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El castaño al ver al de cabellos celestes con los brazos abiertos como si esperara que vaya corriendo a abrazarlo, no pudo evitar soltar una risa leve antes de dejar su maleta a un costado y acercarse de manera rápida hacía el chico para poderlo abrazarlo. El de ojos azules cerro los ojos disfrutando de la calidez que los brazos del chico menor le proporcionaban. Se acurruco de manera automática contra su pecho.

— Estaba preocupado por ti

— Lo siento

— ¿Por qué no contestabas tu celular?

— Lo apague porque estaban que me llamaban demasiado

— ¿Quién?

— Leessoo

El menor no pudo evitar reírse de manera baja de nuevo, el de ojos azules pensó que aquella risa no era para nada molesta, aunque estaba con dolor de cabeza que cualquier ruido podía molestarlo de sobremanera. El menor se separó y acomodo de nuevo en la cama al mayor, este hizo un leve puchero al ya no sentir el calor del contrario. El de cabello castaños se levantó para poder tomar los pañitos húmedos y cambiar el que estaba en la frente del contrario pasándolo por todo su rostro también.

— ¿Por qué te bañaste en la madrugada?

— ¿Quién te conto?

— Tu padre

— Quiero asesinar a ese viejo por andar soltando cosas que no son su asunto

— ¿Por qué?

— Simplemente no podía dormir y me bañe

— ¿Con agua fría?

— No pensé que me resfriaría tan rápido

— ¿Te secaste el cabello?

— No

— Allí está tu respuesta a porque te resfriaste, no debes volver a hacer esto. Es peligroso que te estés enfermando. Nos preocupas a todos y más aún cuando no respondes tu celular.

— Ya, perdón mamá

El de ojos azules le miraba de manera divertida al contrario, aquello provoco que el contrario le sacara la lengua antes de tirar el pañito húmedo sobre los ojos del contrario. Una leve risa salió de los labios del chico antes de acomodarse el pañito.

— Aunque estés mal sigues haciendo eso

— ¿Qué es eso?

— Pues eso

— No te entiendo

— Pues yo sí y ese es el punto

— Bueno

Ambos jóvenes se miraron un rato en silencio antes de que los dos se rieran bastante, aunque de manera baja por el dolor de cabeza del contrarió. Se volvieron a mirar a los ojos con una sonrisa en sus labios y el menor pensó que el rostro del mayor pintado de color rojizo junto con esa sonrisa era bastante bello.

Luego de estar unos minutos en aquel silencio bastante cómodo para ambos el menor le sonrió al mayor antes de salir del cuarto sin decir nada, aquello desconcertó bastante al mayor quien solo se acomodó en su cama. Esperaba que se despidiera o que dijera algo antes de irse de su cuarto y tal vez también de su casa. Sus ojos se pusieron levemente lagrimosos, estar enfermo lo ponía más sensible y débil, odiaba eso, odiaba enfermase hasta este extremo.

Estuvo varios minutos hundido en sus pensamientos mientras que estaba acurrucado en su cama que lo único que le hizo salir de aquello fue la puerta de su cuarto abriéndose. Pensó que era su nana o tal vez su padre que estaba yéndole a ver bastante ese día. Otras veces en las que caía enfermo nunca lo había ido a ver tantas veces, pero esta vez había entrado a su cuarto como más de diez veces preguntándole como estaba, trayéndole agua o hasta cambiándole los pañitos. Quería preguntarle si se había golpeado la cabeza o algo para que estuviera haciendo todas esas locuras.

My Person [BaKhun]Where stories live. Discover now