Capítulo XVI pt.2

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La historia estaba destinada a repetirse, ¿cuántos sacrificios más se necesitaban para que por fin podamos vivir una vida en paz?, ¿cuántos mártires se necesitarían para tratar de frenar las ambiciones de los más fuertes?.

Después de la charla que tuve con Fugaku me di cuenta de mi verdadera naturaleza, Ryota, Obito, mis padres, Kushina y Minato, Tenma, todos ellos estuvieron dispuestos a sacrificarse a ellos mismos y a los que amaban para salvar a su aldea, al mundo, pero yo no podía hacer lo mismo, yo sacrificaría al mundo para salvar a los que amo.

Decidí mudarme de nuevo a la casa de mis padres, después de todo en unos cuantos días empezaría a salir a misiones y casi no estaría en casa, ya no tendría tiempo de estar con mi familia, y eso me dolía, porque los extrañaba demasiado.

— No entiendo por qué tienes que mudarte —me dijo Sasuke, estaba molesto, pero, sobre todo, estaba triste—. Itachi casi no está en casa, se la pasa en misiones y ahora tú también te irás.

— Ey —sonreí mientras pasaba mi brazo por su cuello, abrazándolo—. Te prometí que no te iba a abandonar.

— ¡Pero lo harás! —gritó y se separó bruscamente de mí, enseguida las lágrimas comenzaron a salir y esta vez no se molestó en ocultarlo.

— Sasuke, tu hermano y yo te amamos como no tienes idea, aún eres pequeño y no logras entenderlo, pero lo que hacemos lo hacemos por ti, te prometo que cuando todo esto termine podremos estar todos juntos.

— Sin tan solo me dijeran que ocurre... —me miró a través de sus largas y espesas pestañas, tenía las manos apretadas en puños—, yo podría ayudarlos, papá siempre está molesto y distante, mamá es la única que me abraza y está conmigo, si tan solo pudiera hacer algo para que papá e Itachi se lleven mejor, yo...

— Sasuke —lo sujeté de los hombros y lo miré fijamente—. Tu papá y tú hermano no quieren que te involucres en asuntos de adultos, ellos te aman tanto que no lo permitirían, al igual que yo. Mereces vivir una infancia tranquila y normal, si tan solo yo... —tragué fuerte y recordé la guerra y todas las muertes que tuve que presenciar cuando era niña—. No quiero que vivas una vida miserable, por favor —una lágrima se me escapó—. Quiero verte sonreír siempre.

Al parecer verme en ese estado tan vulnerable y frágil le hizo entender la situación, y por más que detestara la idea accedió a mantenerse al margen y obedecer. Yo también detestaba la idea de ocultarle cosas, pero en verdad no quería que al igual que yo, tuviera que madurar a una temprana edad para poder sobrevivir en este mundo.

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Me arrodillé y bajé mi cabeza hasta tocar el suelo con ella, apreté los puños con fuerza, jamás creí rebajarme a tanto, pero era necesario, debía hacerlo, debía convertirme en uno de los muchos mártires para detener la guerra.

— Por favor, úseme a su conveniencia —pero qué demonios estoy diciendo—. Quiero entregarme en cuerpo y alma a la aldea, si necesita un arma lo seré, si necesita un espía lo seré, haré lo que me pida cuando me lo pida.

El Hokage suspiró profundamente y asintió.

— Pequeña, ¿estás segura de que esto es lo que quieres?.

Me levanté y lo miré a los ojos. Maldito... Si tan solo hicieras tu trabajo bien no tendría por qué hacer esto.

— Si, haré lo necesario para que mi familia y las personas inocentes no se involucren en este conflicto, ellos no tienen la culpa de que los adultos no logren resolver sus problemas sin la necesidad de enviar a niños a su muerte —sí, se lo estaba reprochando, porque los niños de mi generación fueron enviados a morir, Obito, Tenma, todos ellos—. Lo que más deseo es vivir en paz junto a mi familia, ya no quiero perder a nadie más.

Nuestra promesa «Shisui Uchiha»   [EDITANDO]Where stories live. Discover now