Capítulo XVIII pt.3

270 28 3
                                    

Después de una semana me dieron el alta, o bueno, más bien Fugaku me sacó a la fuerza del hospital.

Los doctores querían que me quedara en el hospital para hacerme pruebas, jamás habían visto un caso como el mío, debí morir en el instante en qué Kakashi me atravesó el corazón, pero no lo hice, cuando llegué al hospital mi corazón no estaba cien por ciento regenerado, aún más de la mitad estaba destruido, pero aun así esa pequeña parte seguía latiendo. Ellos pensaban que morí por el ataque, pero no fue así, yo sabía que no.

Cuando Kakashi me dijo que me amaba no le creí, le resté importancia, pensé que solo estaba siendo egoísta y estaba delirando, por eso no pensé en eso cuando lo reviví, no pensé que Kakashi fuera a tomar mi vida, pero lo hizo, pensé que esta vez sería diferente, Kakashi siempre había dicho que no le quedaba nadie en este mundo, que todas las personas que amaba estaban muertas, entonces creí que esta vez nadie moriría en su lugar, pero me equivoqué, todos, absolutamente todos tenemos aunque sea una sola persona en el mundo a la que amamos de verdad. No morí porque Kakashi me atacó, morí porque di mi vida a cambio de la suya sin siquiera darme cuenta.

Mientras estuve en reposo me pregunté: si le hubiera creído a Kakashi cuando dijo que me amaba y que yo era la persona más importante en su vida, ¿aún así lo hubiera revivido sabiendo lo que me ocurriría?, pensé un tiempo en la respuesta, pero era clara: no, no lo hubiera hecho, no porque no lo apreciara, sino porque no lo amaba, jamás me hubiera atrevido a morir por é, no por amor.

Durante estos siete días que estuve en el hospital no pude dormir bien, los pensamientos de mis padres me atormentaban día y noche, pero también otra cosa: una guerra, tuve una visión de una guerra donde la luna se teñía de un rojo como la sangre, todos estábamos ahí, menos Shisui, y entonces sentí un profundo vacío en mi corazón. También pensé en los chicos y en Kakashi, al igual que todos él debe de pensar que morí porque me atravesó el corazón, pobre Kakashi... Debe de estar recordando lo que pasó con Rin.

Los chicos me contaron que mientras estaba en coma Fugaku fue hasta la mismísima oficina del Hokage y armó un escándalo, no le importó la delicada situación en la que se encontraban, él fue y le exigió al Hokage que le hicieran pagar a Kakashi por lo que me había hecho, incluso los amenazó diciéndoles que si no hacían algo, él mismo se encargaría de que Kakashi pagara, esa visita casi fue la gota que derramó el vaso, tanto como los Uchiha como Danzō ya tenían a sus hombres listos para desatar una guerra, pero gracias a que Itachi y Shisui se arrodillaron ante Danzō, poniendo sus frentes ante sus pies, pudieron parar la situación. Estaba furiosa y en lo más profundo de mi ser deseé que no lo hubieran hecho, no debieron humillarse cómo yo lo hice, debieron dejar que las cosas siguieran su curso, pero entonces recordé que ellos no tienen el mismo corazón que yo.

Recordé a Orochimaru, muchas veces me utilizó como uno de sus experimentos, me sacó sangre para hacer pruebas y me inyectó quién sabe qué cosas, los doctores querían hacer lo mismo, por eso Fugaku me sacó del hospital, no iba a dejar que experimentaran conmigo.

Cuando salí del hospital lo único que quería era ir a casa y dormir, pero también quería ir a ver a Kakashi, Itachi me dijo que lo tenían en arresto domiciliario por lo que pasó, cuando yo despertara la policía militar iba a abrir un caso y debía declarar para que pudieran arrestar a Kakashi y hacerlo pagar, pero yo no quería eso, quería hablar con él y aclarar las cosas.

Mikoto insistió en que me quedara en su casa, su instinto de madre protectora le prohibía volver a dejarme un solo segundo sola, y yo no pude negarme, ahora lo que más necesitaba era el cuidado de una madre.

— Amor —me dirigí a Shisui quien se encontraba sentado a un lado de mí en la cama—. ¿Podrías ir a ver a Kakashi, por favor?.

Noté cómo su mandíbula se tensaba a tal punto de que provocó que algunas venas de su cuello se sobresaltaran.

— ¿Por qué debería?.

Sentí un nudo en la garganta y me temí lo peor —Temo que la culpa lo consuma. Quiero hablar con él.

— Cariño —tomó mi mano con preocupación—. Intentó matarte, más bien, lo hizo.

— Hermana —Itachi se levantó de su asiento y se acercó—. No tienes por qué preocuparte por él.

— Izumi y Maki me contaron lo que ambos le hicieron a Kakashi —los miré seria—. No debieron golpearlo.

— Pero amor...

— Voy a decirles lo que pasó.

(...)

Hablamos por más de dos horas acerca de lo que pasó, les conté absolutamente todo, desde el día que conocí a Yahiko y sus amigos hasta el día en que fue el accidente, porque eso había sido, un accidente. Shisui aún no podía perdonar a Kakashi, pero accedió a ir a visitar al peliplata para comprobar que estuviera bien.

Durante los primeros diez minutos después de que Shisui se fue, Itachi y yo nos mantuvimos en silencio, al parecer cada quién estaba pensando en sus propios asuntos.

— Shisui te tiene un inmenso amor —Salí de mis pensamientos y miré a Itachi, él observaba el suelo con detenimiento—. Lo he conocido por más de quince años y jamás lo había visto así —me miró— Anaru, Shisui estaba dispuesto a matar a Kakashi, perdió la cabeza por ti, porque te ama.

No sabía qué decir, aparté la mirada de él y la dirigí a mis manos que se movían nerviosas sobre mi regazo.

— Shisui ha sufrido bastante, aunque no lo demuestre. Estoy seguro de que si le pides que deje a un lado el plan lo haría, él dejaría morir a todos por salvarte a ti.

— No puedo pedirle eso —recordé la plática que habíamos tenido Shisui y yo acerca de ésto—. Sería muy egoísta.

— El mundo es el que ha sido egoísta —en su voz noté la furia y rencor que se había estado guardando, nunca había hablado de esa manera—. ¿Por qué nosotros debemos santificarnos por los demás?.

Lo miré a los ojos al escucharlo, no tenía palabras, estaba tan impresionada por lo que había dicho, sin duda ya no podía más, lo conocía a la perfección. Está teniendo un breakdown justo en este momento, ya no puede más, podía sentirlo, iba a explotar.

— Yo solo quiero vivir una vida tranquila —de pronto se echó a llorar, nunca en toda mi vida había visto a Itachi llorar de esta manera, por inercia yo también lo hice, lloré con él, me dolía tanto verlo así—. Pensé que te perdería para siempre —se cubrió el rostro con ambas manos y lloró más fuerte—. Por segunda vez volví a perderle sentido a la vida. En el momento en que me dieron la noticia de que habías muerto quería tirar la toalla, quería tomar a Izumi y Sasuke e irme de la aldea, ambos han sufrido mucho por mi culpa, pero no pude simplemente abandonar a todos los demás, no puedo, Anaru.

— Itachi... —mis lágrimas no cesaban, sentía como si el corazón se me fuera a salir por la garganta, sentía lo mismo que estaba sintiendo Itachi. No entiendo cómo es que se ha mantenido en pie hasta ahora, esto era demasiado para cualquier ser humano. Extendí mis brazos y él se apresuró a abrazarme, recostó su cabeza sobre mi pecho y siguió llorando.

— Ya estoy cansado, Anaru, ya no tengo fuerzas. Quiero que pare.

Acaricié su cabeza con delicadeza —Shh, tranquilo. Pronto terminará todo, lo prometo, me encargaré de que tú y los demás al fin puedan descansar.

Nuestra promesa «Shisui Uchiha»   [EDITANDO]Where stories live. Discover now