Capítulo 27

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3 meses después:

Caminé hacia el espejo y me peiné despacio mientras oía la conversación tras la puerta del baño. Una Emily muy risueña se estaba divirtiendo charlando con una de sus clientes, pués así les dice.
Mi voz volvió,pero lo hago en tono bajo ya que me duele la cabeza si me altero o si subo mi voz, a decir verdad necesito estar tranquila porque me lo recetó el doctor.
La vi salir del baño toda perfumada y se dirigió al espejo mientras se abrochaba la camisa negra.

_¿A dónde vas?_ Pregunté situandome a su lado y me quedó viendo.
_Voy a salir con una cliente, no me hostigues ¿quieres?_ Contestó cortante y tragué saliva mientras rascaba mi frente.
_Pero habíamos dicho que pintaríamos la habitación del color que eligió Francesca, se lo prometiste_  Comenté con un poco de enojo y me acorraló contra la pared mientras me sostenía la muñeca con fuerza. Bajé la mirada a donde tenia la presión y luego la quedé viendo con ojos llorosos.
_Pues sera otro día, no tengo ganas de pintar y mucho menos llenarme de puros balbuceos y llantos de una pequeña desagradecida_ Respondió entre dientes y sus ojos brillaron haciendome estremecer.

Respiré profundo y me solté de su agarre mientras intentaba calmar mis nervios en mi interior.
Tenía que calmar las ganas de llorar e incluso fingir que todo estaba correcto, almenos por mis hijos que desean verme sonriente todos los días.

_No puedes tratarme así......no soy tu muñeca de trapo_ Pedí en voz baja y la vi rodear los ojos mientras suspiraba fuerte.

Me tomó de las mejillas y acercó su rostro al mío mientras que yo trataba de no sucumbir ante el miedo.

_Me rompes mucho los kinotos Natalia, y estoy siendo demasiado paciente contigo, pero solo déjame salir a divertirme porque ésta situación me tiene sofocada_ Empezó a decir en voz baja y me besó algo tosco_ Te amo cariño.

Me soltó las mejillas y luego se alejó usando su mejor traje de ejecutiva, tomó su cartera y azotó la puerta de la habitación dejandome atontada y tambien estúpida por dejar que estas cosas sucedan.

Oí el timbre y caminé hacia el pasillo con algo de pereza, mis chanclas hacían mucho ruido y no me importó estar desarreglada ya que me encontraba en mi propia casa. Abrí la puerta y admire la sonrisa de mi nueva amiga, Hannah que ademas de ayudarle con las clases particulares de Historia, ella me ayudaba aquí en casa y me hacía pasar lindos momentos.

_Hola.. que bueno que llegaste, ya que estas ¿podrías por favor ayudarme a preparar la pintura?_ Dije frotandome la frente y ella asintió mientras entraba a la casa y cerraba la puerta tras ella.

Dejó la bufanda y su abrigo colgado del perchero y luego me besó en la mejilla mientras me entregaba unos bombones de chocolates.

_Es la semana de la dulzura y sé que unos de tus antojos locos es el chocolate_ La oí decir bajito y sonreí levemente mientras levantaba la mirada de mis manos.

Tomó el pote de pintura rosada que se encontraba encima de la mesa y luego  abrió la tapa con sumo cuidado. La mezcló con un poco de blanco y empezó a girar un palito de plástico dentro.
Miré hacia la noche estrellada y suspiré mientras me frotaba el cuello, una contractura me venía jodiendo desde hace rato y supongo que debería tomarme un descanso de tanto andar llendo y viniendo.

_¿Estas bien Natalia?_ Preguntó Hannah en tono preocupante y se acercó a verme más de cerca.
_Sí......solo que estoy un poco agotada,y necesito calmar mis pensamientos,estoy presintiendo algo feo_ Contesté mientras jugaba con un hilo de su saco de lana y la quedé viendo con ojos llorosos.

Ella me abrazó y acarició mi espalda mientras que yo estaba tensar pensando en miles de cosas al mismo tiempo. Y me separé de su cuerpo cuando vi a Daniel acercarse con una lata de color azul y verde.
Me quedó viendo con el ceño fruncido y luego se acercó a nosotros.

_Yo uhmm te presento a Hannah, una amiga, y él es mi hijo mayor, Daniel_ Dije nerviosa mientras los miraba darse las manos con educación.
_Ah, un placer. ¿Mamá podríamos hablar un momento?_ Soltó Daniel mirandome sonriente y asentí mientras me quitaba el delantal para no ensuciarme la ropa.

Entramos a la habitación y cerró la puerta mientras me veía sentar en una de mis sillas de terciopelo.

_¿Qué pasa con Emily?, porque aunque creas que poniendo música no se va a oír las discusiones ya me encuentro enterado de todo y dime ¿piensas estar con ella?, se la pasa aqui mucho tiempo_ Dijo en tono bajo y se arrodilló a mis pies.
_Tu mamá y yo estamos pasando por una crísis pero no te preocupes, ya le encontraremos la solución como siempre hemos hecho, y con respecto a Hannah,es solo una amiga y viene seguido por las clases de Historia que le estoy dando_ contesté moviendo mis manos algo nerviosa y él las acarició en un intento de calmarme.

_Esta bien, shh no quise ser tan metiche,solo que me preocupa el estado en el que estas, sabes no me agrada escucharlas pelear. Ademas estoy de paso aquí porque el Lunes debo volver a la Universidad, se me acaba las vacaciones_ Dijo en un susurro y acarició mi mejilla para luego abrazarme y besar mi frente.
_Eres tan géntil, te amo muchísimo hijo_ comenté mientras cerraba los ojos y escuche que algo se rompió en la cocina.

_¡¿Qué mierda haces en mi casa?!_Escuché gritar a una mujer y supe que esa voz se me era inconfundible.

Emily había regresado a casa con su típico ataque de celos, porque al parecer debo quedarme en casa sin hablar con nadie mientras ella sale a divertirse, y no le daré el gusto.

Emily había regresado a casa con su típico ataque de celos, porque al parecer debo quedarme en casa sin hablar con nadie mientras ella sale a divertirse, y no le daré el gusto

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La chica del bar 4 Where stories live. Discover now