68

721 105 160
                                    

Varias semanas habían pasado desde que se enteró del regreso de uno de sus hermanos mayores.

Su hermano que tenía un tono de cabello parecido al de él se había ido junto con su hermana Emma al extranjero por orden de su padre. Todo por haber escogido otro camino aparte del de un Khun.

Aún se preguntaba porque mantenía a él a su lado cuando era obvio que no se involucraría en la empresa familia y haría una propia para poder competir con la de su padre.

Soltó un suspiro levantándose de su cama al mismo tiempo que su alarma sonaba. Se había levantado un poco antes de que está sonará, un hábito que había adquirido desde que el chico de ojos dorados se había ido.

Se estiró cuando estuvo parado y camino de manera lenta hacia el baño de su habitación para comenzar su aseo matutino. Como siempre la puerta de su habitación sonó y su nana paso a limpiar su habitación.

No se demoró mucho en lavar su cuerpo, pero si en su cabello. No le importaba lo que le dijeran, su prioridad siempre sería su cabello y que estuviera bien cuidado.

Antes de envolver su cintura con una toalla para secarse se miro en el espejo. Su cuerpo había cambiado bastante desde hace varios años. Había crecido un poco más, pero no era una estatura que el le gustará. Esperaba que siguiera creciendo.

Miro si abdomen el cual no estaba firme y entrenado, pero tampoco era blando y deforme. Se sintió feliz con la forma que tenía, su tono de piel seguía siendo claro y seguía siendo delgado. Estiró su cuello a un lado y se dio cuenta que su clavícula sobresalía.

A su opinión era guapo, sexy y lindo. Una sonrisa se posó en sus labios y procedió a secarse su cabello de manera lenta con una toalla aparte. De allí seco su cuerpo y tomo la ropa para el instituto que le había dejado su nana en algún momento adentro.

Al estar listo se volvió a mirar al espejo y se quiso reír. No sabía desde cuándo se había vuelto a preocupar por su imagen hasta el grado en que estaba ahora. Tomo los pendientes que había usado desde hace varios años y se los coloco.

Salió del baño después de secar un poco más su cabello. Vio a su nana que ya había terminado de ordenar superficialmente su cuarto parada al frente de la puerta.

— Buenos días Agüero.

— Buenos días

Dicho ese saludo de manera cordial, pero al mismo tiempo cálido de alguna forma salieron para ir hacia el comedor de la casa para desayunar en familia. La tradición de su padre.

Al llegar al comedor vio a su hermana mayor, a sus tres hermanos mayores, a la intrusa odiosa y a su padre.

— Buenos días

— Buenos días Agüero

El único que le saludo fue el mayor de la casa, mientras que los otros solo le saludaban con la cabeza. A excepción de la cosa que no merecía su atención. Camino hasta su asiento y espero a su hermano menor que no demoró en llegar.

Al instante y sin decir nada los sirvientes llenaron la mesa de comida para desayunar.

Así comenzó su desayuno silencioso como todas las mañanas. Por su parte tomaba su café de manera tranquila mientras picaba algo de huevo y tocino de su plato.

— ¿Hoy es tu primer día en la High School, Agüero?

— Si, Eduan

— Que me llames padre

— Espera ¿Ya tienes 16 años? ¿Dónde quedó mi hermanito pequeño?

— En tus recuerdos.

— ¿Qué se siente vivir tanto tiempo como la deshonra de la familia!?

My Person [BaKhun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora