II. Eres patética, Moe.

2.4K 280 22
                                    


Tres semanas.

Habían sido tres semanas, casi un mes, donde no había visto a Rogan desde ese día en el que fui a su casa y él me trató como un trapo sucio, donde me dejó muy claro que no me amaba, ese día donde me destrozó todas mis ilusiones, donde masticó y despedazó mi corazón dejando solo un feo vacío porque canceló sus planes y promesas conmigo y viajó solo... bueno, con su familia, con su tía June. Me sentía tan estúpida porque realmente me había dejado llevar por mis tontos sentimientos hacia él, me permití amarlo, quererlo, mimarlo, cuando no se lo merecía, cuando solo me ilusionó.

Lo peor de amar a alguien rompiendo tus restricciones era que le parecieras indiferente, eso te demostraba que solo te usaron como trapo sucio y luego les diste igual al botarte.

Dolía, aún se sentía como una profunda puñalada que ardía.

Tragué pesadamente sintiendo un feo nudo en la garganta apretarme, pero me rehusaba a llorar, me rehusaba a que él viera todo el daño que me había causado porque él parecía estar completamente tranquilo y si él podía estar feliz, entonces no le iba a demostrar lo dañaba que estaba aunque solo quería cachetearlo y preguntarle por qué no me amaba como yo lo hacía y por qué no me dio ninguna explicación.

Yo misma me amaba tanto que no iba a permitirme caer tan bajo.

Aclaré mi garganta y me forcé a mirar a Alexander obligándome a volver a sonreír, sentía como clavos perforar mi pecho, porque una sonrisa falsa dolía más cuando solo tenías amargura por dentro.

Tenía que fingir que todo estaba bien, como siempre, porque no me agradaba la lastima de los demás.

—Alexander, ¿Cómo estás? —dije tal vez en tono demasiado agudo, así que aclaré mi garganta y agregué: —Perdón pero voy tarde, esta mañana me quedé dormida y no pude entrar a clases.

Muy bien Moe, ahora huye de aquí.

Solté una carcajada que sonó tan seca que tuve que apartar la mirada antes de que mis ojos se cristalizaran, intentando actuar normal mientras lo rodeaba colocando una mano sobre su hombro con familiaridad, porque si alzaba la vista o si tan solo volvía a cruzar una mirada con ese ser que estaba a su lado y me rompió el corazón iba a desmoronarme. Alexander era una buena persona, por eso lo quería tratar normal, él me quería ayudar a terminar mi compromiso legal y era algo que iba a conseguir porque era lo que yo quería.

Todo está bien.

Todo está bajo control.

—¿En serio? Entonces apresúrate —dijo Alexander conservando esa ligera sonrisa, miré a Chris y lo tomé de la muñeca para que se apresurara a salir conmigo.

Fue en esos nanosegundos donde volví a ser débil.

Mis ojos traicioneros rodaron hacia Rogan, porque simplemente su mera presencia me seguía dando esa extraña paz donde necesitaba ver si seguía bien, si todavía me quería... Si todavía había algo.

Pero él no me veía a mí.

Rogan tenía la vista fija en el agarre que yo tenía en la muñeca de Chris su rostro pareciendo todo un extraño poema, su ceño fruncido, parecía molesto, ¿pero cuando Rogan no parecía molesto? Él era una persona simpática pero a simple vista daba miedo por sus tatuajes, destilaba terror.

¿Celos? Dudaba que fueran celos.

Sus sentimientos parecían de hielo... no, un momento, de hielo no, porque el hielo se derrite poco a poco con calor, y él no tenía nada de sentimientos atrapados en hielo que se pudieran descongelar, él tenía sentimientos de metal, duro y frívolo porque en todo ese tiempo que estuvimos separados ni siquiera se interesó por un momento en mí, si estaba bien, si me había muerto o simplemente para saber de mí.

BROKEN (Libro 1 y 2)[Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora