Capitulo IV pt.2

470 37 8
                                    

- Maldición -maldije una y otra vez mientras corría lo más rápido que podía hasta la aldea. Observé el pequeño reloj que llevaba en mi muñeca y al ver la hora chasqué la lengua irritada y seguí corriendo más rápido. Ya no estaba consciente de mi alrededor, había dejado muy atrás a Fugaku e Itachi, ni siquiera veía por donde pisaba.

Al saltar de una rama a otra no me percaté de que estaba seca, al apoyar mi pie en ella esta se rompió y caí al suelo -¡Demonios!-. Traté de levantarme, pero volví a caer. Observé mi pie, el hueso del tobillo se había roto y había atravesado mi carne -¡Demonios, demonios!.

El pie me ardía como el infierno, me levanté y comencé a cojear, el dolor de inmediato se disipó, no había lugar en mi cabeza para preocuparme por cosas insignificantes -¡Rápido!, ¡tienes que darte prisa! -era lo único en lo que pensaba.

El dolor se disipó más rápido de lo que pensé, me observé el tobillo, el hueso volvía a su lugar, los tejidos se estaban regenerando poco a poco, la herida comenzaba a cerrarse y había parado de sangrar. Estaba confundida, era increíble, me detuve unos segundos para tomar mi tobillo e inspeccionarlo, estaba completamente cerrado -Increíble... -Hasta el momento no me había dado cuenta de lo increíble que era tener la habilidad de regeneración.

Cuando la herida sanó por completo seguí corriendo hasta que al fin llegué a la aldea. De inmediato me dirigí hacia la academia pero cuando llegué estaba desierta... Ya no quedaba ni un alma -Demonios.

Me tiré al suelo, me sentía terrible, había faltado a mi palabra, no había llegado a tiempo.
De nuevo observé mi pie, estaba como nuevo, lo único que quedaba era una gran mancha de sangre, corté un pedazo de mi blusa y comencé a limpiarla.

Mis sentidos se activaron y me di la vuelta de inmediato, Kakashi estaba parado detrás de mi observando mi pie, noté que estaba preocupado, volví mi mirada a mi pie, me levanté y comencé a caminar sin tomarle importancia.

- E-espera -me llamó.

Apreté los dientes y seguí caminando.
Probablemente él sabía dónde se encontraba Obito, pero mi orgullo me impidió preguntárselo. Casi por obra del cielo percibí a un cejas pobladas caminando hacia mí.

Yokatta.

- Hola, Gai-san -lo saludé haciendo una pequeña reverencia.

- ¡Oh! -gritó emocionado y después comenzó a llorar y me abrazó con fuerza-. ¡Anaru-chan, regresaste!.

Sonreí, era bastante intenso, pero era divertido -Si, Gai-san. Pero al parecer no lo hice a tiempo...-. Miré hacia la academia vacía y Gai se dió cuenta a lo que me refería, después terminó con el abrazo lentamente.

-Obito-kun no llegó a la ceremonia.

- ¡¿Qué?! -chillé-. ¿Cómo que no llegó a la ceremonia?.

Negó con la cabeza -Mikoto-san lo buscó por toda la aldea y no apareció, está muy preocupada. El Tercer Hokage no pudo esperarlo más, así que no le entregó su banda ninja ni su certificado.

- Eso quiere decir que... -sonreí orgullosa-... Pasó el examen.

- Si, tal vez no fue la puntuación más alta, pero lo hizo bien.

- Me alegro -sonreí. Por un momento me había olvidado de que estaba buscando a mi hermano, así que sacudí mi cabeza y volví a concentrarme-. ¿Y aún no aparece?.

Negó con la cabeza -No, lo siento. Ayudé a buscarlo, pero no pude encontrarlo por ninguna parte.

- Yo sé dónde está -dijo una voz familiar acercándose a nosotros. Cuando me di cuenta de quién era cerré los ojos y apreté las manos en puños.

Nuestra promesa «Shisui Uchiha»   [EDITANDO]Where stories live. Discover now