55. ¿Poliamor?

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Me estaban interrogando a la vez que grababan la conversación, esa inspectora rubia parecía saberlo todo sobre mí, incluida la relación con ambos gemelos. Era probable que el inspector Kwan lo hubiese agregado al informe, ya que del pelirrojo encontraron hebras de cabello en mi cama y en cuanto al maligno, ese le propinó un golpe, amenazándolo, por lo que no pasó precisamente desapercibido.

Seguía pensando en cómo librarnos de todo aquello mientras Meg hablaba, incidiendo en el tema de la sangre y explicando que esas manchas que encontraron en el sofá no podían ser del muerto reciente, el detective, ya que tomaron fotografías de la escena del crimen y la sangre no llegó al sofá. Además, supieron que eran manchas más antiguas porque según me informó, el luminol las detectaba mucho más fácil que con la sangre fresca.

Ya era consciente de ello y también sabía que si utilizaba un detergente con oxígeno activo podía eliminar por completo cualquier rastro, por ello el luminol no detectó manchas en el lavabo o en el sótano, ya que me encargué de eliminarlas de forma correcta. Al parecer el melenas utilizó otro sistema que falló con rotundidad y ahora estábamos jodidos. Para colmo sabían que fueron limpiadas a conciencia, por lo que solo se me ocurrió una excusa.

—Pudo ser la menstruación, ¿usted no la tiene, inspectora?

—Yo de ti no me andaría con vaciles. Odio perder el tiempo —chasqueó la lengua—. ¿Cómo es que no te ves afectada sabiendo que buscamos el cuerpo de tu hermano? Tu comportamiento me parece extraño.

—Estoy segura de que mi hermano sigue vivo —mentí, haciéndome la víctima—, Lo más probable es que haya decidido cambiar de vida, empezar de cero en otra ciudad.

—Si fuera así, ¿a dónde crees que hubiera ido?

—Supongo que a algún lugar de América, siempre quiso ir a Estados Unidos.

—Ya veo. —Vi como sacaba una libreta y me la cedía—. ¿Podría apuntar aquí todos los lugares que se le ocurran?

—Claro.

Me pasó un bolígrafo y me concentré en hacer la lista a la vez que clavaba su mirada en mí.

—Mientras escribe quisiera saber más sobre tu relación con ambos gemelos.

—¿Es necesario para la investigación, o solo eres una cotilla?

—Dado que uno de ellos mató por ti al inspector, me parece que es más que necesario. Dime, guapita, ¿Saeran Choi es tu pareja formal?

—Claro que no —negué de inmediato.

—Pero el inspector Kwan apuntó lo contrario.

—Él no tenía ni idea de mi estado sentimental.

—¿Entonces está diciendo que no mantiene ningún tipo de relación con Saeran Choi? —insistió.

—Solo tuvimos sexo un par de veces.

—¿Cuántas?

—¿También quieres que te haga una lista? —me mofé.

La inspectora se quedó en silencio unos segundos y se levantó, colocándose detrás mía. Puso sus manos en la mesa de un golpe, rodeándome y se acercó a mi oído.

—Si quiero que me hagas una puta lista con todas las veces que habéis follado, deberás hacerlo, ¿entiendes, guapita? —Al parecer no estaba de humor—. ¿Y qué hay de su hermano, Saeyoung Choi?

Se sentó frente a mí de nuevo, mirándome como si quisiera desgarrarme el alma.

—¿Qué pasa con él?

Quiéreme [Parte I y Parte II]Where stories live. Discover now