Capítulo VI pt.3

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Al final Itachi logró hacerme salir de casa, de cierta forma logró convencerme utilizando a Obito.

Lo que siempre voy a agradecerle es que en ningún momento me presionó, siempre fue muy comprensivo y me dió mi espacio, me dejó sola durante poco más de un mes para lidiar con mi luto, sabía que estaba en una situación difícil y por pura lógica nunca preguntó cómo me sentía, ya que era más que obvia la respuesta, solo se limitó a esperar a que cuando me sintiera lista pudiera hablar con él.
Fugaku tampoco me presionó con los entrenamientos, y aunque estaba tan ansioso y desesperado por preguntarme sobre el Sharingan no lo hizo, decidió esperar a que estuviera lista.

Esta vez salí a dar una vuelta por la aldea yo sola, ya estaba en la última etapa de mi luto: la aceptación.

Desde que Minato-san regresó junto con Kakashi y Rin no había hablado con ninguno de ellos, sabía que Rin también la estaba pasando mal, por fin pudo conocer los verdaderos sentimientos de Obito, y se sentía culpable por no haberle correspondido.

Me dirigí a la casa de Rin para ver cómo estaba y hablar con ella, pero en el camino me topé con la persona a quien menos quería ver ahora.

— Anaru-chan —el peliplata se acercó lentamente, su único ojo visible tenía una enorme ojera, al parecer no había dormido en días. Me di media vuelta y seguí caminando—. Anaru-chan, espera por favor.

Me detuve. Ya no sentía ira, sino solo tristeza y lástima, Kakashi también la estaba pasando muy mal, al fin empezaba a llevarse bien con Obito, y ahora él había fallecido.

— Tenemos que hablar.

— No hay nada de qué hablar. Ya sé lo que pasó.

— No me refiero a eso —insiatió—. Hablo... De cómo te sientes.

— No quiero hablar de eso.

Kakashi agachó la cabeza y después me miró, en su rostro se formó una ligera sonrisa melancólica.

— Te entiendo —dió un par de pasos hacia atrás—. Enserio espero que te recuperes de lo que no le cuentas a nadie.

No dije nada y solo asentí.

Kakashi se dió media vuelta antes de irse volvió a mirarme.

— Sé que una disculpa no traerá de vuelta a Obito, pero aún así quiero disculparme —hizo una profunda reverencia doblando la mitad de su cuerpo—. Lo lamento tanto. La muerte de Obito me seguirá todos los días de mi vida, la culpa y el remordimiento me seguirán quitando el sueño por las noches, lo prometo.

Me quedé pensando tanto en sus palabras que ni siquiera me di cuenta cuándo se marchó.

Recordé la época en la que estaba enamorada de Kakashi, era un chico genial, pero ahora ya no había rastros de ese chico. Ya no odiaba a Kakashi, en el fondo sabía que él no tenía la culpa de la muerte de mi hermano, Kakashi sólo era un niño como todos nosotros peleando batallas que no le correspondían, batallas que se originaron por culpa de los adultos que no se sentaban a hablar con madurez.

— Yo también quiero disculparme, Kakashi-kun —murmuré a la nada.

Seguí mi camino a casa de Rin.
Sus padres me dejaron pasar y me dirigí hacia su habitación, toqué un par de veces a su puerta y ella me dejó pasar, estaba sentada frente a su escritorio sosteniendo una fotografía del equipo Minato.
El estómago se me revolvió.

— Hola, Rin-chan.

La castaña se volteó de inmediato al escuchar mi voz y corrió a abrazarme, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

Nuestra promesa «Shisui Uchiha»   [EDITANDO]Where stories live. Discover now