Capítulo 28

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Me fuí acercando hacia la cocina y fruncí los labios al verla tomar el palo de amasar y señalarla a Hannah que no estaba asustada en lo más mínimo.

_¡Responde maldición,¿qué haces en mi puta casa?!_ Gritó con rabia y me fui acercando hasta poner mis manos en las suyas y traté de bajar el palo.
_Emily yo la invité, no actues de esa forma con mi invitada_ Susurré de cerca y ella frunció el ceño mientras ponía un dedo sobre mi pecho.
_Te estas acostando con ella ¿cierto?_Preguntó con ojos llorosos y tomé distancia para verle con los ojos muy abiertos.
_No me faltes el respeto,tú eres la que se va por ahí a ponerme cuernos_Respondí molesta mientras movía las manos al hablar.

Ella tomó mis brazos y los apretó provocándome dolor, y entré en pánico al ver sus ojos oscurecerse.

_Vas a disculparte_ Susurró sobre mi oído y negué un par de veces.
_No tengo que disculparme contigo, de hecho es al revés y déjame en paz_ Respondí angustiada viendo como se acercaba Daniel para parar todo esto.
_Sueltala a mi madre, no tienes el derecho de hablarle de esa forma y menos darle ese trato_Soltó furioso mientras apretaba el hombro de Emily y esta se giró para luego darle un puñetazo en el rostro.

Jadeé asustada y corrí para ver si mi hijo estaba bien, ya que no dejaba de sangrar por las comisuras de la boca.

_Hago lo que se me pega la gana y hablo como yo quiera. No te olvides que yo soy la que está pagando tus estudios_ Comenzó a decir una mujer furiosa y dejando ver como la violencia volvia a llenar sus venas_ Y en cuanto a ti Natalia, ¿vas a explicarme por qué ésta maldita viene siempre a casa?.

Fruncí los labios de enojo y sollocé mientras me acercaba a Hannah quien la miraba con la frente en alto y los puños apretados. Si tenía miedo no lo demostraba y eso, eso me sorprendió bastante.

_Perdona todo esto, creo que por tu propio bien deberías irte. Yo te llamaré luego_ Le dije poniendome a su lado y ella me miró por primera vez con el ceño arrugado.
_Te mereces algo mejor_Comentó después de agarrar su chaqueta y cerró la puerta de la entrada.

Me pasé las manos por el rostro y me lo froté sin cesar mientras intentaba calmar mis nervios que empezaban a florecer en mi interior, como lazos venenosos. Caminé de un lado a otro y luego me metí a la habitación escuchando sus pisadas detras de mi, agarré una de mis estatuillas de Nerfetiti y lo estrellé contra el espejo.

_ Estoy cansada, estoy harta de tus ataques de celos. No me dejas salir de casa porque según tú debo cuidar de los niños, no puedo hacer las cosas que me apasionan porque me lo prohibes ¿y sabes que es lo más trágico de todo esto?_ Empecé a decir angustiada y elevando la voz_ Lo más trágico es haber pensado que alguna vez me tratarías bien, que tonta fui maldición.

Ella me miraba apretando los dientes y arrugando el dobladillo de su chaqueta de cuero. Claramente no le gustaba para nada que me esté revelando contra ella.

_¿Sabes cuál es tu maldito problema?, tiene ataques de furia,como los de ahora y cuando pasan estas cosas solo pienso que estas enferma cariño, no sabes lo que estas diciendo_ Respondió Emily sonriendo orgullosa y me cubrí el rostro mientras levantaba la cabeza para mirar hacia el techo celeste que había pintado en la semana.
_Quiero saber con quien mierda te estas viendo a escondidas. Juro por Dios que cuando me entere de alguna traición no podrás ni siquiera pronunciar mi nombre sin que te sangre el alma_Solté entre dientes y me destapé el rostro viendo como se sentaba en la punta de la cama.
_No debo contarte todo lo que hago en mis salidas. Son reuniones con clientes y ya está, soy casada y no una maldita castrada_ Respondió con diversión y froté mi barbilla mientras quitaba cosas del primer cajón, volaron papeles y sobres y me quedé admirando una pequeña fotografía.

_Hoy tuve turno con la obstetra y me hizo una de las primeras escografías y le supo raro que no estuvieras ahí para apoyarme. Después de todo...ya es costumbre que me las arregle como madre soltera_ Comenté entre sollozos y mocos absorbidos.

La escuché suspirar y me pretifiqué al oír una de sus frases ya conocidas. Me volteé y la quedé mirando con los ojos achinados.

_¿Qué has dicho?_ Pregunté malhumorada y ella levantó la mirada de sus rodillas.
_Que lo siento..no fue mi intención_ Respondió en voz baja y me reí entre dientes.
_¿Lo sientes?, ¿después de todo lo que me haces sentir, de todo lo que me denigras con palabras piensas que hay algo que yo pueda diculparte?_ Enpecé a decir llevando mis manos al pecho y me acerqué para tomarle del cuello de la chqueta_ No te atrevas a ponerle otra vez un dedo a Daniel porque vas a desear no haberte cruzado conmigo y ahora vete.

Emily me quedó viendo con ojos llorosos y luego gruñó mientras tomaba mis muñecas con fuerza. Empecé a forcejear y terminé sentada en una silla que uso todas las mañanas cuando me maquillo.

_No me amenaces porque te jodes Natalia, me he aguantado muchos berrinches de tu parte, y que me hayas culpado de ese aborto me hace sentir asqueada. No debo quedarme a discutir cosas sin sentido y menos conmigo. Y en cuanto a Daniel...él nunca tuvo una mano firme que lo guiara pero ya es tiempo que tome ese papel_ Susurró de cerca y cerré los ojos al marearme por el aliento a vino tinto que largaba de su boca.

Sonreí y luego me hice la fuerte mientras levantaba el mentón y cruzaba la mirada.

_ Al parecer volvió la alcohólica, ¿por qué no me sorprende?_Pregunté en tono bajo y burlándome.

Me soltó y luego empezó a despojarse de su ropa, la tiró hacia un costado de la habitación y luego se acostó semidesnuda, y encima dándome la espalda.
Tomé mi almohada, una manta y mi pijama favorito. Me salí de la habitación y tire todo sobre el sillón, claramente no iba a compartir cama con ella,al menos hasta que las aguas se calmen y me pida perdón por toda la vergüenza ocasionada y por el mal trato.

_Mamá yo solo quiero decirte..._Escuché decir a Daniel desde la cocina y negué con la cabeza intentando parar las lágrimas que ya bañaban mi rostro_ Por favor bebé, realmente ahora no quiero hablar con  nadie.

_Escuché decir a Daniel desde la cocina y negué con la cabeza intentando parar las lágrimas que ya bañaban mi rostro_ Por favor bebé, realmente ahora no quiero hablar con  nadie

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La chica del bar 4 Where stories live. Discover now