Capítulo XI pt.2

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A la mañana siguiente un ruido en la cocina me despertó, cuando abrí los ojos los intensos rayos del Sol que se colaban por las cortinas me quemaron el rostro. Ya era muy tarde.

Bajé al comedor, Itachi y Fugaku se encontraban desayunando mientras que Mikoto alimentaba a Sasuke con un biberón.

- Buenos días -dije acercándome a ellos-. Disculpen, me quedé dormida, no creí que fuera tan tarde.

- No te preocupes, cariño -me dijo Mikoto mientras limpiaba la boca de su bebé-. Toma asiento, enseguida te sirvo el desayuno.

- Oh, no se preocupe Mikoto-san, yo puedo hacerlo -dije mientras caminaba hacia la cocina y tomaba un plato para servirme.

- ¿Estás enferma? -me preguntó Itachi mientras me sentaba a su lado.

- No, ¿por qué?.

- Bueno, Shisui vino muy temprano preguntando cómo estabas, dijo que no te veías bien anoche -mi hermano me analizó de pies a cabeza-. Además, casi siempre eres la primera en despertarte. ¿Algo no anda bien?.

- Estoy bien -comencé a comer-. Es sólo que anoche no pude dormir bien.

- Si necesitas descansar más entonces hazlo -Fugaku se introdujo en la conversación-. Reconozco que te he exigido mucho. Descansa, no me sirve si no estás al cien.

Sonreí de lado.

- Hai.

🍥

Cuando todos terminamos nuestros alimentos, Fugaku limpió la mesa y después se fue al trabajo, Itachi lavó los platos y Mikoto y yo limpiamos la cocina y el comedor.

- Debo irme -dijo Itachi mientras se secaba sus manos después de terminar de lavar los platos-. Iré a entrenar con Shisui -me miró-. Anaru-chan, ¿quieres venir?.

- No, ve tú. Estoy algo cansada-la verdad es que no me sentía lista de ver a Shisui. Me pasé toda la noche pensando en él, si lo veía ahora seguramente explotaría y me lanzaría sobre él para besarlo-. Me quedaré con Mikoto-san y Sasuke-kun. Nos vemos más tarde.

Cuando Itachi se fue me acerqué a Mikoto un poco nerviosa y avergonzada por lo que quería preguntarle.

- ¿Qué pasa, cariño?.

- Bueno, es sólo que... -se sentía muy avergonzada-. No, no es nada -me acobardé y estuve a punto de dejar la sala pero Mikoto me detuvo.

- Anaru, ven aquí.

Apreté los ojos y suspiré, después caminé hacia ella.

- ¿Qué ocurre?.

- Bueno... -me rasqué la sien tratando de inventar algo.

- La verdad -sentenció.

Suspiré profundamente.

Ambas nos sentamos en el sofá. Moví mis pies, impaciente, y no despegué los ojos de mis manos.

- Puedes decirme lo que sea, cariño -acarició mi cabello-. Sé bien que no soy tu madre y nunca podré llegar a serlo como lo fue Meiko, pero sea lo que sea, quiero que tengas la confianza de acercarte a mí sin reservas y hablar de lo que sea que te esté preocupando. Estoy aquí para ti.

Sus palabras me dieron un poco más de confianza y decidí hablar.

- Anoche no pude dormir bien debido a que... -hice una pausa, sentí que los latidos de mi corazón se aceleraban.

- Continúa -me sonrió con ánimos.

- Bueno yo... -mi voz se escuchaba muy baja debido a la vergüenza. Me tapé el rostro sonrojado con ambas manos y hablé: -me siento rara.

Nuestra promesa «Shisui Uchiha»   [EDITANDO]Where stories live. Discover now