Capítulo 21: El lago de flores desahuciadas. Parte II

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Sabiendo que iba a ganar, tomé una rama un poco larga y me acerqué a la orilla del lago para comenzar a moverlo, sabía que así asustaría al pato y este se iría.

—Voy a disfrutar bastante escribiendo la muerte de unos de los personajes y verte bañarte en ropa interior —escuché la voz de Rogan a mis espaldas, él se había ocultado detrás de unas rocas posiblemente para protegerse del pobre e inocente pato, pero aun así me veía.

—Quisiera tú —refuté, sabía que iba a ganar.

Continué moviendo la rama, sin embargo, a diferencia de lo que tenía en mi mente, el pato comenzó a nadar hacia mí, fruncí el ceño y di unos cuantos pasos atrás, pero el pato del demonio llegó a la orilla y comenzó a correr hacia mí como si fuera un perro y jugara con él. Solté un grito soltando la rama y corriendo en círculos mientras ese pato me perseguía y gruñía, pero solo escuchaba la carcajada de Rogan burlarse de mí. 

De repente resbalé con la grama y caí de trasero soltando un grito de la impresión, eso pareció espantar el pato porque retrocedió corriendo de regreso al lago, seguidamente aleteó y se fue.

Tomé una profunda respiración, estaba muy segura de que ese pato me quería asesinar.

—¿Adivinas quién va a darse un baño? —Rogan se acercó aún riéndose de mí y me extendió una mano para ayudar a levantarme, sin embargo resguardando mi ego herido y por el suelo me negué a aceptar su ayuda y me levanté por mí misma.

—El pato se fue —dije con cierto eje de burla siéndome victoriosa.

—Sí, pero te recuerdo que nuestra apuesta fue que si el pato te perseguía tendrías que darte un baño en el lago —alzó una ceja—, y te persiguió antes de irse, por lo tanto yo gané.

Oh, maldición, él tenía razón, sentía que la sangre abandonaba mi cuerpo y solo se concentraba en mi rostro.

—Ambos ganamos —inventé sabiendo que no tenía la razón—, estamos en tabla.

—No, no, no y no —cantó—, sabes que tengo razón, así que vamos, quítate la ropa. Si quieres no veo.

Rogan se volteó dándome la espalda y se cubrió los ojos sin borrar esa irritante sonrisa victoriosa.

Genial Moe, mira en lo que te metiste.

—Tienes un grave problemas de apuestas —dije sintiéndome gruñona.

De repente noté que Rogan estaba distraído, de espaldas y con los ojos cerrados, era mi oportunidad de escapar, así que intentando no hacer ruido, corrí hacia los arbustos por donde habíamos llegado, sin embargo escuché sus pasos agiles y sus enormes brazos me envolvieron la cintura pegando su torso a mi espalda casi como una jaula, Rogan era bastante fuerte.

—No seas tramposa, Monja traidora —dijo Rogan a mi oído y sentí estremecerme, esto era inapropiadamente cerca.

—Ya, lo haré, pero suéltame —dije sintiendo de repente mi garganta reseca. Rogan me soltó y yo di unos cuantos pasos atrás para guardar distancia—. Voltéate otra vez.

—No, desperdiciaste ese comodín cuando intentaste escapar —dijo—, ya no confío en ti.

Fuimos una riña de miradas hasta que finalmente giré los ojos dándome por vencida, inimaginablemente él tenía razón, yo había perdido. Caminé a una roca cercana dándole la espalda a Rogan para evitar mirarlo, bien, yo me había buscado esto, debía aprender que nunca ganaba cuando apostaba con él.

BROKEN (Libro 1 y 2)[Completo]Where stories live. Discover now