BROKEN (Libro 1 y 2)[Completo]

III. ¿A Dónde Me Llevas?

Voltee observando a Rogan, él se levantó de la butaca cerca del jardín, ¿me había estado esperando? Al parecer era así. Su suéter negro se acoplaba a sus hombros anchos, usaba sus típicos jean y zapatos deportivos, sentí congelarme  cuando lo vi acercarse, incluso había olvidado lo alto que era, mi estómago revolviéndose en esa rara sensación de cosquillas, creo que desgraciadamente él siempre tendría ese efecto en mí que me hacía sentir de algún modo embobada.

—Hola —murmuró deteniéndose frente a mí—, ¿Cómo estás?
Me quedé sin aliento, por Dios, ¿En serio me estaba preguntando cómo estaba?, me parecía absurdo porque ya ni siquiera éramos amigos, solo tenía rencor, asco, ira, todo lo malo que podía sentir estaba mezclado en mi cabeza y en mi corazón porque me ilusionó; jugó conmigo.

Te odio.

—¿Qué quieres? —solté sin un mínimo de simpatía alzando una ceja en desdén, como si así pudiera trasmitirle todo mi rechazo, sabía que con una mirada era suficiente para expresar mi resentimiento.

Rogan pareció un poco desestabilizado, su semblante pasó a uno vulnerable, pero por favor, ¿qué él esperaba? ¿Qué sonriera y actuara como si nada pasó?

Pues de todo pasó y estaba harta de fingir.

—Yo quería arreglar las cosas —comentó—, lo que te dije... como actué, no fue la mejor manera.

Vaya, Rogan Brown estaba disculpándose, definitivamente las vacas estaban volando en algún lado.

Obviamente no fue la mejor manera, me ignoró durante toda una semana y luego cuando me vio, porque YO lo busqué, simplemente me trató con indiferencia, actuó como todo un cretino echándome como si mi cuerpo, mis sentimientos y todo lo que vivimos juntos no fue real, como si yo fuera un estorbo.

‹‹Nunca dije que te amaba.››

Sus crudas palabras se sentían frescas en mi memoria, dolía como la primera vez, sentía el mismo ardor en el pecho.

Entrecerré los ojos alzando la barbilla y di un paso hacia él mostrándole que solo quedaba rencor dentro de mí.

Ya era tarde.

—Te entregué mi cuerpo —miré a mi alrededor y susurré: — mi virginidad, y actuaste como si nada, como si fuera un pañuelo desechable que jamás te importó.

Era lo único que me dolía y de lo que me arrepentía, no tanto que hubiera cancelado nuestros planes y casi me encontré por un momento sola, sin absolutamente nada ni nadie porque había decidido dejar de lado a mi familia, sino que le entregué algo importante... algo que no iba a poder recuperar nunca. Mi virginidad.

Algo que era importante para mí.

—Al contrario —dijo pareciendo desesperado—, no hubo día en el que no pensara en ti, me hacías mucha falta, por eso estoy aquí, sé que la forma en la que actué y como te traté no fue la mejor manera de hacerlo, debí ser más maduro y explicarte que no podía dejar de lado a mi tía June.

Incluso pude haberlo entendido, es decir, su tía tenía mucho tiempo desaparecida, y dejarla no parecía ser opción, pero no fue lo que hizo, sino cómo lo hizo.

Me echó a un lado sin explicación y me aplastó actuando como un cretino.

—Sí, debiste hacerlo —concordé—. Pero me hiciste darme cuenta de algo; tú necesitas realmente madurar y yo no tengo tiempo para esperar por ti.

Me di media vuelta y comencé a caminar a la entrada de la residencia, sin embargo Rogan me siguió de cerca y me agarró de la muñeca para detenerme, su toque era helado y bastante firme, pero casi lo sentía como si ardiera contra mi piel, me estremecí, apreté mis labios y voltee hacia él, sus ojos azules grisáceos estaban fijos en los míos con determinación.