sorprende demasiado lo que has estado haciendo con tu familia. Es increíble como se te acaba el amor tan rápido, en unas semanas vas a recibir un regalo estupendo y por favor, cuando te enteres de aquello no vayas a querer matarme a mensajes porque pienso cambiar el número para que no me hostigues. Solo mis hijos van a tener acceso a mi_ Respondió Natalia en tono molesto y sonreí mientras miraba por la ventana.

_No te conviene meterte conmigo, recuerda que dinero aun me sobra y puedo poner a un juez en tu contra,escúchame bien Nat, vas a tomar el puto avión y vendrás a casa. Te quiero ver mañana mismo o juro por Dios que voy a hacerte pasar el peor momento de tu vida_ Dije angustiada mientras tiraba de mi cabello haciéndome doler.

_El peor momento ya lo sufrí ¿sabes?, eso aprendí conviviendo contigo, y que impusieras el miedo y el dolor me dejo marcas. No vengas a querer amenazarme porque esta llamada está siendo grabada. Quería que todos sepan cuan mal tratadora eres conmigo_ Respondió con la voz cansada y gruñí mientras estrellaba el teléfono contra la pared.

Quedé agitada viendo como se largaba una tormenta y me puse un buzo blanco, le siguió una chaqueta de cuero y luego salí de la casa mientras buscaba en mi bolsillo las llaves de la moto, cuando las encontré las puse en la ranura y encendí el motor, me subí y así sin casco decidí por irme de aquella casa que tiene Mariana cerca de la ruta nueve.

La lluvia me impedía ver, pero no me importaba nada. El dolor en el pecho era mas fuerte, el dolor de perderle era inconfundible y mis ojos se abrieron grande cuando unas luces me encandilaron y la bocina de un camión era lo ultimo que escuchaba.

Rode en el suelo varias veces y sentí como mi boca sangraba, me levanté algo atontada y en la oscuridad fui subiendo la colina, me fui acercando a las luces azules y rojas parpadear. Vi humo negro, también una rueda desencajada, caminé un poco más y mi moto estaba destrozada, y me vi tirada a un lado de la carretera. Cubrí mi boca cuando noté que los policías se acercaban para mirar de cerca y me cubrí el rostro al sentir mareo.

-----

Me sentía sucia y cansada pero al mismo tiempo estaba nerviosa, quería saber que había pasado exactamente conmigo. No dejo de ver personas pasar, hablarse entre si y contarse alguna tontería que les hace reír, pero aquí estoy firme desde hace horas, o días no lo se. Perdí la noción del tiempo y me levanto cuando noto a una mujer caminar por el pasillo, se acerca a recepción y habla con una de las chicas que visten de celeste. Una le acompaña hacia la puerta marrón y luego le explica lo que debe hacer y lo que no, ya que deben tener recaudo.

Me acerco y reconozco que es Natalia, pero no está en lo mas mínimo asustada o triste, pareciera que intenta ocultar sus sentimientos y la sigo cuando entra en la habitacion. Abre las cortinas un poco y miro con horror mi reflejo. Estoy acostada en la cama, con la cabeza vendada, el ojo morado y una pierna enyesada. Ella se pone a mi lado y pone las manos en el colchón mientras me mira fijamente, sus ojos se aguan y luego se cubre la boca mientras algo piensa y no evito asustarme al ver como una de las enfermeras se acercan para hablarle. Natalia se sienta en la silla y junta sus manos mientras escucha el veredicto.

"Tiene Traumatismo craneoencefálico y no sabemos cuando despertara del coma"

La chica del bar 4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora