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El de ojos dorados se encontraba golpeando el suelo con su pie, todo su cuerpo estaba temblando mientras que sus ojos perdían el brillo y solo se deslumbraba preocupación, miedo y algo de enojo. No había pasado mucho tiempo desde que había terminado el receso y él se encontraba de camino a su salón siendo seguido por su amigo pelirrojo y el de hebras celestes.

— Deberías comprarle más de estas barras de chocolate a tu poderoso líder, tortuga azul

— En tus sueños, se feliz con lo que te doy

— Eso es crueldad contra tu maravilloso líder

— Sigo preguntándome a donde se te va lo que tragas

— A este gran cuerpo que tengo, además de mis músculos

— Con razón no se te va nada al cerebro

— ¿¡Que dijiste tortuga azul!?

— Lo que oíste intento de cocodrilo

— Tu e-

— ¡Baam!

El menor que se había mantenido callado mientras reía de manera silenciosa por la conversación de sus dos amigos se volteó al oír la voz de su hermano mayor llamándole de manera desesperada. Su rostro no le dio buena espina, un sentimiento incierto se instaló en su pecho.

— ¿Qué pasa hermano Karaka?

— ¿¡Donde tienes el celular!?

— Lo deje en el salón como no lo uso

— Bueno, eso no importa después te regaño. Ve a tu salón rápido por tus cosas, padre está viniendo para recogerte.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Baam escúchame, pero no te alteres

— Si me dices eso lo voy hacer más hermano Karaka

— Bien, tienes razón

— ...

— Evankhell fue herida de gravedad y está en el hospital

El castaño termino de escuchar las palabras de su hermano rubio a pesar de tener un rostro inexpresivo sus ojos transmitían toda la preocupación que estaba sintiendo sobre su hermano menor.

— ¿Tortuga negra/Baam?

El castaño no respondió a ningún llamado, estaba atrapado en sus pensamientos y aquella sombra negra comenzó a emerger mientras se tragaba toda aquella calidez que lograba transmitir el menor. Sin decir nada salió corriendo de donde estaba para ir a su salón, esquivo de manera efectiva a todos, tomo sus cosas y salió corriendo de nuevo, pero esta vez hacía la salida en donde esperaría a su padre.

— Por favor, tu no me dejes

Esas fueron las palabras que susurro el menor antes de llegar a donde estaba ahora, en donde aparte de golpear su pie contra el suelo para mantenerse ocupado se encontraba revisando a cada rato su celular, había recibido mensajes de su amigo pelirrojo, su hermano y del de hebras celestes. No los contesto porque estaba más concentrado esperando alguna llamada de su padre o de su tío.

— Se está tardando

Murmuro con una voz medianamente grave mientras levantaba la vista de su celular para ver el carro de su padre llegando hasta estacionarse al frente de él. No dejo que hablara y se subió en la parte delantera.

— Vámonos

El castaño mayor se quedó unos segundos procesando lo que había pasado y entendió un poco la actitud del menor, así que sin decir más se puso en marcha de nuevo el carro manejando hacia el hospital central de la ciudad.

My Person [BaKhun]Where stories live. Discover now