Capítulo XIII pt.2

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De nuevo mi visión se nubló.

Mi cuerpo a pesar de que ya no tenía fuerza se seguía moviendo, el dolor causado por las múltiples heridas y las hemorragias internas debieron provocar que me desmayara hace horas, pero no fue así, mi cuerpo no se detuvo.

La parte que aún quedaba conciente dentro de mí quería parar, detenerme; se me estaban desgarrando los tejidos y los huesos me crujían, yo misma me estaba haciendo daño. Pero no podía parar, la parte más fuerte y oscura de mi conciencia impedía que yo dejara de matar. Los recuerdos del tiempo que pasé con Tenma alimentaron cada vez más el odio, aunque en un principio pensé en usarlos como una estrategia para sacar la parte más humana de mí.

|FLASHBACK|

Oye, ¿crees que algún día pueda salir con Maki? —preguntó, divagando, sus mejillas estaban completamente sonrojadas.

— De ninguna manera —respondí indiferente mientras comía mis dangos.

El chico hizo pucheros.

— ¿Por qué eres tan fría?. Así nunca conseguirás pareja.

— ¿Y quién te dijo que yo quiero tener pareja?.

— Creo que a la mayoría le gustaría—sonrió sereno mientras miraba hacia el cielo—. Debe ser lindo sentirse amado, también debe ser lindo tener alguien en quién apoyarse.

— ¿No crees que el amor sea solo una trampa?.

Tenma negó con la cabeza mientras me miraba.

— Definitivamente no, el amor es lo único bueno y puro que queda en este mundo lleno de odio —me sonrió. Sus ojos reflejaban su convicción—. Creo que el amor incluso podría acabar con ese odio.

— O hacerlo más grande... —rodé los ojos inconcientemente.

— Bueno, depende mucho de la persona y la interpretación que le dé, pero creo que el amor no surgió para traer odio.

— ¿Entonces para qué?.

— Para traer esperanza.

.....

— Anaru, detente —Maki me gritó casi desgarrándose la garganta mientras yo le deshacía la cara a golpes a un hombre. Lo único que yo escuchaba era un zumbido, como si se tratara de interferencia—. ¡Anaru, ya detente! —ahora gritó mientras agitaba mi cuerpo con fuerza.

Me giré hacia ella, la miré por un segundo con el mangekyo activado y enseguida un hilo de sangre se deslizó por mi ojo izquierdo.

Mátala —una voz resonó en mi interior—. Anda, mátala ahora.

Una pequeña llama color negro comenzó a surgir, apuntando hacia el cuerpo de la chica. Las llamas eran más letales que antes, bastaba sólo con que rozaran su piel para que su cuerpo se convirtiera en cenizas.

Me levanté y estuve a punto de lanzar la llama cuando mi cuerpo se paralizó en mi lugar y la llama se extinguió.

— ¡Anaru! —escuché mi nombre a pocos metros y seguido de eso alguien me empujó con fuerza lejos de Maki.

Estaba tumbada sobre el suelo. Abrí los ojos lentamente y lo primero que vi fueron los ojos de mi salvador.

El rostro de Shisui estaba frente al mío, él estaba sobre mí sosteniéndome de ambas manos.

— ¡Ya basta! —me gritó con una mezcla de enojo y preocupación.

El mangekyo se esfumó lentamente al perderse en los profundos ojos del azabache. De nuevo volví a ser yo y el dolor regresó.

Nuestra promesa «Shisui Uchiha»   [EDITANDO]Where stories live. Discover now