72. Nuestra última noche 💕 (¿FINAL?)

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—¿Quieres declarar de nuevo, guapita? —indagó la inspectora rubia al explicarle mis intenciones.

—Sí, ¿puedes venir mañana al hospital, zorrita? —todavía estaba resentida por saber que se acostó con Saeran, así que no pude evitar esa contestación.

—Saeran te lo contó —dedujo.

—Entre muchas cosas.

—Entonces ya debes saber que estaba enamorada de él. —Me quedé en blanco ante sus palabras. ¿Enamorada? Me dijo que solo fue un polvo.

—¿Enamorada de él o de su pene? Son dos cosas distintas, Meg. Es decir, lo entiendo, yo también me enamoré de eso —respondí después de un rato.

—De ambas cosas, claro, ¿qué crees? —escuché como chasqueaba la lengua—, lo cierto es que ya te lo conté, estuve enamorada de dos personas a la vez, ¿recuerdas? Esa otra era Yang Mi.

—¿Qué? ¿de esa estúpida? Te tenía en mejor estima, Meg.

—No es estúpida, Yang Mi es maravillosa. No la conoces en absoluto.

—Créeme, no quiero hacerlo, pero tengo curiosidad por algo. ¿Cuánto tiempo estuvisteis en esa relación de tres y qué pasó para que terminaseis?

—Así que Saeran no te habló mucho del tema.

—No quise preguntarle más por razones personales, pero aún así...

—Te importa, aunque no quieras admitirlo delante de él —contestó como si me hubiese leído la mente.

—Bueno... ¡y eso qué! ¡dime!

—Rebaja esos humos, guapita. Primero ¿por qué no me cuentas la razón por la que quieres volver a declarar?

—Creo que olvidé varios detalles importantes —respondí sin esclarecer del todo mis intenciones.

—¿Y has esperado hasta ahora para contármelo? ¿hay algo más, no?

—Qué importa, ven mañana y ahí hablamos.

—Muy bien, por cierto, llevo queriendo contactar contigo desde que desapareciste, hemos avanzado en el caso de tu hermano.

—Sí, algo escuché por la radio. —Supe que habían encontrado una mano de Seok en el río. Tal vez, Vanderwood lo descuartizó, echándolo al mar.

—Lamento que te hayas enterado de esa forma, pero ya sabes como es la prensa. En fin, la mano de Seok se encontró en el río y ayer arrestamos al principal sospechoso —levanté la ceja ante su confesión. ¿Que habían hecho qué?

—¿Quién...?

—Se trata de un posible asesino en serie, su modus operandi encaja. Encontraron a varias de sus supuestas víctimas ahí y algunos materiales que pudo usar para deshacerse de ellas. No puedo contarte mucho más, solo que estamos trabajando en el caso, guapita. Aunque todavía no nos explicamos lo de la sangre en tu casa, como dijiste, pudo ser la menstruación, o tal vez, algo más, ¿no?

—Mañana hablamos, Meg.

—Muy bien, me encanta que seas tan misteriosa, siendo honestas, me pone un poco cachonda.

—Deberías hacer algo para arreglártelo —sugerí—, pero procura no acercarte demasiado a Saeran esta vez.

—Estaba pensando en algo más, como tú —declaró, riéndose con picardía—, a Saeran ya lo tengo muy visto.

—No me has contado qué pasó —insistí.

—Ah, sí, eso. Él siempre me vio como una amenaza para su relación con Yang Mi. Creía que iba a quitársela, que tal vez, yo le gustaba más. Y nunca pensó en que me gustaban los dos. Era demasiado posesivo, así que al final decidieron echarme de la ecuación. Estaba muy enamorado de ella, ¿sabes?

Quiéreme [Parte I y Parte II]Where stories live. Discover now