My Person [BaKhun]

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— Baam él es Enryu, tu padrino.

El de ojos dorados se le quedo mirando al contario por un buen rato, a su mente vino un pequeño recuerdo rápido de alguien cargándolo con el mismo tono de ojos que el mayor, aunque luego de unos segundos fue pasado a los brazos de un adulto de cabello negro y largo.

— Yo creo que te recuerdo

— ¿Eh?

Aquello llamo la atención de ambos adultos que estaban viendo al chico, era imposible que alguna vez el joven lo haya podido ver.

— Baam no digas tonterías

— No es un recuerdo conciso como ustedes piensan, es solo un recuerdo borros que tengo de los dos años creo

— ¿Tan buena memoria?

El castaño menor miro al pelirrojo por unos segundos antes de sonreír mientras que pasaba a la casa hacia la cocina.

— Mi memoria es tan buena que recuerdo todo desde el accidente de mis padres.

Aquellas palabras dejaron helado al pelirrojo mientras que al castaño mayor le dieron ganas de reír ante la actitud de su hijo. No lo había dicho de mala manera, solamente le dejaba en claro que recién aparecía.

— Si bueno es algo que yo no sabía

— Lo sé, después de 12 años recién apareces así que es normal.

Y el pelirrojo había caído en la red de su hijo, por eso no le gustaba que se juntara con su hijo mayor albino, aquella actitud era digna de Blanco.

— Bueno tuve mis motivos

— Los escuchare mientras que comemos, siéntense iré a calentar.

Ambos mayores obedecieron las órdenes del más joven de aquella casa, se sentaron frente a frente mientras que esperaban la comida del castaño. Aunque minutos antes de que el joven saliera de la cocina unas risas se escucharon de afuera para luego pasaran una cabellera albina, rubia y pelirroja a la casa interrumpiendo el silencio incomodo que se formaba entre ambos adultos.

Ambas miradas se posaron en las tres personas nuevas que entraban a la casa quienes al ver la situación se quedaron en silencio mirando a ambos adultos. Era un silencio mucho más incómodo que antes hasta que el menor de todos salió de la cocina y se quedó mirando la escena antes de reírse.

— Hermano Blanco, Hermano Karaka, Tío Yama bienvenidos siéntense para poder acomodarlos

— Déjame ayudarte Baam

— Gracias hermano Karaka, ve por los platos que ya están servidos.

El rubio asintió ante su pedido y pasó por su lado elevando su mano para poder acariciar los cabellos castaños del chico. En cambio, este siguió su camino hasta la mesa colocándole los platos a ambos mayores. El rubio trajo dos más y el menor quien había vuelto a la cocina trajo los dos últimos. La mesa había sido colocada de manera silenciosa por el albino.

— La mesa fue puesta por un fantasma

— Cállate oxigenado

— No peleen

— Mmm Baam, lo que te tengo que decir es algo privado.

— Puedes decírmelo acá, no tengo nada que ocultarle a mi familia.

— Pero

— Ya lo escuchaste Enryu, no seas terco.

— No te metas en esto Jinsung

— Yo me meto si quiero, él es mi hijo

— Y él es mi ahijado

— Ambos dejen de pelear antes de que decida irme.