Ackerman I: El clan Ackerman (+21)

Capítulo 9

09

Rebecka

Si antes me sentía confundida, hoy no se como me siento.
Hace unos días no me notaban, y hoy hablé con los dos hermanos Ackerman, como si fuera algo normal.

Salgo de la piscina, muriéndome de frío, tomo una de las toallas que nos ofrece el gimnasio, y me envuelvo en ella, saco mi teléfono, dejando huellas de agua en la pantalla, busco entre los contactos y le llamo a Cami.

—¿Tan rápido terminó tu clase de natación?—responde inmediatamente.

—No, me equivoqué de día, ahora estoy mojada.

—Voy para allá—cuelga.

Minutos después llega corriendo, suspira y se sienta a mi lado.

—¿Por qué estás mojada?—pregunta.

—¿Segura que quieres que te cuente?

—Muy segura...

—Me resbale, Alessandro me tomo de la mano, y no me quería ayudar, así que nos caímos juntos...

—De acuerdo... ¿estamos hablando de Alessandro Ackerman?

Ruedo los ojos—¿De cuál otro Cami?

—¿Por eso estas empapada?—deduce.

Asiento.

—Bueno, vamos a casa... necesito emborracharme.

—Recuerda que tengo que trabajar.

Suspira—¡Detesto que seas tan responsable!, de acuerdo, nos emborrachamos cuando salgas de trabajar.

Toma mi mochila y salimos del gimnasio. Me ganó varias miradas al momento de caminar al auto, nos montamos y conduzco a casa.
Me doy una ducha caliente, después salgo corriendo, me pongo los primeros jeans que encuentro y un top sencillo. Me despido de Cami, quien promete cocinar la cena, yo solo espero que no incendie la casa.
Cruzo la calle y toco la puerta de enfrente.

La abuela Ackerman me recibe con una sonrisa, y con un beso en la mejilla.

—Me alegra verte Becka...

Sonrió, por que me vio ayer, pero es tierno de su parte.

Me encargó de tomar su temperatura, y checarle sus signos vitales a cada uno, después les doy de comer y sus medicinas. Los dejo viendo televisión, mientras que yo comienzo a limpiar un poco, la cocina, después subo a las habitaciones, alisto la cama de los abuelos Ackerman y la dejo impecable. Camino por el pasillo, dispuesta a bajar y ver cómo están los abuelos, hasta que veo una puerta al fondo del pasillo.

Suelo ser muy curiosa... y aunque esa puerta diga que está prohibido entrar, yo entraría, solo para matar la curiosidad.

Me acerco lentamente, tomo la perilla y la giro despacio, la puerta se queda atascada. Con mi cadera la empujó, haciendo que se abra por completo, revelando una habitación.
Con posters de caricaturas por todas partes, libros y juguetes, era como la habitación de un niño, con una pequeña cama en el fondo.

—Era de Alessandro...—una voz a mis espaldas me hace sobresaltar.

Volteo inmediato para ver al abuelo.

Sonrió con pena—Lo siento, se que no debí...

—Está bien, hace mucho que no veía esta habitación, años diría yo.

—¿Y eso por qué?, digo, si puedo preguntar...

Sonríe—A mi esposa no le gusta mucho abrir las habitaciones donde solían dormir nuestros nietos, eso la pone algo sensible.

—¿Ellos solían vivir aquí?

Suspira—Hace muchos años...

No se por que descubrir eso, inmediatamente me bloquea un recuerdo.

Flashback
14 años antes...

Tenía 6.
Mi estómago me dolía, moría de hambre, mamá llevaba horas conduciendo, ya estaba cansada. Veía tantos árboles, y personas, pero el destino jamás llegaba.
Hasta que se detuvo en una casa, color gris, con un pasto horrible y sucio.

—¡Llegamos!—murmuro animada mamá, desde el volante.

—¿Aquí viviremos?

—Si... te va a gustar, ¡vamos!

Sale del auto, y hago lo mismo, no me agrada para nada esta casa, pero es mejor que la anterior, y que el insoportable ex novio de mamá.

—Este será un nuevo comienzo muñeca, te lo prometo.

—Ya no quiero volver a mudarme mami...

—No más mudanza cariño, está será nuestra casa, para siempre.

Le sonrió, creyendo cada una de sus palabras.

—También prométeme que solo seremos tu y yo... no más novios—me cruzo de hombros y formo un ridículo puchero.

Eso la hace reír, y abrazarme fuerte.

—No más novios... solo nosotras.

Comenzamos a desempacar, solo teníamos con nosotras muy poca ropa y objetos, todo se quedó allá, pero era mejor, muy apenas alcanzamos a salir de ahí.

Me siento sobre el seco pasto descolorido, observó el atardecer, como el sol se esconde, abriéndole paso a la luna, es mi espectáculo favorito.
Escucho murmullos, y es cuando alzo la mirada, veo unos niños salir de la casa del frente, uno de ellos era más pequeño que yo, y el otro se veía más mayor, ambos con cabello negro como la noche, y esos ojos verdes llamativos. Traían consigo un balón consigo, comenzaron a jugar sobre su precioso y colorido jardín, por un momento los envidié, y deseé que el nuestro fuera igual.

Me levante del pasto, sacudiendo mis viejos vaqueros, y caminando hacia aquellos chicos, decidida a hacer amigos, mientras más me acercaba, más tomaba valentía, hasta que el balón me dio en la cabeza, tan duro que me caí de pompis al pavimento.
Inmediatamente unos pasos se escucharon, después unas manos tocando mi frente, tratando de calmar el puntiagudo e insoportable dolor.

—Lo siento, no te vi, ¿estás bien?

Levante la mirada y me encontré con esos ojos.

Ojalá jamás los hubiera visto.

—Si, estoy bien.

Después extendió su mano, ofreciéndomela, la tome y me levante del piso.

—Me gusta tu cabello, es rojo, parece como una fresa.

Sonrió—Las fresas son rosas.

—No para mi—me sonrió.

Jugamos todo lo que quedaba de la tarde, después los abuelos Ackerman nos invitaron a cenar, lo agradecimos tanto, pues no teníamos dinero para nada.

Fin del flashback

Y es ahí cuando las palabras del abuelo Ackerman resuenan, ellos solían vivir aquí de niños, semanas después de que nosotras llegamos, ellos se mudaron, para no volver a pisar este barrio jamás.
Siempre tuve curiosidad sobre él por que se habían ido, y también él por que de su ausencia.

Sobre todo, él por que no me recordaba en absoluto, en parte siento que era mentira, por que yo lo recordaba a él, a la perfección, cada pequeño momento.

Redes
Insta: gabsspalaciosr
Tiktok: gabsspalaciosr
Twitter: gabsspalaciosr

¡No se olviden de votar y seguirme!💘
Nos vemos pronto, besos💘

Los quiere Gabss💗