17. Me gusta ser tu víctima

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—Está sonando tu móvil de nuevo. —No me digas, pensé.

—No importa. —Le agarré el rostro y continué besándolo pero el teléfono no paraba de demandar atención.

—Cógelo, yo continuaré la comida. —Se apartó y bufé.

Maldita sea. Fui hacia mi bolso pero me di cuenta de que no sería bueno que Seven viese que tenía otro móvil por lo que disimulé colgando, diciendo que eran mis padres otra vez—.

—Son muy insistentes.

—Un poco. Creo que voy a ir un segundo a casa a dejar el móvil, no quiero que nos molesten.

—Um, ¿no puedes ponerlo en silencio?

Lo había intentado pero por alguna razón no se podía.

—Prefiero hacer eso, ahora vengo.

—Oh, está bien, no tardes. —Fui hacia la salida y volví a entrar en mi piso. El teléfono sonó de nuevo. Descolgué.

—¿Qué mierda quieres?

—¿No irás a dejarme fuera? Tienes que hacer tu trabajo.

—¿Y te crees que lo haré si el puto móvil está sonando todo el tiempo? Por cierto, ¿no hay forma de ponerlo en silencio?

—¿Por qué? ¿tanto te disturba mi presencia?

—¿Acaso quieres unirte? Debes sentirte solo ahí, en tu patética vida.

—No me interesas, estúpida. Lo único que me interesa de ti es que sonsaques a mi hermano.

—¿Ah si? ¿hoy también vas a escuchar nuestros gemidos mientras me la mete?

—¡No lo escucho porque quiera!

—Tal vez hasta te toques un poquito...

—¡Cállate! ¡tal vez eres tú la que se tocará pensando en mí! Recuerda... cada vez que él te bese, te toque... será como si yo lo estuviera haciendo, ¿divertido, no? Jaja.

—¿Conque eso quieres en realidad?

—Ya sabes lo que quiero y si no lo consigues ambos sufriréis las consecuencias. —Me colgó y no pude evitar soltar una carcajada.

¿Se creía que así me amenazaba? no me daba nada de miedo. Antes de volver me acordé de que llevaba el micrófono en el sujetador. Me lo desenganché y lo metí en el bolso.

Cuando volví al piso de Seven este ya había terminado la cena y estaba apoyado con los codos en la encimera, parecía aburrido. Al verme llegar levantó la cabeza.

—¡Hana! ¿qué pasó? Estuve esperando mucho, la comida ya está hecha.

—Huele bien. —Dejé el bolso en el sofá y fui hacia él para abrazarlo y darle besos por el cuello. Me tomó en brazos para voltearme y ponerme de nuevo sobre la encimera.

—Es solo arroz con pollo y verduras —informó mientras recorría mis piernas con sus dedos—. ¿Quieres probar? —tomó un poco de comida con los palillos y sopló para que no me quemase, ofreciéndomelo. Al probarlo estaba sorprendentemente bueno y sabroso. No me lo esperaba.

—Mmm... qué rico.

—¿Sí? —Se acercó a mi oído para susurrarme—. Tú estás más rica. —Me besó poco a poco, introduciendo su lengua en mi boca.

Su erección crecía rozando la tela del vestido. Introdujo sus manos bajo mi falda quitándome las bragas, las cuales se quedó observando.

— Negra transparente con puntitos negros y un lazo en el medio, tan sexy... ¿el sujetador va a juego?

Quiéreme [Parte I y Parte II]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن