My Person [BaKhun]

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Estuvieron así hasta que escucharon a alguien subir, el que se puso alerta primero fue el mayor pensando que era aquel rubio. El temor comenzó a correr por sus sistema, aquel ser asqueroso no tenía que ver a Baam.

— A.A ¿Puedo hablar con-? 

Una cabeza llena de cabellos albinos cortos se asomaba por las escaleras mientras que hablaba, aunque se quedó callado al ver a su hermano de cabellos celestes junto con su amigo de cabello castaño. Por parte del mayor de ojos azules su corazón comenzó a latir de manera normal después de ver a su hermano menor allí.

— Ah eres tú

— ¿Quién pensaste que era?

— Alguien que no quiero ver

— Ya veo

Las tres personas que se encontraban allí se quedaron viendo, hasta que el menor observo la situación en la que se encontraban los mayores. Ver al chico de ojos dorados sin camiseta y además de tener el pecho marcado al lado de su hermano mayor lo confundió un poco. Hasta que su mente trabajo rápido haciendo que se genere un malentendido en su mente, una leve sonrisa se coloco en su rostro y sus ojos azules con un destello llenó de burla miraron de manera directa a los ojos azules de su hermano mayor que lo miraba sin entender.

— Diablos hermano, no te creía tan así.

— ¿Eh?

— Pobre Baam, lo dejaste todo marcado

Ambos adolescentes miraron sin entender al menor aun, hasta que el cerebro del mayor de todos conecto cables provocando que su rostro se colocara rojo hasta las orejas.

— ¡Tu maldito mocoso! ¡No es lo que estas pensando!

— ¿Qué esta pensando Ran?

— Baam eres un ser inocente, no puedo creer que A.A te haya corrompido

— ¡Yo no corrompí a nadie!

— Mira a Baam, con su cara de no entender y el pobre con todo su cuerpo marcado.

— ¡Esta confundido por lo que estas diciendo!

— Entonces le voy a explicar 

— Ok ¡Espera no!

El de cabello celestes iba a alejar al chico de cabello castaño de su hermano menor, pero este de alguna manera se volvió más rápido hasta alcanzar al de ojos dorados alejándolo del mayor. El de ojos dorados que no entendía casi nada de lo que estaba pasando se dejo jalar por el menor de los tres, su cuerpo le dolió un poco, pero el menor no tenía la fuerza como para empeorar su dolor. El menor se acercó a la oreja del chico de ojos dorados para poder explicarle lo que estaba pasando. 

El de cabellos celestes quería pegarse un tiro, tener a su hermano menor allí explicándole a saber que al chico que le gustaba. Solo faltaba que llegara su hermana o su padre, pero su suerte no podía ser tan mala. Mientras que este estaba en su mundo el rostro del menor de cabellos castaños se iba volviendo más rojo hasta competir con el cabello de su amigo. 

— ¡Nosotros no estábamos haciendo nada de eso!

— ¿No? Eso es una pena

— ¡Tu mocoso de cuarta!

— ¿Por qué gritan tanto?

Y como si su nuevo miedo se hiciera realidad atrás del mayor de ojos azules se encontraba dos personas nuevas. No necesitaba girarse para saber que esas personas eran su hermana mayor y su padre. 

— Maldición, no es na-

— Baam y A.A estuvieron haciendo cosas malas

— ¿Cosas malas?