BROKEN (Libro 1 y 2)[Completo]

Capítulo 33: El Ying De Mi Yang

Me apoyé de mis rodillas y mis manos sintiéndome un poco adolorida, Alexander llegó a mi lado sujetándome de la espalda.

—¿Estás bien? —Indagó preocupado— ¿Dónde te duele?

—Estoy bien, todo bien, es que no recordaba que era alérgica a los animales —murmuré. Siempre había sido alérgica, pero como tenía mucho tiempo sin estar cerca de animales, creí que simplemente no me iba a dar alergia.

Hice una ligera mueca cuando él me ayudó a levantarme del suelo, mi pantalón se había roto un poco a la altura de la rodilla y tenía un ligero raspón, ardía, pero el dolor era soportable.

—Hey ¿Qué pasó? —la voz de Rogan me hizo cambiar mi mueca a una menos dolorosa, siempre que escuchaba su voz me ponía toda estúpida queriendo saltar de felicidad.

Muy mal, Moe.

—Se cayó del caballo —dijo Alexander—, pero solo fue un raspón.

—Oh vaya. —expresó Rogan llegando a mi lado y mirándome con preocupación antes de agregar: — ¿Y encontraste tu cerebro cuando estuviste en el suelo?

Le mostré una mirada gélida de esas fulminantes y voltee a mirar a Alexander, curiosamente él también lo miraba de la misma manera y eso me hizo reír.

—Voy a guardar a los caballos —dijo Alexander tomando las sirgas de Dálmata y Clarissa para guiarlos de vuelta a sus casillas.

Me había agradado el paseo con Alexander, me parecía una persona fascinante, y más aún porque estaba dispuesto a ayudarme. Comencé a caminar hacia la casa y Rogan me siguió.

—Me prometí que no iba a preguntar —dijo Rogan—, pero ¿qué ocurrió con tu mamá después de que nos encontrara en tu habitación?

Solté una ligera carcajada, la verdadera pregunta sería qué no había ocurrido.

—Fue a advertirme que si no me enfocaba iba a sacarme de la universidad —solté un suspiro—, también me dijo que Brandon me anda vigilando, y elementalmente que si pienso en romper el compromiso ellos me darán la espalda.

—¿Entonces vas a dejar que te chantajeen?

Me detuve cuando apenas estábamos pasando alrededor de la piscina cruzándome de brazos, Rogan se volteó a verme alzando una ceja en espera de una respuesta.

—Estoy buscando una manera de romper el compromiso porque al parecer está en contratos legales, y también alguien me ofreció un trabajo —dije—, puedo simplemente andar por mi propia cuenta, pero realmente no quiero quedarme sola, mis padres son lo único que tengo.

—No creo que tus padres te den realmente la espalda —dijo Rogan—, es decir, eres su hija.

Claro, pero mis padres parecían guiarse por las apariencias y por sus propios intereses.

—Ellos lo hicieron con mi hermano —dije—, él quiso revelarse y le dieron la espalda, la pasó muy mal, terminó volviendo a la religión, pero nada fue igual.

Prefería no pensar en Marcelo, era un recuerdo doloroso para todos.

—Bueno —murmuró Rogan luego de un momento—, en algún momento tendrás que decidir si prefieres vivir infeliz o estar sola.

Todavía sentía que estaba un gran aprieto, porque quería mi libertad, vivir, graduarme, trabajar, enamorarme, estar con alguien que me valorara, pero entonces estaba mi realidad, obligada a casarme con un idiota que de seguro evitaría que siguiera en la universidad porque ahora tendría el control sobre mí.