Capítulo XI pt.4

388 33 7
                                    

Sentí que el cerebro junto con todo mi cuerpo dejaban de funcionar.

Parpadeé un par de veces. ¿Acaso estaba soñando?.

Ésto no podía ser cierto... Definitivamente...

El suave roce de los dedos de Shisui tocando mi piel completamente erizada me hizo volver a la realidad.

No era un sueño, esto estaba pasando realmente.

— Te amo —volvió a repetir, y antes de que cayera desmayada volvió a hablar—. Es algo que he estado sintiendo desde el momento en que te conocí, fue un sentimiento que crecía conforme pasaba más tiempo contigo —sonrió con vergüenza—. Siéndote sincero estaba muy asustado de decírtelo, no sabía cómo reaccionarias al escucharlo, tenía miedo de que te sintieras asustada y te alejaras, sé que has pasado por mucho, pero quiero que sepas que yo no voy a dejarte, Anaru. No te voy a abandonar.

No podía formular ninguna palabra, sentía un nudo en la garganta que no me permitían hablar.

— Desde el momento en que te vi mi vida cambió. Jamás quise contarte el motivo por el que me encontraba en el acantilado esa noche —una sensación extraña me recorrió el cuerpo al escucharlo. Shisui apretó las manos en puños, se veía que le estaba costando decírmelo, pero al final logró hacerlo—. Esa noche yo también había ido ahí para morir.

Sus palabras me golpearon tan fuerte que casi caigo de rodillas.

Shisui... ¿también iba a suicidarse?.

Sabía que la había pasado mal y que había sufrido mucho, pero siempre creí que era alguien fuerte que salía adelante sin importar los problemas. Mis ojos se me llenaron de lágrimas, Shisui había sufrido tanto en silencio...

— Tú también me salvaste de morir, Anaru —se acercó e inclinó su rostro hasta que la punta de nuestras narices rozaron—. Y te convertiste en mi nuevo motivo para vivir, por eso, y mucho más, te amo.

El corazón me latía tan fuerte que la sangre subió a mis oídos y comencé a escuchar un pitido insesante.

Lo único que mi cerebro no dejaba de repetir era que Shisui me amaba, él me lo había dicho, justo ahora, tres veces.

De repente mi cuerpo volvió a reaccionar.
Todo se había vuelto tan claro... El rostro de Shisui, sus ojos, sus labios...

Me impulsé hacia él, acortando los pocos centímetros de distancia que quedaban entre nosotros.

— Yo también te amo —susurré sobre sus labios y enseguida estampé mi boca con la de él, besándolo con desesperación.

Shisui colocó sus manos en mi cintura y pegó mi cuerpo con el suyo mientras yo enredaba mis manos en su cuello, intentando estar lo más cerca de él posible.

Sentí una explosión de emociones en ese momento. La sangre me estaba hirviendo y mi corazón latía como si hubiera corrido una maratón.

El tiempo se fue volando esa noche, no tuve ni idea de cuánto tiempo nuestras bocas duraron pegadas hasta que se nos acabó el oxígeno y nos separamos para poder respirar.

Ambos nos reímos al ver nuestros rostros sonrojados y nuestro cabello desordenado.

— Entonces... —dijo con un tono de voz ronco que hizo que se me erizara la piel mientras me mostraba nuevamente el collar—. ¿Aceptas mi corazón?.

— Acepto cada parte de ti, completamente.

Una enorme sonrisa se plasmó en su rostro y se acercó a mí, sacando el collar de su caja.

— Puedo... —dijo desabrochando el collar.

— Claro —sujete mi cabello y me di la vuelta para que Shisui pudiera ponérmelo.

Nuestra promesa «Shisui Uchiha»   [EDITANDO]Where stories live. Discover now