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No pasó mucho para que un chico de cabellera plomo platino llegará a la cafetería junto a un chico de cabellos celestes claros. Ante aquellos nuevos clientes varios de los que estaban sentados voltearon a verlos.

En especial cierta pelinegra que dejó de morder su hamburguesa para alzar su mano para llamar la atención de los dos nuevos chicos que se unirían a su reunión secreta en la cafetería.

— Como siempre está comiendo

— Los dos sabemos que Yuri no vive sin comer, pelear, dormir o meterse en problemas.

— Buen punto.

Mientras que los dos nuevos integrantes avanzaban para encontrarse con la chica y su siempre acompañante de cabellos plomos notaron a los dos nuevos. Uno de una cabellera castaña larga y otra rubia.

Al llegar a la mesa la pelinegra se paró para saludarlos de manera amistosa. Con un pequeño abrazo y una chocada de puños.

— Vinieron rápido.

— Tú dices revolución y soy flash

— Eso es cierto, se pasó dos luces rojas.

— Tenías que ser tu.

— Cállate, tú harías lo mismo.

— Touche

Los dos se rieron mientras que el de cabello celeste y el de cabello plomo de menor estatura soltaron un suspiro casado ante la las locuras de los más altos.

— Bien ¿A quien querías presentarme?

— ¡Oh claro! Urek el es Baam y Baam el es Urek.

El castaño se levantó de su asiento sintiendo la mirada curiosa rojiza del más alto. Este al ver el color de sus ojos abrió los ojos.

— ¿¡Arlene!?

— ¿Conociste a mi madre?

— Solo he conocido hasta ahora en el mundo una persona que tuvo ese color. Pero espera ¿Tú madre?

— Así es.

— ¿¡Tuvo un hijo!?

— No eres rubio, así que no eres hijo de Zahard.

— ...

— ¡Urek!

El de cabello celestes llamó la atención al mayor, este por su parte lo miro sin entender porque le gritaba. Pero luego un escalofrío le recorrió el cuerpo y como si fuera un animal retrocedió porque su cuerpo reaccionó a un instinto de peligro.

Sus ojos rojos vieron al de ojos dorados opacos que lo miraba en silencio enojado. Una fuerte presencia que te decía que tenías que bajar la mirada se sintió de su cuerpo, un aura peligrosa.

Aquella aura sorprendió tanto al de cabello platino como a la pelinegra y el de cabello plomo. Ya que a primera vista el chico parecía inocente.

El rubio miro la situación soltando un suspiro y estiró su mano con cuidado para agarrar la muñeca del de cabello castaño.

— Baam, cálmate.

— ...

— Piensa en algo que te tranquilice.

Como si el rubio ya estuviera acostumbrado a esta situación le hablo en un tono tranquilo y bajo sin tenerle miedo a su aura o reacción del contrario.

Por su parte el castaño cerro los ojos tratando de tranquilizarse. A su mente vino el sonido de un piano junto con una suave voz, todo aquello lo calmo y solo pudo pensar en un color azul como el cielo y aquellos ojos que extrañaba.

My Person [BaKhun]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin