Capitulo XIII pt.3

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El equipo de Shisui se encargó de rescatar a las niñas que estaban secuestradas en el distrito.

Después de que regresamos a la aldea el Hokage recibió una carta de parte del Mizukage pidiendo disculpas por todo lo ocurrido, además hizo público ante las cinco grandes naciones que dejarían atrás sus prácticas que los llevaron a conocerse como "la aldea de la niebla sangrienta".

Por suerte eso sirvió para que no se estallara una nueva guerra. No era el momento. Todos estábamos recuperándonos aún de la última guerra y de los conflictos internos que sufrían nuestras aldeas.

.....

Éstos últimos meses se convirtieron en un verdadero infierno.

Fugaku me ingresó a "rehabilitación". Aunque eso prácticamente fue encerrarme por varias semanas en los túneles secretos del clan para que "reflexionara" acerca de lo que hice y estuve a punto de hacer, además me dijo que estar sola me ayudaría a despejar un poco la mente.

Bajé mucho de peso y mi piel se volvió extremadamente pálida. Tenía unas profundas y marcadas ojeras oscuras debajo de mis ojos, mis labios estaban secos y dejaron de tener ese bello tono rosado natural que a Shisui le encantaba. Me dolían los huesos, la piel me quemaba y sufría de migrañas a cada rato. 

Definitivamente me estaba muriendo por dentro.

Cuando al fin salí de esa "rehabilitación" el Sol se me antojaba insoportable al igual que todo el ruido y el bullicio de la aldea. Todos en mi círculo que tenían conocimiento de  lo que pasó me miraban con lástima y sus pensamientos tampoco eran tan alejados de ese sentimiento.

Me di cuenta de que Maki aún me tenía miedo por lo que estuve a punto de hacerle. Ella conocía bien cómo funcionaba el Amateasu y lo letal que podía llegar a ser, y ver que estuve a punto de usarlo en ella la dejó en shock por varias semanas.

El Hokage decidió relevarnos a mí y a Itachi a jounin ya que a pesar de los contratiempos que sufrimos durante la misión, pudimos completarla aún estando solos, y además logramos no solo rescatar a la princesa y a la reina, sino a todas las demás chicas que estaban prostituyendo. No iba a aceptar ese rango, sentía como si me estuvieran premiando por haber asesinado y dejado morir a cientos de personas. Instintivamente los rostros de Tenma y nuestro sensei vino a mi mente.

Al final lo acepté.

Itachi aún no quería hablar con los altos mandos acerca de lo que pasó aquél día. Sólo nos contó a Shisui y a mí y le dio pequeños y vagos detalles a Izumi.

Cuando Fugaku se enteró de que su más preciado hijo había despertado el Sharingan, casi derramaba lágrimas de la emoción, lo felicitó y alabó.

Itachi se sentía horriblemente mal y no pudo creer que su padre lo felicitara por eso, sin duda no era algo de lo que debería de estar orgulloso.

— Lo que dijo... —Itachi me contó lo que su padre le había dicho—. No puedo creer que haya dicho eso, una persona murió, el primer amigo que tuve murió frente a mis ojos y yo no pude hacer nada, todo el dolor y la culpa junto con la tristeza y la desesperación que sentía no le importó, solo le importó que despertara estos ojos —su sharingan estaba activado, cubierto de lágrimas que salían apaciblemente.

El pequeño Sasuke gateó hasta nosotros, Itachi lo sostuvo entre sus brazos y lo abrazó con fuerza.

Guardamos silencio por un rato.
Cada uno estaba enfrascado en sus propios pensamientos hasta que quise comunicárselos a Itachi.

— Estoy pensando en dejar la aldea por un tiempo —solté mientras recordaba la invitación que me había hecho Orochimaru.

— ¿Qué?, ¿por qué? —Itachi volvió en sí y el pequeño Sasuke comenzó a llorar por la repentina reacción de su hermano.

Nuestra promesa «Shisui Uchiha»   [EDITANDO]Where stories live. Discover now