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— ¿¡Por qué me alejas de ti!?

Ante el gritó de la chica el castaño se le quedo mirando con los ojos abiertos. En todo el tiempo que había sido amigo de la chica jamás le había visto alzar la voz de ese modo. Aquello le hizo pensar en las palabras de su hermano, al final de todo él tenía la razón. Nunca conoció por completo a la chica.

— Rachel antes que todo, cálmate por favor.

— ¿¡Qué me calme!? ¿¡Me pides que me calme!?

— Si, por favor. Se supone que ya deberíamos estar en clase.

— ¡Eso me vale una jodida mierda!

— Que dejes de gritar

El castaño no sabía qué hacer con la chica, el solamente había querido ir al baño. Noto que la chica no estaba dispuesta a dejarlo pasar al baño.

— Hablemos en la salida Rachel.

Y dicho eso trato de sacar a la chica que estaba delante suyo de manera amable para poder irse a su clase. Podía aguantar un poco más. Pero no pudo mover a la chica porque escucho un sollozo y al segundo la chica le miró con sus ojos amarillos pálidos llenos de lágrimas.

— ¿¡Por qué me haces esto Baam!?

— Rachel cálmate por favor

— ¡Deja de decir que me calme! ¡Solo quiero respuesta!

— Ahora no podemos hablar Rachel, tenemos clase y tenemos examen después.

— ¡No me importa eso! ¡Concéntrate en mi! ¡Yo soy más importante que eso!

— Rachel, ahora no.

— ¡Ahora sí Baam! ¿¡Acaso siendo tu mejor amiga no tengo prioridades!?

— Rachel, deja de hacer un escándalo. Pueden venir y gritarnos.

— ¡Que no me importa!

El castaño suspiro mientras miraba a la chica, su corazón se removió ante la incomodidad que le provocaba ver a la chica de pecas llorando mirándole. Sabía que no debía hablar con ella, su hermano le había advertido de esta situación, le dijo que nunca estuviera solo. Pero venga, le tenía que venir antojo de ir al baño.

La rubia miraba de manera insistente al contrario esperando que cayera ante sus lágrimas como siempre lo había hecho. Tenía que funcionar, tenía que confirmar que Baam seguía estando en la palma de su mano. No podía permitirse verlo ser feliz, aquellos ojos dorados le causaban repulsión. Todo porque se parecían a los de ella.

El de ojos dorados miro a la chica antes de soltar un suspiro. Su hermano se enojaría por esto y ni que decir del chico de ojos azules, habían retomado su relación de antes y era más feliz que no. Además de que aún tenía la conversación pendiente con la chica de cabellos castaños de su grupo para que le ayudará a definir sus sentimientos por el de ojos azules. Con eso en mente se dijo que este era el cierre de su relación con la chica que estaba adelante suyo.

— Bien, deja de llorar por favor. Hablemos en la azotea, así nadie nos escuchará.

— Yo quiero hablar aquí.

— Rachel no quiero meterme en problemas, vamos.

— Tengo mejor otro lugar.

La rubia le tomo de la mano con una leve sonrisa aunque lágrimas aún caían por sus mejillas. Aquel toque que le daba la chica le causaba escalofríos, pero no escalofríos de los buenos. De alguna manera sentía que estaba caminando hacía un lugar que no debía ir. Pero se dejó llevar, todo porque quería cerrar todo.

My Person [BaKhun]Where stories live. Discover now