BROKEN (Libro 1 y 2)[Completo]

Capítulo 27: Monja pecadora

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Tenía un terrible dolor de cabeza, como una jaqueca punzante, entre abrí los ojos sin saber dónde estaba, a juzgar por la luz de la ventana ya era de día, las paredes blancas, una biblioteca al lado de la cama, y... un brazo alrededor de mi cintura.

Mierda.  

¿Estaba desnuda? Miré hacia abajo donde la sabana apenas me cubría,  solo vestía mis bragas negras. De repente los recuerdos de anoche comenzaron a revolverse en mi mente, yo bebiendo, yo bailando sobre una mesa, yo siendo casi golpeada por Rogan, yo casi violando a Rogan.

¿Qué hiciste Moe?

Miré el  brazo que cruzaba mi cintura, sabía que era de Rogan por los tatuajes que lo cubrían, mi espalda desnuda pegada a su torso me hacía sentir los tranquilos latidos de su corazón, su respiración lenta y calmada chocando con la coronilla de mi cabeza, al parecer habíamos dormido juntos y me abrazaba como un peluche de felpa, pero no recordaba con exactitud si ya no era virgen, es decir, no me sentía diferente aunque así me sentí cuando di mi primer beso, tal vez tenía demasiadas expectativas por algo insignificante. 

¿Pero qué pasa contigo estúpida masoquista? Se suponía que te ibas a alejar de él.

Mi cabeza punzaba del mareo y tenía un extraño sabor agrio en la garganta, probamente por todo lo que bebí anoche.

Muy mal Moe, muy mal.

Me escabullí con lentitud de su brazo y logré zafarme de su agarre para poder levantarme de la cama, pero como el destino me odia, mis pies se enredaron con la sabana y caí haciendo todo un escándalo cuando me llevé por el medio la mesa de noche, varios libros y objetos cayeron al suelo.

Perfecto Moe, simplemente perfecto. 

—Hey —murmuró Rogan, su voz ronca y extrañamente sexy me erizó la piel, maldición, lo había despertado.

Voltee y observé como se había levantado un poco para verme, sus ojos azules grisáceos lucían un poco hinchados alrededor pruebas de un buen sueño, debería ser ilegal que siempre me pareciera tan perfecto.

Me cubrí rápidamente mis pechos y me levanté del suelo intentando no pisar todo el desastre que había hecho. Lo vi sentarse en la cama y la sabana se bajó revelando que solo vestía unos bóxer, su torso musculoso contrayéndose mientras se acomodaba y distrayéndome por completo, maldición, ¿por qué tenía que ser tan sexy?

—Hey —murmuré de su misma manera sintiendo mi rostro sonrojarse, miré el vestido que tenía anoche tirado en el suelo y lo tomé rápidamente para cubrirme con él al menos la parte delantera de mi cuerpo.

—No es como si no te hubiera visto ya —dijo y agregó con tono irónico:— Monja pecadora.

Sentí que mi rostro sonrojado intensificó su color al recordarme diciendo eso mientras lo besaba y me volvía sobre él, pero hasta ahí llegaban mis recuerdos, no sabía si habíamos llegado más allá de los limites.

—¿Nosotros...? —Pasé el peso de un pie al otro y fijé la mirada en cualquier lado del techo— Ya sabes...

Esperé a que él leyera mis pensamientos, pero cuando lo volví a mirar él lucía ligeramente confuso.

—¿Qué? —preguntó dudoso.

—Ya sabes —me removí incómoda—, anoche...

—Anoche te drogaste con una galleta de marihuana —me interrumpió Rogan—, Alexander me dijo que te dio la mitad.