64

502 95 95
                                    

El rubio no se encontraba en su cuarto, no podía estar tranquilo y sus pies lo llevaron a la habitación de su hermano castaño. Aunque ya no sabía si podía seguir llamándolo hermano.

Estaba echado sobre su cama mientras su vista recaía en el cuadro sobre la mesa de noche que estaba al lado derecho de la cama. Era una foto de los cinco, de la familia que habían formado.

- Al menos pudiste haberte llevado esa foto.

Murmuró en un tono enojado. No entendía porque el menor había tomado aquella decisión de irse. Qué le había dicho aquel asqueroso ser en el transcurso del tiempo en el que corría para detenerla.

- Debí de haber gritado. Debí de haberle llamado desde la ventana y decirle que se alejara de ella. Había otras formas.

Su mano derecha subió hasta sus ojos para taparlos mientras varios escenarios sucedían en su mente. Escenarios en donde no terminaban en esta situación, si tan solo él hubiera hecho otras cosas.

- ¡Maldición!

La mano que no tapaba sus ojos se formó en un puño y golpeó el colchón de la cama. Después de ese golpeó le siguieron varios. No sabía cómo sacar su sufrimiento, no le gustaba llorar y mucho menos hablar con la gente de lo que sentía. Eso no iba con él.

- De nuevo falle en protegerte.

Aquel susurro salió de su garganta mientras que seguía golpeando la cama. Odiaba este sentimiento, odiaba tener que arrepentirse de las cosas. Odiaba la palabra hubiera o el pasado.

Siguió golpeando el colchón para tratar de controlar las ganas que tenía de ir a golpear al albino de "su familia". Porque el lo sabía. Sin Baam la familia que habían formado se terminaría rompiendo como un vidrio.

Su mente siguió divagando hasta que recordó que faltaba una semana para que se graduará y tuviera que ir al otro instituto. Una sonrisa forzada se colocó en sus labios antes de comenzar a reírse.

- ¡Menuda mierda es esta!

Entre risas grito aquellas palabras, no le importaba si los que estaban aún en la casa lo tildaban de loco después. Necesitaba algo, necesitaba una forma de desahogarse después de todo.

- ¿No pudiste esperar una semana más? Baam.

Junto a esas palabras una pequeña lágrima cayó por uno de sus ojos. Una lágrima que sería la única vez en donde lloraría. Después de todo, no había llorado desde la promesa que se hizo cuando su padre lo rescató de las manos de ese otro ser asqueroso.

La mano que se encontraba golpeando la cama dejo de hacerlo y viajo hasta su abdomen. Si de quitará la camiseta a parte de enseñar su cuerpo bien formado a pesar de la edad que tenía, se podría ver una cicatriz bastante grande por la herida de muerte que le dejó su supervivencia ante aquel hombre que se parecía a él.

- Creo que lo mejor será tomar algo para dormir.

Su mente iba a seguir trabajando, aunque el solo quisiera descansar de todo lo ocurrido hoy. Así que salió del ex cuarto del menor de ojos dorados y bajo a la cocina. Camino hacia un gabinete en donde había un pomo de pastillas. Saco dos y se las tomo de golpe.

- ¿De nuevo tienes pesadillas?

- No, solo quiero dormir seguido.

- Mañana tienes instituto. Son tus últimos días.

- Lo mejor es que no vaya, si me cruzo con esa cosa no me haré responsable si la mato.

- Ella no irá. Hablé con el director para que la suspendieran.

My Person [BaKhun]Where stories live. Discover now