XXIII. Situaciones inesperadas

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Capítulo 23

 
ROGAN BROWN

 
Para nuestra calma y mi paz emocional, no fue un abuso sexual, gracias a Dios no era un pedófilo, pero en cada golpe de su puño contra mi cuerpo parecía tener cada vez más placer en el dolor que ocasionaba, lo peor era que cuando me dejó la cara, el abdomen y las piernas llena de moretones y mi cuerpo ensangrentado, violó a mi madre sin piedad frente a mí…

Me estremecí cerrando los ojos con fuerza intentando alejar el recuerdo, odiaba recordar esas cosas.

—Tranquilo, respira —dijo mi tía June—, solo tómate tus pastillas e intenta dormir un poco, ¿okey?

Por eso amaba a mi tía June, en ella encontraba el consuelo, siempre le podía decir lo que me pasaba y ella no me juzgaba, simplemente estaba para mí y todo lo que necesitara.

—Sí —solté un suspiro y limpié las lágrimas que se escurrían por mis mejillas con el reverso de mi mano.

—¿Quieres que vaya a dormir contigo? —preguntó luego de un momento.

Creo que ya estaba muy grande como para dormir con mi tía, ahora solo me apetecía dormir con Moe, de alguna forma saber que seguía en mis brazos, que no la había perdido calmaba esa parte de mí que tendía a arruinar todo lo bueno que tenía.

A veces me preguntaba si había algo malo conmigo, luego recordaba que sí, realmente tenía diez mil defectos y de seguro que estar loco era uno de ellos.

—No, no, ya estoy mejor. —Murmuré.

—Está bien —dijo—, te amo.

—Igual.

Colgué lanzando el teléfono a un lado y me volví a acostar mirando el techo.

¿Algún día dejaría de pensar tantas cosas?

 
MOE BEKER
 

Fui con Alexander a su habitación, él revisaba las carpetas con el entrecejo débilmente fruncido mientras analizaba los papeles que estaban adentro, pero yo únicamente tenía una sola pregunta en la cabeza; bueno una sola pregunta no, miles de preguntas, la imagen de él y mi hermano no se salía de mi cabeza, es decir, sabía que mi hermano tuvo un pasado turbulento, que había tenido una pareja…

¿Acaso había sido él?

¿La persona con la que mi hermano tuvo una relación en la universidad y luego la terminó por presión de nuestros padres había sido Alexander? Era una posibilidad, es decir eso sucedió hacia casi 5 años, y ahora alexander estaba por graduarse.

Tenía la cabeza echa todo un nido de avispas revuelto.

—Alexander —las palabras salieron antes de que pudiera controlarme, pero es que necesitaba respuestas, sentía que no podía aguardar más tiempo fingiendo que nada estaba pasando.

—¿Uh? —él alzó la vista hacia mí dándome toda su atención.

¿Decirle o no decirle?

—¿Tienes novia? —indagué, por algún lado tenía que empezar a indagar, noté como su rostro se puso del mismo color que su cabello; rojo encendido.

—No —bajó nuevamente la vista hacia los papeles que revisaba— ¿por qué?

«Bueno porque encontré una foto tuya con mi hermano, por eso».

Obviamente no le podía decir eso.

Aclaré mi garganta y me encogí de hombros intentando parecer indiferente.

—Es decir —murmuré— eres guapo, entrenas, ya estás por graduarte de abogado… uhm, ¿eres gay?

Ahí estaba, lo había soltado.

Alexander se detuvo, pero no alzó la vista, simplemente pareció analizar lo que le decía y luego continuó haciendo lo que hacía.

—No… —murmuró— tal vez en un momento creí serlo, pero no mandamos al corazón ¿cierto?

¿Creyó serlo?

Bueno, no sabía si era cierto o no, nunca sentí atracción por una mujer.

—Cierto —dije únicamente con el objetivo de empatizar, pero que me dijera eso ya había activado muchas dudas en mi cabeza, ¿Qué relación tenia Alexander con mi hermano? ¿por qué mi hermano me había mostrado la foto en primer lugar?

Me desesperaba no tener respuestas.

—Ajá —continuó Alexander—, ahora veamos estos documentos.

Cambio el tema a los documentos y comenzó a hablar de las condiciones, evidentemente él sabía que había algo raro y estaba evitándome.

Claro, si quería sacarle información a un abogado, tenia que ser más astuta.

Al menos Alexander me dijo algo muy importante de los documentos, no tenían soporte legal, solo acuerdo que no eran validos porque ahora yo era mayor de edad y al final solo yo tomaba la decisión de casarme o no.

No estaba amarrada legalmente a Brandon, no tenía la obligación de casarme, sentía que la felicidad no podía caberme, abracé a Alexander sabiendo que sin él no hubiera podido hacer nada de esto, claro que sentía que de alguna forma le fallaba a mis padres al no hacer lo que ellos me dijeron toda la vida que hiciera y prácticamente dejarlos en bancarrota cuando no accediera a casarme, pero era mi vida, mi felicidad y cada uno era responsable de sus decisiones.

Ahora yo tenia mi propio soporte económico, así que prácticamente estaba preparada para que mi propia familia me diera la espalda.

—¿Te llevo a casa? —preguntó Alexander luego de devolverme la carpeta.

Cada vez que lo miraba, no paraba de preguntarme si Marcelo lo vio con otros ojos; ojos de amor puro, de un amor tan prohibido que se arriesgó a perderlo todo, hasta que se vio en la obligación de perderlo a él.

—¿Qué? —dijo Alexander.

—¿Qué de qué?

—Has estado observándome raro desde que entramos —dijo—, ¿Qué es lo que ocurre contigo?

Tomé una profunda respiración, es que no iba a ni siquiera poder dormir en paz si no obtenía las respuestas que atormentaban mi mente. Sentí mi cabeza arder mientras mis ojos se llenaban de lágrimas, y tomé la foto que había guardado en el bolsillo de mi ramera para enseñársela a Alexander, sus ojos se ampliaron y pareció palidecer tomando la foto en sus manos.

Sabía que lo había descubierto.
 

BROKEN (Libro 1 y 2)[Completo]Where stories live. Discover now