Nuestra promesa «Shisui Uchiha» [EDITANDO]

Capitulo III pt.2

Hablar con Itachi hizo que me olvidara de todo lo malo que sentía, de la muerte de Sakumo-san y de lo mal que Kakashi se sentía, ese era uno de los muchos dones de Itachi, con tan solo verlo y escucharlo mi espíritu se calmaba y lograba estar en paz.

— Conocí a un hombre —dije trayendo de vuelta los recuerdos de anoche—. Papá dice que su nombre es Shimura Danzō, es uno de los consejeros del Tercer Hokage. Cuando lo vi... —apreté los dientes e Itachi me miró curioso—. Sentí un terrible presentimiento, su aura era mala, egoísta. Además... tuve una especie de sueño acerca de ese hombre.

— ¿Una visión?.

— No, no lo creo. Seguramente sólo se trataba de un sueño.
Danzō estaba en un campo verde junto con otro chico, era un Uchiha, su cabello y el emblema Uchiha en su espalda lo delataban, sin mencionar que contaba con el sharingan. Sin embargo; no logré ver su rostro.

— ¿Te era alguien familiar?

— No, jamás lo había visto.

— ¿Qué estaban haciendo?

Itachi creía cada una de las palabras que decía sin importar lo locas e increíbles que sonaran; siempre había sido honesta con él así como él lo era conmigo, así que podíamos confiar el uno en el otro ciegamente y sin ningún problema.

— Estaban peleando, Danzō estaba rodeado de un grupo de ANBU y el chico Uchiha empuñaba una espada mientras se cubría el ojo derecho y mantenía el sharingan activo en el otro.

— ¿Por qué crees que un miembro del clan Uchiha pelearía con Danzō-sama?.

— No lo sé... Pero tal vez aquel chico era una mala persona, tal vez un criminal o algo parecido.

— Bueno, no hay que juzgar a los demás sin antes conocerlos bien.

— Tienes razón —sonreí.

Nos quedamos callados unos segundos y después Itachi volvió a hablar.

— ¿Y qué opinas? —preguntó clavando sus ojos en mi.

— ¿Sobre qué?.

— Es increíble que tengas visiones.

— ¿Qué?, no —negué de inmediato—. No es posible, yo no puedo ver el futuro. Te dije que solo se trató de un sueño, mi mente se ha estado haciendo escenarios bastante catastróficos estos últimos días.

— ¿Cuándo dejarás de negar lo que eres? —arqueé una ceja—. Tienes habilidades únicas que podrían ser de gran ayuda no solo para ti, sino para todo el mundo shinobi, ¿por qué sigues negándolas y escondiéndolas?. Deberías aceptarlas —me quedé callada pensando en sus palabras.

— ¿Ayuda?, con mis "habilidades especiales" he tomado la vida de muchas personas, incluso casi tomaba la de mi hermano.

— Anaru, debes superarlo.

— Tú no lo entiendes... —susurré molesta—. No sabes lo que se siente tomar la vida de alguien, escuchar sus últimos suspiros y ver cómo lentamente sus ojos se van apagando.

— Tienes razón, no, no lo entiendo —se puso de pie—. Pero no entiendo, ¿por qué sigues culpándote? —nunca había visto a Itachi molesto conmigo—. Esa es la realidad del mundo, Anaru, el mundo es cruel y despiadado. No es tu culpa que la codicia, la envidia y el poder nuble el juicio de las personas y las haga volverse tan malvadas para llevarlas a quitarle la vida a alguien más. Tú no lo hiciste con esa intención, la primera vez que asesinaste no lo hiciste con ese deseo, lo hiciste porque querías protegerme. Eso es lo importante Anaru, no debes tener miedo —se artodilló frente a mí y me sujetó ambas manos con fuerza—. Te prometo que tú corazón jamás se tornará oscuro, no temas el quitar una vida para proteger a los que amas, no temas en usar tus habilidades. Eres una buena persona, Anaru, siempre lo serás.