Capítulo X

419 37 5
                                    

Los meses pasaron, pude darles una explicación creíble a los chicos de por qué en un principio había decidido irme, pero ahora había cambiado de opinión.
Las cosas con Itachi fueron mejorando, ya no me sentía mal al estar con él y su familia; pero con Shisui fue diferente. Me sentía extraña y nerviosa al estar cerca de él, no entendía lo que me pasaba, estaba muy confundida, cada vez que lo veía mi corazón se aceleraba sin ningún motivo y las palmas de mis manos comenzaban a sudar, ese sentimiento me estaba volviendo loca, más porque no podía controlarlo.

Oh mamá... cómo desearía que estés aquí conmigo para que me ayudes a entender lo que siento.

🍥

— ¿A dónde te diriges ahora? —me preguntó Itachi mientras caminábamos juntos por la aldea—. ¿De nuevo vas a ir al hospital?.

— Si —asentí—. Naruto cumplirá cinco meses, crece muy rápido. Quiero llevarle algunas cosas.

— Te gustan mucho los niños y siempre les obsequias cosas —sonrió y después me miró con una ceja enarcada—. Creo que justo por eso Sasuke te quiere más a ti.

— Por supuesto que no —reí—. Tú eres su hermano mayor, Sasuke jamás llegará a quererme de la misma manera en la que te quiere a ti.

— Pero tú también eres su hermanita mayor —dijo mientras se acercaba a mí y pellizcaba mi mejilla. Ambos reímos.

— Dime —le pregunté—. ¿Qué se siente ser el hermano mayor?.

— Bueno... —sonrió melancólico, con una mirada distante—. Ahora entiendo lo que sentía Obito. La forma en cómo intentaba protegerte a cada segundo y las veces que se molestaba y se ponía triste cuando no pasabas tiempo con él, ahora lo entiendo, entiendo todo. Entiendo por qué se preocupó tanto por cuidarte incluso cuando él ya no estuviera.

— Si... —sonreí algo triste y melancólica al recordarlo—. Obito era un hermano excelente.

— Claro que lo era —confirmó Itachi—. Te amaba más que a nada.

🍥

Itachi me acompañó hasta la entrada del hospital y se disculpó por no poder quedarse.

— Lo siento, le prometí a Shisui que iría a entrenar con él.

— Últimamente pasas mucho tiempo con él —lo miré enarcando una ceja.

— Es una persona muy interesante —confesó—. Puedo aprender mucho de él, además, creo que me entiende, comparte mis mismos ideales.

— Tienes razón, ambos son excelentes personas —le sonreí mientras acariciaba su mejilla—. Me alegro de que hayas encontrado un mejor amigo.

Nos despedimos y cuando Itachi se fue entré al hospital y me dirigí a la habitación del pequeño Uzumaki. Mientras caminaba por el pasillo escuché susurrar a dos mujeres que salían de la habitación de Naruto.

— No entiendo por qué el Hokage quiere que cuidemos a esa cosa, es un monstruo. Ni siquiera debería estar vivo.

— Shh, cállate —la reprendió la otra mujer—. Alguien podría escucharte. Está prohibido hablar de eso.

Apreté las manos en puños, estaba furiosa. Caminé rápidamente hacia la enfermera que había hablado mal de Naruto, por un segundo la ira me nubló el juicio.

— ¿Qué fue lo que dijiste? —dije poniéndome frente a la enfermera, mirándola a los ojos.

La mujer se paralizó y no respondió, estaba muy nerviosa y asustada, tanto que comenzó a temblar.

Nuestra promesa «Shisui Uchiha»   [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora