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Un rubio entraba a una habitación oscura para mirar el alrededor con cuidado antes de notar un bulto en la cama, al verlo soltó un suspiro y se acercó al interruptor dudando unos segundos antes de encender la luz teniendo como resultado un gruñido del bulto en la cama.

— Violet, entiendo que no te guste la escuela, pero tienes que al menos asistir.

— ...

— Sé que estas despierto.

— Eres molesto.

— Me lo dicen seguido, así que ahora levanta tu trasero de allí y sal a comer algo.

El rubio se paró con sus manos posicionadas en su cadera sin moverse un centímetro esperando que el menor se levantara de la cama y saliera de aquel cuarto. Tuvo como respuesta a su insistencia otro gruñido y luego un movimiento en la cama. Cuando las sabanas se corrieron dejaron ver el cuerpo de un adolescente lleno de vendajes hasta que un cabello basta largo hasta la mitad de la espalda de color castaño cubrió estos.

— Bien, esto es un avance. Te espero afuera Violet

— Si

El rubio salió de aquella habitación cerrando la puerta permitiendo que el silencio volviera a la habitación, el castaño que se quedó levanto el rostro dejando que sus ojos dorado opacos se acostumbraran a la luz que había tan solo en esa habitación. Se levantó con cuidado y se acercó a su armario para sacar unos pantalones holgados de color negros, una camisa de color plomo, vendajes nuevos y un bóxer.

Entro al baño de su cuarto para poder quitarse su ropa interior sucia y los vendajes que tenían algunas manchas rojas. Un espejo le hizo ver su imagen y se rio de sí mismo, ante sus ojos solo había un chico con un cuerpo lleno de marcas y unas heridas recién cicatrizadas y otras aún abiertas, siendo la más grande una de estas. Su cuerpo podía estar bien entrenado, pero para el solo era desagradable. Sus ojos subieron hasta mirar a su rostro que era tapado por el cerquillo que tenía gracias a Xia Xia que ya no soportaba verlo despeinado. Lo levanto y dejo a la vista aquellos ojos dorados que eran una maldición en cierto sentido.

— Sin estos ojos tal vez podría haber tenido una vida normal.

Dejo de mirarse en el espejo y entro a la ducha en donde dejo que su cuerpo se mojara por completo con agua fría. Se lavó por completo, tomo una toalla de la estantería en donde había algunas limpias. Se secó por completo, se puso las vendas después de limpiar las heridas y de allí se vistió. Secó su cabello con una toalla para luego amarrarlo en una coleta alta.

Salió del baño dejando la ropa sucia en una canasta y camino descalzo fuera de su cuarto, que a pesar de su imagen de niño malo estaba ordenada por completo, excepto por la cama que recién se levantaba.

Al llegar al comedor vio a un grupo de chicos desayunando en un silencio cómodo de alguna manera, excepto por el sonido de algo friéndose, se sentó en su asiento y de inmediato se le fue dejado una taza de café oscuro.

— Café cargado como te gusta

— Gracias Goseng

— No es nada

La chica de cabellos castaños le sonrió levemente al adolescente y volvió a la cocina en donde el rubio salía con un par de platos para dejarlos en la mesa, uno tenía un poco de salmón frito y en otro huevo revuelto. Se sentó en un asiento libre y de allí la chica regreso con dos tazas más y se sentó también.

Fue un desayuno tranquilo comparados a otros que tenían, en donde normalmente la pelinegra del grupo se gritaba con el rubio, en donde el albino platinado tragaba todo lo que podía y el pelinegro teñido de morado le gritaba por no dejar nada, este era un desayuno tranquilo a su parecer. Por primera vez se sintió tranquilo antes de salir a la escuela en donde volvería a sufrir por el aburrimiento o tal vez sufriría por alguna pelea nueva en la que se vería involucrado.

My Person [BaKhun]Where stories live. Discover now