Capitulo III

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Estaba en mi habitación, esperando ansiosa la llegada de papá. Sentí su chakra afuera de la casa, se mantuvo parado frente a la puerta por unos minutos. Su chakra se sentía extraño, débil y consternado, como si papá estuviera deshecho y triste.

De inmediato supuse que la reunión con el Tercer Hokage no había salido nada bien y eso había provocado que papá se sintiera mal. Salí de la habitación al escuchar que papá había entrado por fin a la casa y corrí para recibirlo, quería consolarlo y hacerlo sentir mejor.
El hecho de poder sentir lo que él sentía provocaba que compartiera su dolor.

Justo cuando llegué a la sala escuché lo peor.

— Sakumo Hatake está muerto.

Mis pies se plantaron en el suelo y mi cuerpo se paralizó de pies a cabeza, no podía moverme, solo pude sentir cómo el aliento se me iba y como mi corazón se comprimía cada vez más y más. Inmediatamente se me vino a la mente Kakashi.

Ay, Kakashi...

Sentí cómo las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

— Unos ANBU encontraron su cuerpo inerte en medio de su casa, se ahorcó.

Sentí mi cuerpo temblar.

— Kakashi estaba ahí.

Abrí los ojos como platos al escuchar lo último y sentí como las lágrimas se deslizaban por mis mejillas. Mamá se cubrió la boca con sus manos, horrorizada —Pobre... —no tenía más palabras—. Debe estar destrozado.

Algo dentro de mí reaccionó y lo primero que hice fue salir corriendo en dirección a la casa de Kakashi.

— ¡Anaru! —gritaron mis padres saliendo de casa. Observaron ambos lados de la calle pero ya no había rastro de mí.

Corrí como nunca, quería llegar lo más pronto posible adonde estaba Kakashi, conforme me fui acercando sentí un aire frío y sofocante, después de eso sentí el chakra de Kakashi, era tan débil, jamás lo había sentido así.

Llegué a la casa de Kakashi, el área estaba acordonada y él estaba sentado en la entrada con la cabeza agachada, no era necesario sentir lo que el sentía, con solo verlo podía darme cuenta que definitivamente estaba destrozado.

Me acerqué a él lentamente y me arrodille frente a él, tome sus manos las cuales descansaban en sus rodillas. Él se mantuvo en silencio y con la cabeza agachada, sentí cómo su cuerpo gritaba por dentro y cómo él luchaba por no dejar salir lo que sentía, eso lo estaba consumiendo.

— No necesitas hacerte el fuerte, Kakashi —lo miré por unos segundos y después lo abracé con fuerza—. No ahora...

Su respiración era tan pesada que hacía que su cuerpo me moviera de arriba a abajo con brusquedad, estaba llegando a su límite. Sentí cómo unas manos comenzaban a rodear mi espalda y justo cuando llegaron arriba sentí cómo de repente me apretaban con una gran fuerza, inmediatamente después Kakashi empezó a llorar y a sacar todo lo que llevaba dentro, ocultando su rostro en mi hombro.

Su llanto era tan desgarrador que sentí cómo cortaba mi alma, no podía mostrarme débil ante Kakashi ahora, eso sólo empeoraría las cosas, por más ganas que tuve de llorar me contuve para no hacerlo, me tragué el dolor que sentía y me mantuve firme.

Así pasamos varios minutos, Kakashi solo lloraba y yo lo escuchaba sin decir nada mientras acariciaba su espalda como muestra de consuelo.
Ya había pasado suficiente tiempo, Kakashi se había controlado y pensé que ya estaba listo para hablar, traté de despegarlo de mi cuello, pero cuando intenté hacerlo él tomó mi cuello y volvió a acercarme a él de una manera desesperada.

Nuestra promesa «Shisui Uchiha»   [EDITANDO]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum