Capítulo 30

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"Tranquilízate"

Me fui acercando a la puerta y la abri viendo como Emily me iba ayudando a entrar mientras me tomaba de la cintura. Yo sabía que algo de todo esto estaba muy mal, sabía que cuando la miraba a los ojos realmente no estaba conmigo.
Supe entender que ella ya no me amaba,supe tambien que alguien ocupada su corazón y no era yo. Después de todo no puedo retener a nadie a mi lado, tengo que buscar una solución.
Una vez que me senté en la silla salieron de la habitación los gemelos y corrieron hacia donde me encontraba, los abracé y llené de besos escuchando sus risas.

_Mami te extrañamos_ Dijeron al mismo tiempo y sonreí mientras acariciaba sus mejillas.
_Tambien yo los he extrañado_Respondí sonriente y los abracé con fuerza.

De pronto vi como se acercó Francesca y me entregó un cartelito de color celeste, tenía un dibujo de nuestra familia y no evité que mis ojos se llenaran de lágrimas.

_ ¡Eres una artista Francesca Fernández!_ exclamé divertida y ella sonrió mientras pasaba sus manitos en mi cuerpo para abrazarme.

Acaricié su cabello y luego besé su frente antes de verla correr hacia las escaleras. Subió a su habitación y luego mire como Emily se acercaba a los niños.

_Mamá necesitaba descansar,¿ por qué no eligen una película y la vemos juntos?_Les preguntó seriamente y los gemelos asintieron mientras se mordían los labios.

Cuando los vi meterse a la habitación decidí por levantarme de la silla y caminar hacia mi habitación, mía ya que no pensaba compartirla con ella. Me fue ayudando con algo de temor de que me cayera y me senté en un sillón que daba vista hacia la ventana.
Afuera la calle estaba tranquila y la gente pasaba de vez en cuando con sus hijos, y había parejas felices de todo tipo.

_Nat yo quería decirte que....que en verdad lamento todo esto, soy una imbécil con título y te prometo que voy.._Empezó a decir Emily y suspiré.
_Realmente no te quiero oir, estoy agotada de oír una y otra vez el mismo vinílo ¿sabes?, lo que ahora quiero es que agarres tus cosas y vayas a dormir a otra parte. No me interesa si descansas en el sillón de una amiga o una amante, me importa una mierda como lo hagas solo déjame en paz_ Comenté entre dientes mientras la veía a los ojos.

Vi como sus puños se apretaban y su rostro se enrojecía, sus ojos estaban oscuros y supongo que mientras se acercaba con lentitud iba repitiendo algo en voz baja.
Levanté la cabeza y mantuve el contacto visual, de repente se agachó y debajo de mis piernas tomó sus zapatos preferidos, se levantó y tomó algunas camisas del placard, blusas ajustadas y tambien sus jeans oscuros que siempre me ha encantado verle usar. Todo lo guardó en su bolso y luego me quedó viendo con ojos llorosos.
Le di la espalda y admiré el cielo hermoso que había, algunos pajaritos cantaban en una de las ramas del árbol y suspiré cuando oí la puerta siendo azotada con violencia.
Escuché el motor del auto encenderse y miré por la ventana que ella ahí dentro se estaba maquillando, poniéndose linda para alguien y ese alguien no era yo.
Pero creo que dejó de importarme el día que me prohibió ser feliz, porque no podía estar hablando con alguien sin que ella tuviera los ataques de celos y no hablemos de los mensajes a cada minuto preguntando que es lo que andaba haciendo y en donde me encontraba.

Me levanté despacio y caminé hacia la habitación de mis hijos,una vez que entré a la habitación los vi a los tres acostados en la cama y cubiertos con la manta mientras comían galletitas. Estaban viendo Dumbo la película animada y les sonreí mientras me sentaba en un puff y me cubria tambien con una manta.

_Si quieres puedo volver a ponerla desde el principio mami_ Dijo Bruno mientras buscaba el control remoto.
_No hace falta nene,creo que me pondré al día con los dibujitos animados_ contesté divertida viendo como Francesca se movía de un lado a otro.
_Oye ¿tienes pulgas?_Le preguntó su hermano y empezamos a reir por la cara que ella habia hecho.
.....

Narra Emily:

Me encontraba sentada en el sillón, teniendo la mirada fija en el televisor pero mi mente estaba en otra parte, y solo volvía a la realidad cuando sentía los besos en el cuello que tanto me calientan. La noche recién empezaba y se que teníamos tiempo de sobra ya que el pequeño se fue a dormir temprano.
De pronto sentí una mordida en la oreja y la quedé mirando detenidamente.
Mariana se estiró hacia adelante y se quitó la camiseta de tirantes por la cabeza, le siguió el pantalón corto de jeans y quedó solo usando ropa interior morada, mi color favorito.
Se sentó entre mis piernas y sentí su lengua explorar mi boca mientras que le acariciaba ese trasero perfecto que tiene. Sus besos me estaban mareando y la alejé un poco para respirar, su risita en mi oído me hacia temblar y la vi desabrochar mi jeans y como metía una mano dentro de mi ropa interior.
Me hice hacia atrás y luego dejé caer mi cabeza hasta apoyarla en el respaldar, podía sentir sus dedos juguetear cerca de mi clitoris y mordí mis labios con fuerza al sentir esa oleada acalorada que me agarraba de vez en cuando.

_¿Ya te has corrido bebé?_ Preguntó divertida y asentí mientras apretaba sus caderas con fuerza.

_¿Ya te has corrido bebé?_ Preguntó divertida y asentí mientras apretaba sus caderas con fuerza

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La chica del bar 4 Where stories live. Discover now