Nuestra promesa «Shisui Uchiha» [EDITANDO]

Capítulo XII pt.2

Esa misma tarde le pedí a Teuchi que le diera de comer a Naruto todo el ramen que él quisiera y cuándo quisiera, yo iba a pagarlo todo, también le pedí a su hija Ayame que buscara a alguien que limpiara la casa de Naruto los fines de semana, yo también lo pagaría.

Ésta vez quería hacer las cosas bien, quería cumplir la promesa que le había hecho a Kushina antes de morir, cuidaría bien de su hijo.

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Faltaban quince minutos a las cuatro y me dirigí al punto de reunión con nuestro sensei. Cuando llegué, minutos después Itachi lo hizo.
Yūki apareció, se le veía el cansancio y la preocupación en sus ojos, quise preguntar si se encontraba bien pero no lo hice, en lugar de eso lo seguí en silencio hasta el lugar donde nos daría los detalles de la misión.

— ¿De verdad no sabes de qué se trata? —le pregunté a Itachi por medio de la mente mientras bajábamos por unas catacumbas.

— No, estoy igual de confundido que tú —escuché su pensamiento—. Yūki jamás había sido tan cauteloso.

Bajamos por completo y caminamos por unos pasillos hasta llegar a una puerta. Todos entramos y me sorprendí al ver al equipo de Izumi y Maki ahí, nos estaban esperando junto con Tenma y otro compañero de las chicas.

Todo me estaba resultando muy extraño. ¿Qué estaban haciendo ellos aquí?.

— Ahora les explicaré en qué consiste la misión —nuestro sensei se acercó a nosotros y señaló unas sillas al fondo de la habitación—. Por favor, tomen asiento.

Yūki comenzó a explicarnos. Se trataba de una misión rango S fuera del país del fuego.
Itachi y yo nos miramos, hacía tiempo que no nos asignaban misiones de esa importancia.

Nos contó que para ésta misión nos dividiríamos en dos equipos. El primero estaría conformado por Maki, Izumi y yo y el otro por Itachi, Tenma y Fuji Iburumi.

— Bien, ya nos dijo cómo vamos a estar organizados y todo —dijo Tenma con algo de frustración—, pero aún no nos dice de qué se va a tratar la misión.

Yūki guardó silencio y nos observó a todos con un rostro bastante serio.
Leí su mente y parpadee repetidamente al ver lo que estaba pensando. Su mente estaba hecha un caos, no terminaba un pensamiento cuando empezaba otro, no había dormido durante días ideando un plan para la misión y eso lo tenía agotado.

— ¿Yūki-sensei...? —lo llamó Maki al ver que se había perdido en sus pensamientos.

El hombre parpadeó repetidamente y se aclaró la garganta mientras su espalda se erguía y nos observaba a todos.

— Deberán infiltrarse a un prostíbulo.

Apreté las manos en puños y tragué saliva.

Se trataba de algo más...

— En ese prostíbulo se prostituyen a cientos de niñas menores de dieciséis años, están atrapadas y no pueden salir, las venden y las compran como si fueran mercancía. Muchas de ellas han muerto al tratar de resistirse o han muerto debido a enfermedades sexuales, viven vidas deplorable y siempre están custodiadas por hombres que son criminales crueles y peligrosos.

Izumi y Maki comenzaron a temblar, sí, era horrible escuchar eso, le revolvería el estómago a cualquiera.

— ¿Quiere que entremos ahí y las salvemos? —Maki preguntó algo asustada. Yo sabía que aún recordaba la noche en que casi la violaban. Ese era un trauma que jamás se olvidaba, yo aún no lo hacía.

— Así es, pero no sólo eso —afirmó nuestro sensei y se acercó a nosotros mostrándonos una foto de una niña que rondaba entre los trece años, iba vestida con un hermoso kimono y llevaba muchas joyas, parecía que se trataba de alguien importante—.   Secuestraron a la princesa Inoko, una nieta del señor feudal del país del fuego. La niña tiene trece años y de acuerdo a los informes se encuentra en un distrito de prostitución dentro de la aldea oculta de la Niebla. Es una misión importante y muy peligrosa ya que involucra infiltrarnos en otra aldea, pero confío en que ustedes podrán con eso.