La chica del bar 4

Capitulo 51

El champú resbalaba por mi cuerpo y sonreí al sentir las manos de Hannah pasar por mi abdomen. Noté su piel caliente contra la mia y me quedé sin aliento, al mismo tiempo que ella me ponia las manos en la espalda. Me volteé y la quedé viendo unos segundos, notando como mi corazón se aceleraba.

_Eres tan bonita_ Susurró sobre mis labios y la besé mientras el agua tibia mojaba nuestros rostros.

Sus manos acariciaron mi cuerpo y luego me apoyó suavemente contra la pared, paso a besar mi cuello y la oí suspirar mientras acariciaba mis muslos firmes.
Detuve sus caricias cuando se acercaba a mi zona sensible y mordí mis labios con fuerza.

_No quiero que sea aquí_ dije en voz baja, notando sus ojitos brillosos.

La vi asentir y besó mi mejilla antes de alejarse y seguir duchándose. Y como ya me encontraba lista decidí por salir del baño envuelta en mi toalla rosada, caminé descalza hacia la habitación que compartíamos y me quedé sorprendida viendo la decoración que había en el lugar.
En la cama había sábanas de seda blanca, tambien jarrones con rosas puestas estratégicamente por todo el piso de la habitación y me cubrí la boca al ver un busto de Cleopatra, mi heroína favorita de toda la historia egipcia, sobre  un mueble.
Se escuchaba God Bless America de Lana de Rey y sonreí con ojos llorosos al sentir mis vellos del brazo erizarse.

_No me decidía en como decorarla, pero de lo que estoy segura es que quiero que sea especial. Nat realmente quiero que sea mi primera vez contigo_La escuché decir detras mio y me giré para verle emocionada.

Rodeé mis manos en su nuca y jugué con su cabello entre mis dedos mientras besaba sus mejillas, su nariz y su mentón, para luego ella atrapar mis labios en un beso lleno de deseo, sus manos estaban en mi cintura y respiré su perfume del jabón que despendría su cuerpo.
Ahora que lo recordaba solo nos separaba las toallas y no alcancé a secarme el cabello, asique todo sería húmedo.
Me llevó hacia la cama y me hizo sentar un momento para luego verla acercarse al mueble y sacar de allí un aceite corporal.
Se situó detras mio y comenzó a pasar el aceite sobre mi espalda, cerré los ojos al sentir sus dedos presionar mis nudos y suspiré cuando sus manos masajearon mis hombros, realmente me estaba relajando y ella se dio cuenta.

_¿Por qué no te acuestas?_Susurró en mi oído y asentí mientras me recostaba boca arriba, viéndola tan encendida.

Se quitó la toalla y me deleité en ver su cuerpo firme y me entretuve admirando un tatuaje cerca de su costilla. Cuando se acercó puse una mano allí y empecé a leer las letras en cursiva.

"El vínculo que te une a tu verdadera familia no es el de la sangre, sino el del respeto y la alegría que tú sientes por las vidas de ellos y ellos por la tuya".

Un nudo en la garganta me impedía tragar saliva y sonreí viéndola a los ojos fijamente. Creo que allí estaba esa persona que yo necesitaba, la persona que realmente me complementa y está presente para seguir aprendiendo cuando las cosas se hacen peores. Sus manos acariciaron mi cuello y luego me besó mientras se ponia encima, el frotamiento de su piel con la mía se sentia delicioso y más por el simple hecho del aceite que habia en mi cuerpo.
Sonreí y luego nos cubrí con las sábanas mientras sus dientes tironeaban de mi oreja juguetona y provocó mi risita mientras mis manos tocaban su vientre y me entretuve palpando sus pechos, que ya demostraba unos pezones duros de la excitación. Tragué saliva y luego llevé mi boca a ellos escuchándola gemir por primera vez, sus manos apretaron mi cabeza y lamí su aureola sintiendo como temblaba encima de mi.
Separé mis piernas al notar que estaba muy húmeda y una de sus manos se posó entre mis piernas, me acarició suavemente y luego se entretuvo en jugar con mi zona sensible.
Mordí mis labios de gusto al sentir sus dedos frotar mi clítoris y luego sentí como sus besos comenzaron a pasar por mi cuello, sus dientes raspaban a proposito y luego gemí cuando me dejó una succión. La comezón se calmó cuando pasó su lengua y luego sentí como nuestros centros se frotaban entre sí. Sus ojos estaban vidriosos y no dejaba de morder sus labios, envolví una pierna en su cintura y me senté sosteniendome de su espalda. Esta vez yo era la que besaba su cuello y jadeé al notar su humedad haciendose presente, meti mi lengua en su oreja y sus manos apretaron mis pechos con fuerza mientras gemía alto, su cuerpo se tensó y luego comenzó a temblar mientras cerraba los ojos con fuerza. Y verla en ese estado de lujuria terminó por hacerme correr a mi tambien.
Caimos en la cama y esta vez se acostó boca arriba mientras buscaba tomar mi mano y cuando lo hizo apreté su mano con fuerza. Me acerqué y la besé una y otra vez sintiendo sus manos acariciar mi espalda. Mordi su mentón y le sonreí notándole las mejillas coloradas.

_Te amo Natalia, quiero compartir una vida contigo_ Dijo en voz baja y cerré los ojos cuando su mano acarició mi mejilla.
_Ya lo estas haciendo, y te amo tambien Hannah_Respondí con ojos llorosos y me abrazó con fuerza, respiré profundo sobre su pecho y luego miré hacia la ventana.