Capítulo 54

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Continuáción del capítulo anterior, parte1:

Me levanté con dolor de cabeza y sabía que era por ese cigarro, tenía a Nicole muy cerca viéndome aún acostada en su cama.

_¿Qué fue lo que probé?_ Le pregunté adormilada y me froté la frente mientras me sentaba.
_Eso era marihuana, tenemos una pequeña plantación aquí atrás y pues como no pediste permiso no alcancé a decirte que la primera vez es devastadora_ Nicole respondió sonriente e hice una mueca.

Me puse de pie y admiré la hora en mi reloj de muñeca. Recordé lo que mi padre me había hecho y me toqué el ojo, el cual estaba morado.

_Deberías ponerte hielo, eso se está inflamando_ Comentó de cerca y abrió un poco el pequeño refrigerador.

De allí sacó una compresa con hielo y me lo apoyó en el párpado izquierdo.

_Gracias, no estoy acostumbrada a que sean amables conmigo_ Respondí mientras admiraba su sonrisa bonita.
_Noto como me miras, ¿te atraen las chicas?_Preguntó divertida y abrí los ojos de sorpresa.
_¿Qué?, ¡no claro que no!_ Exclamé totalmente segura y ella se echó a reir.

Mi rostro estaba seguramente rojizo y sentí su brazo pasar alrededor de mi cuello.

_Era una broma, no te enojes_Susurró de cerca y suspiré mientras quitaba el hielo de mi ojo.

Me puse de pie y luego sentí como su mano se enrollaba en mi muñeca y me jalaba hacia ella. Caí encima de su cuerpo y quedamos viéndonos más de lo debido.

No evité olfatear el champú que enmanaba su cabello y luego besé su mejilla provocándole una sonrisa. Sus ojos brillaron y luego unió sus labios a los mios, dejándome conocer por primera vez como es un beso.

_Aprendes rápido_ Susurró con los ojos cerrados y asentí.

.....

Ya había pasado cinco años de que me habían echado de casa, también necesitaba dejar en claro que ahora me siento más adulta, con veintiuno respondo bien o mal depende quien sea el interlocutor.
Todo éste tiempo estuve trabajando en la gasolinera con los chicos, quienes aveces me hacían un regalo por mi gran ayuda. Los Martes y Viernes había descuento en el bar, y nos tomábamos cervezas hasta sentir el mareo asomarse.
Cuando llegaba a casa totalmente ebria había una persona que me esperaba, y ella se habia convertido en una mujer importante en mi vida. Mientras arreglaba la cadena de su moto, Nicole tarareaba una canción de Mötley crüe, mi banda favorita.
Me acerqué lentamente y la abracé con fuerza para luego respirar en su oreja.

Sus manos tomaron mi nuca y la escuché reir.

_Hola...¿qué haces a estas horas?, mañana debes trabajar temprano_Preguntó con voz ronca y suspiré.
_Pues....les dije a los muchachos que me compartan un poco de la party, y decidieron darme dos bolsitas_Empecé a decir mientras quitaba de mi chaqueta marihuana recién triturada y ella solo me vio con una pizca de diversión.

_Ultimamente fumas demasiado, y eso a la larga te hará daño en los órganos_ Comentó sincera mientras se limpiaba las manos en un trapo viejo.

Quejosa me levanté y me tiré a la cama evitando su siguiente sermón. Desenrrollé un papel y lo lamí mientras la veía fijamente.
Realmente no me importaba tener que lidiar con su malhumor pero sentía de alguna manera que me cuidaba y esperaba siempre que tome las mejores decisiones.
Una de ellas era concurrir  a clases y terminar graduada de la escuela secundaria. No creo encontrar alguna carrera que me guste.  Asique eso fue lo que hice durante el verano.

_ No creo que me aniquile las neuronas,  todo va a salir bien _ Contesté divertida viendo como giraba los ojos y se quitaba la ropa ya engrasada.
....

Caminé por los pasillos y golpeé a un chico tímido que se había acercado  a mi casillero.

_¡Cuida tu cuerpo imbecil, estás molestando mi visión!_Le grité en el rostro mientras veía que los demás alumnos se acercaban.
_Siempre me molestas, no eres más que una oscura chica que busca atención _Él respondió con una sonrisa y mi ceño se arrugó.

Lo tomé del cuello y lo empujé tan fuerte contra los casilleros que lo escuché gemir del dolor. Tiré mi cabello hacia atrás y me arreglé la mochila que ya se estaba cayendo de mi hombro derecho.

_Señorita venga a mi oficina _ Escuché decir con voz grave al director y me giré despacio.

Los lentes en forma de medialuna me daban asco y seguramente que era transparente por los gestos que nunca me guardaba.

Treinta minutos después estaba sentada en su oficina,  viendo como sus ojos se apretaban con fuerza, realmente se lo veia cansado.

_Es la última vez que te doy una avertencia de éstas,  la próxima te quito la oportunidad de seguir estudiando en ésta escuela _Comentó el director con tono fuerte y claro y rasque mi frente mientras sacaba cuentas de lo que tenía que hacer en la tarde.
_De acuerdo,  creo que mejor me voy,  tengo que ir a trabajar _ Respondi en tono preocupante y él asintió mientras se achataba el cabello revoltoso y despeinado.

Caminé por el largo pasillo y cuando pasaba por los baños una mano me jaló de la ropa y me hicieron entrar de una. Me arrinconó contra la pared y apreté su trasero con fuerza mientras sentía su lengua entrar en mi boca. Su melena era tan espesa que no evité pasar mis manos por su cabello.

_Me debes orgasmos picarona _Susurró la pelirroja mientras abría mi camiseta y metía las manos buscando entretenerse con mis tatuajes.

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La chica del bar 4 Where stories live. Discover now