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— Si gracias. Ahora comencemos con la charla.

— Eres muy directo oxigenado

— Solo siéntate cerebrito, tenemos mucho de que hablar

El mayor de cabello rubio se sentó en el suelo y espero a que los dos menores se sentaran frente a él para comenzar a hablar. No quería seguir peleado con su hermano menor, durante toda la noche no pudo dormir por aquella pelea que habían tenido. No iba a negar que su hermano empezó, pero siendo el mayor debió de haber buscado una solución que no fueran los golpes. 

 Ambos menores se vieron antes de sentarse al frente de mayor que se encontraba con los ojos cerrados perdido en sus pensamientos. El de ojos azules recién lo miraba de manera detenida, su labio se encontraba roto y su pómulo se veía algo hinchado. Su vista siguió bajando observando su cuello el cual tenía algunas marcas y se imagino que si siguiera bajando por su pecho el rubio tendría un montón de moretones como el chico que se encontraba observándole a su costado. Proceso lo que había dicho en su mente y volteó su rostro de manera rápida solo para ver que el castaño se encontraba observando al rubio. Tal vez había sido su imaginación el que lo estuviera observando. 

Lamentablemente no había sido su imaginación, el castaño se había sentado rendido ante la idea de escape de su hermano. Aunque estaba feliz de que le dejara quedarse para poder saber de que iban a hablar. Su mirada dorada dejo de observar a su hermano que seguía perdido en su mundo y miro al chico de ojos azules que se encontraba a su lado, pero pronto su ceño se frunció al notar que este miraba de manera detenida a su hermano mayor, aquello lo molesto. Pero seguía si saber porque le molestaba, sabía que no era normal algunas cosas que sentía por el de cabello celeste que era como su mejor amigo, ni el mismo entendía sus sentimientos. Desvió de manera rápida la vista cuando el contrario lo noto y para calmar a sus propios pensamientos tosió levemente para llamar la atención del mayor, lo cual se logro y los observó.

— Primero que nada, quiero dejar una cosa muy clara. No me gusta Agüero.

Ante aquella declaración repentina los dos menores abrieron un poco más sus ojos observando con sorpresa al mayor. Aunque el de ojos azules no entendía porque el contrario aclaraba eso primero, su ceño se fruncía levemente. En cambio, el castaño se encontraba algo avergonzado, su hermano estaba con una mirada sería y su tono de voz también era serio. Tal vez, se había dejado llevar por algunas cosas que había escuchado.

— ¿Por qué empiezas con eso?

— Porque quiero y puedo. Hay varios rumores de que tu y yo somos pareja o que estamos saliendo.

— ¿Qué? Eso es asqueroso e imaginable.

— Exacto, así que para aclarar eso a Baam y no caiga por lo rumores lo dije primero.

El de ojos azules volteó levemente su mirada para ver al menor de ojos dorados quien se encontraba observando a un lado evitando que su rostro se viera. Pero si se alcanzaba a ver sus orejas rojas. Quiso reírse al principio por lo tierno que le parecía aquella faceta del chico, pero no lo hizo al razonar del porque estaba avergonzado. Una de sus cejas se alzo mientras que se sentía levemente ofendido. 

— Espera ¿Creíste en esos rumores? Baam

— No

— Mentiroso, si esa fue una de las razones por las cuales me golpeaste.

Ante la revelación del rubio el de ojos azules se volvió a sorprender y su mirada viajo del rubio que traía una sonrisa burlona y el castaño que seguía mirando hacía otro lado con sus orejas más rojas. Sin poder evitarlo se sonrojo levemente al pensar que tenía algo de esperanza. 

My Person [BaKhun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora