IV. Pesadillas.

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Rogan me llevó a la plaza de la universidad, muy pocas veces yo pasaba por este lugar porque siempre veía clase del lado sur, no al norte. Cuando me bajó apenas pude estabilizarme y me crucé de brazos alzándole una ceja para decir:

—Ajá, ya me secuestraste, ¿y ahora qué? —realmente me sentía fastidiada y molesta, tenía muchas cosas que hacer y sentía que perdía el tiempo.

Él tenía la mirada fija al frente y cuando me vio me dedicó una sonrisa antes de tomarme por los hombros y girarme para que yo viera la plaza a mis espaldas.

Vaya.

La plaza estaba iluminada de muchas luces de colores, se suponía que estábamos apenas iniciando diciembre, pero ya estaba decorado de muchos adornos hermosos que podrían dejar deslumbrado a cualquier persona.

—En diciembre este es el lugar más hermoso de la universidad —murmuró—, no podías perdértelo.

Mi mirada estaba hipnotizada, siempre me gustó la navidad, pero en mi casa nunca adornábamos, principalmente porque nuestra religión no creía en la navidad, aunque creo que ahora me daba cuenta que esa religión no era mía, yo ya no pertenecía ahí, al menos hasta que lograra mi independencia, esto era una nueva razón para seguir trabajando por lo que quería.

Y no iba a darme por vencida hasta ser libre.

Sentí la mano de Rogan rozar la mía y me voltee hacia él cuando la envolvió.

—¿Qué crees que haces? —dije sin entender por qué me había agarrado la mano.

Él continuaba con mi mano sostenida pero me la soltó luego de dejar algo ahí.

—Esto es tuyo —dijo.

Fruncí débilmente el ceño, abriendo la palma de mi mano donde estaba el collar que le había lanzado hacía un momento, el del dije de un libro dorado, apreté los labios al mismo tiempo que cerré la palma de mi mano, creo que si no me iba ahora definitivamente iba a llorar como toda una estúpida y le iba a comenzar a gritar por cómo me había hecho sentir antes.

Odiaba que todo de mí siguiera queriéndolo con una intensidad incluso mayor que antes.

Alcé la vista hacia él, Rogan me observaba atentamente, él esperaba que dijera algo y definitivamente el nudo en la garganta que se apretaba cada vez más me impedía hablar, así que simplemente me voltee y comencé a caminar lejos de él, no quería que me viera llorar.

Yo intentaba odiarlo pero su insistencia en ser lindo conmigo me lo hacía imposible; para mí que siempre había sido tratada como una cero a la izquierda, esta era mi debilidad; ser especial para alguien.

Rogan esta vez no me detuvo, simplemente me dejó ir, y a pesar de que había decidido olvidarlo, ahora me sentía confundida.  

ROGAN BROWN

-
Abrí la puerta del closet con cuidado, y caminé lentamente hacia la cama donde estaba mi madre, hoy mi padre se había quedado a dormir con ella, como la mayoría de los viernes, se suponía que cuando él venía, mi madre me decía que no podía salir del closet, pero aquí estaba, la curiosidad siendo más grande que yo. Solo lo observé ahí en la cama, estaba semidesnudo  durmiendo, no parecía tan peligroso como mi mamá decía que era, lucía bastante tranquilo y normal, de repente observé como abrió los ojos con el ceño débilmente fruncido probablemente al percibir mi mirada.

—Hola —murmuró él, creo que era la primera vez que me hablaba, su voz era muy profunda y áspera, él estiró su mano hacia mi rostro casi como si quisiera comprobar que yo era real, pero de repente mi madre se abalanzó sobre mi padre y le gritó:

BROKEN (Libro 1 y 2)[Completo]Where stories live. Discover now