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Eran exactamente las cinco de la mañana y el castaño se levantaba de forma perezosa de su cama para ir al baño de su cuarto. Se dio una ducha y se alisto para ir a su trabajo siendo ya las seis y media de la mañana. Tomo su celular y comenzó a revisar correos, en su mano llevaba un maletín. Como todos los días iría a tomar desayuno a la cafetería al frente de su empresa.
O eso es lo que pensaba el castaño hasta que bajando las escaleras sintió un delicioso aroma de hotcakes, café recién hecho, huevos revueltos y tocino. Su estómago gruño a reacción por los aromas que comenzaban a formarse en el aire. A paso rápido bajo las escaleras que le faltaban para llegar al comedor y luego a la cocina. Ninguno de sus hijos mayores era capaz de cocinar sin quemar la cocina, así que el único que quedaba era el pequeño de cabellos azabaches.
- Jinsung, buenos días
- ¿Baam? ¿Por qué estás despierto a esta hora y cocinando?
- Desde que llegue hago el desayuno, pero solo eran solo el hermano Blanco y el hermano Karaka. Ellos me dijeron que usted salía más temprano y por eso estoy aquí.
El mayor se quedó viendo como el infante agarraba el plato que se encontraba en la isla de la cocina para poder colocarle el tocino que antes estaba friendo y volver a ponerlo en la isla. Ya que el pequeño de ojos dorados no alcanzaba la cocina por completo estaba subido en un banco, vio como bajo de un salto de este, agarraba el plato de la isla, caminaba hacia el comedor, lo ponía en la mesa junto a otros dos platos que tenían hotcakes y miel. El infante se acercó al castaño, lo tomo de la mano y lo llevo hacia el lugar en donde estaba el plato que había dejado hace unos momentos y lo hizo sentarse.

- ¿Prefiere el café con azúcar o sin azúcar?

- Sin azúcar

El castaño solo respondió de manera automática recibiendo un asentimiento de cabeza junto con una sonrisa por parte del menor. Seguía en su asombro frente a todo lo que estaba haciendo el menor, solo había pasado una cuatro días desde su llegada y no podía creer que estuvo haciendo todo esto. Unos pasos se escucharon bajando las escaleras y momentos después una silla a su lado se movió.

- Oh, hermano Blanco buenos días.

- Buenos días Baam ¿Hotcakes con miel?

- Si, son hotcakes de plátano espero te gusten.

- Seguro que si, por cierto buenos días Padre.

- Blanco ¿Esto?

- Le dije que no era necesario, pero me respondió que le gustaba hacer esto desde que estaba en el orfanato.

- Aquí está su café y jugó de naranja para ti.

Dejo la taza de un café humeante frente al mayor de los presentes y al que seguía un vaso lleno de jugo de naranja. El menor les dedicó una sonrisa antes de ir por otro plato que estaba lleno de hotcakes, junto a otro vaso de jugo, los puso en un sitio disponible de la mesa y comenzó a comer. El albino le siguió después sonriendo ante el sabor del desayuno, el castaño espero unos minutos más antes de comenzar a comer. Todo estaba bien cocinado, levantó su mirada y vio al pequeño que comía su desayuno moviendo sus pies al no alcanzar el suelo, se preguntó cuanto tiempo estuvo siendo abusado para cocinar en el orfanato.

Dejo de pensar en eso y se dedicó a comer su desayuno, a los momentos acabó y viendo la hora aún tenía treinta minutos antes de entrar a trabajar. Miro al pequeño que se había levantado sin terminar para ir a la cocina y traer otra taza con café dejándolo al frente del plato restante.

- Buenos días hermano Karaka.

- Eran buenos hasta que hablaste, buenos días Padre, hermano Blanco.

El rubio saludo a los dos restantes y se sentó a tomar el desayuno. El castaño por su parte quiso golpearlo con ganas, bueno en verdad si le golpeó de forma suave al ver el rostro del menor de todos decaer.

My Person [BaKhun]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant