Capítulo 26: After Party

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La policía pasó por el frente de la casa evidentemente sin ver evidencia de la pelea o de alguna fiesta, así que luego de unos minutos de rondar la zona, se fueron. Eso había estado cerca, si me metían presa, creo que definitivamente sería la deshonra de mis padres.

—¿Te duele algo? —preguntó Rogan, todavía me sostenía en sus brazos como unos recién casados, su rostro estaba tan cerca del mío que no fui capaz de alzar la vista.

—Un poco la espalda—mentí, porque además de que no quería que me soltara, no sabía si era el alcohol pero todo mi cuerpo se sentía en una extraña nube relajante, ¿acaso estaba a punto de morir? 

—Tengo muchas cremas para golpes, solo déjame ayudarte —murmuró Rogan comenzando a subir las escaleras conmigo en brazos, a juzgar por su tono parecía completamente nervioso—, te prometo que no va a dolerte, la crema es mágica.

—Magia —repetí echando mi cabeza hacia atrás y una rara sonrisa se formó en mis labios, sentía que estaba flotando en sus brazos, mi mente comenzó a nublarse.

—¿Qué te ocurre? —dijo Rogan pareciendo preocupado, pero yo comencé a reírme sin saber por qué me sentía tan feliz después de todo lo que había ocurrido.

—Pensé en pudín —murmuré comenzando a reírme otra vez.

Rogan abrió la puerta de su habitación y me acostó en la cama donde yo comencé a mover mis brazos y mis piernas, tal vez con la sábana lograría hacer un suave muñeco de nieve imaginario.

—Estas son todas las cremas que tengo —murmuró Rogan dejando muchos envases a un lado de mi cuerpo en la cama—. Monja, perdón, no quise lastimarte.

Me detuve de hacer el muñeco de nieve imaginario y me senté sintiendo que seguía flotando en una rara nube tomando los envases para intentar hacer inútilmente malabares. Rogan se arrodilló frente a mí y metió la cabeza entre mis piernas, fruncí débilmente el ceño sin comprender qué hacía hasta que lo vi estremecerse un poco, y mis piernas desnudas se sintieron algo húmedas, ¿acaso estaba llorando?

—Hey... —murmuré acariciando su cabello, Rogan alzó la cabeza, las lágrimas desbordaban de sus mejillas— estoy bien. Solo necesito que me traigas un pony volador para poder irme a mi casa.

Me partía el corazón verlo llorar, nunca me hubiera imaginado a Rogan llorar, pasé mis pulgares por sus mejillas limpiando sus lágrimas y besé la punta de su nariz.

Solo necesitaba salir de aquí con mi pony y volar a mi casa.

—¿Estás drogada...? —susurró con curiosidad. Observé como su entrecejo se frunció y sus ojos azules levemente irritados se estrecharon fijándose en los míos con minuciosidad.

—¿Yo? —Repetí confusa— No, ¿tú lo estás, hermoso princeso?

Solté una carcajada y alcé mis brazos sobre mi cabeza balanceándome ligeramente, todo era tan suave y hermoso.

—Mierda —comprendió Rogan con una sonrisa que parecía entre entretenida y asustada—, estás drogada.

—Que no lo estoy —envolví su cabeza con mis brazos y lo pegué contra mi pecho—, tú debes de estarlo, Princesito bonito. Qué lástima que no quieras compromisos, porque mira, tengo un compromiso en mi dedo.

Me reí del disparate que dije, y él pareció reírse, pero como tenía su cabeza presionada contra mi pecho, sentí unas raras cosquillas cuando su aliento caliente pegó directo en el escote de mi vestido y solté un gemido echando mi cabeza hacia atrás, quería que volviera a besar mi piel, la sensación era muy intensa.

BROKEN (Libro 1 y 2)[Completo]Where stories live. Discover now