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La mayoría de jóvenes ya se encontraban cambiados y listos para salir al instituto, aunque obligados y sin entender la razón de ello.

— ¿En verdad no podemos faltar? 

— No Karaka, si faltan su récord perfecto de asistencias se romperá. 

— Pero si eso dejo de existir desde hace tiempo.

El castaño mayor miró de manera amenazante a su hijo mayor de cabello rubio para que se callara y simplemente fuera al colegio.

— Yo alguna vez tuve uno

Ahora el que hablo fue el castaño menor que simplemente miraba a una pared recordando los viejos tiempos en donde su asistencia era perfecta.

— ¿Cómo es eso Baam?

Ante la pregunta de su padre, el castaño tembló levemente al darse cuenta de que se había ido de boca. Siguió mirando la pared como si ese no fuera su cuento.

— Baam 

— ¿Si?

— ¿Qué pasó con tu récord de asistencia?

— ¿Viole tenía uno? 

— Wangnan silencio. 

— Él faltaba a la mayoría de clases del colegio y cuando iba se la pasaba en la azotea. Solo iba a los exámenes. 

— ...

— ¡Ha Baam! ¡Te voy a castigar aunque entremos a una guerra! 

— ¡Wangnan te voy a matar!

— ¡Fue sin querer!

La mayoría de los presentes se rio ante la interacción del padre, hijo y amigo, pero aquello se acabó en unos minutos y todos se fueron al colegio dejando en la casa solamente a los adultos. Ellos se quedaron conversando mientras que esperaban a los contactos que habían llamado para que pudieran ayudar con lo que se aproximaba.

Mientras que los chicos que aún eran adolescentes iban al colegio en una mancha, como si eso fuera lo más normal del mundo, como una rutina que hicieran todo el día

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Mientras que los chicos que aún eran adolescentes iban al colegio en una mancha, como si eso fuera lo más normal del mundo, como una rutina que hicieran todo el día. Entre ellos conversaban cosas del pasado más que nada anécdotas graciosas. Las personas que los veían caminar de esa forma pensaban que eran simplemente un grupo normal de adolescentes caminando hacía el colegio a un día más de clase. Aunque cierto rubio se encontraba levemente triste por su pareja, sabía que estaba de manera estable, pero no podía evitar preocuparse por él.

— Wangnan ¿Sigues preocupado por Akraptor?

El rubio dejo de mirar el suelo para enfocar sus ojos el par de ojos que se parecían a los suyos, se le hizo raro ver otro par de ojos iguales a los suyos, además de los de su desagradable progenitor. A veces odiaba lo fuerte que eran sus genes para hacerlos tan parecidos por no decir una copia.

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