BROKEN (Libro 1 y 2)[Completo]

Capítulo 20: El lago de flores desahuciadas. Parte I

(Actualización 2/2)

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La semana había estado pasando con rapidez, yo me enfoqué en continuar en los trabajos y tareas, despejando mi mente de vez en cuando en la historia personal que estaba escribiendo, pero últimamente solo me sentía ahogada, y con muchas ganas de que me atropellara un carro para de alguna manera reencarnar en otra vida y librarme del compromiso, pero aun así no podía morirme, porque por los arreglos del compromiso destruirían la vida de mis padres, los dejarían en bancarrota.

Todo se había vuelto sabor a desagradable café frio, agrio y sin azúcar.

Era pasada la una de la tarde del viernes cuando me dirigía hacia la biblioteca, se suponía que hoy debía continuar los capítulos del proyecto que hacía con Rogan, me sentía un poco extraña, es decir, toda la semana esperé por este día y me sentía extrañamente emocionada porque lo vería, lo sé, estaba muy mal, pero no podía cambiar que él era una especie de respiro, así fuera solo para discutir.

Me detuve frente al vidrio de la biblioteca y abrí la boca completamente anonadada de que hubiera un papel que decía: “Cerrada por mantenimiento” un sujeto iba saliendo de la biblioteca, él llevaba el uniforme vinotinto con el logo de la universidad, me imaginaba que trabajaba ahí.

—¿Por qué siempre que vengo los viernes, está cerrada? —dije indignada, él pareció ligeramente aburrido y hastiado, probablemente no era la única estudiante que le reclamaba.

—Hay muchos libros viejos y los hongos son terribles, estamos quemándolos —dijo de forma poco agradable—, ¿acaso quieres morirte de una infección? Si es así, entra.

Giré los ojos y quise darle una mala respuesta, pero no valía la pena discutir con alguien que estaba cansado de trabajar, así que me tragué mis comentarios y me voltee chocando contra el pecho de otra persona que había estado detrás de mí.

—También me alegro de verte, Monja —dijo Rogan.

Di varios pasos atrás arreglando mi cabello haciendo algo de espacio entre los dos y alcé la vista a sus familiares ojos azules sintiendo las raras cosquillas revolotear por mi estómago, realmente lo extrañaba, no lo había visto desde el lunes y no llegaba a comprender como es que siempre se las arreglaba para parecer listo para una sesión fotográfica.

—Está cerrada —dije casi sin poder encontrar mi voz señalando con mi pulgar hacia la biblioteca, él tenía la laptop en sus manos e hizo una mueca al leer el cartel de la puerta.

—Bueno, en ese caso...

—No podemos ir a tu fraternidad —lo interrumpí—, podemos ir a una cafetería o a la plaza, ahí tienes tu laptop.

No había excusas para ir otra vez a su fraternidad y realmente temía ir a su habitación otra vez. Rogan estiró sus labios en una ligera sonrisa que ahuecó sus hoyuelos y por un momento me olvidé de qué estábamos hablando.

Cálmate Moe.

—Sé de un lugar mejor, ven sígueme. —dijo Rogan, al ver la duda en mi rostro, él agregó: —No es la fraternidad, ni ningún lugar raro, solo un sitio tranquilo que sé que te gustará.

Tomé una profunda respiración y afirmé con la cabeza para comenzar a seguirlo, después de todo, el problema no era ir a su fraternidad, porque él no iba a hacer nada que yo no le permitiera, el problema era que yo se lo permitiera porque yo misma me traicionaba. 

  Lo seguí caminando unas cuantas cuadras más allá de la universidad y de la civilización, porque llegamos a lo que parecía ser un camino descuidado lleno de árboles y arbustos alrededor, era hasta algo atemorizante escuchar el silbido de las hojas moverme por la brisa y los insectos.