Ackerman I: El clan Ackerman (+21)

Capítulo 68

68

Rebecka

Ella era tan linda, tan tranquila.

Alessandro no se cansaba de observarla a través del cristal, aún no creía que tenía una hermana.

—Creo que tendré que aprender a cambiar pañales...—murmuro.

Sonreí—Soy buena en ello, puedo enseñarte.

—¿Cómo sabes?

—Estuve mucho tiempo sola con Ray.

Asintió y volvió hacia su hermana.

—¿Quieres ir a comer?

Asentí rápidamente, el estómago me dolía y rugía del hambre.

La cafetería estaba en el piso de arriba, tomamos el elevador, estaba apunto de cerrar la puerta cuando una mano lo impidió, se volvió a abrir dejando ver a Adriel con una sonrisa.

Alessandro tenso la mandíbula al verlo.

—Permiso...—entró y se acomodó en medio de ambos.

Nos quedamos callados.

—Así que... ¿desde cuando están juntos?—pregunto.

—Unos meses—respondió cortante Alessandro.

—Que bien...

—¿Cuánto tiempo te quedarás?—cuestiono Alessandro a su hermano mayor.

Este se encogió de hombros—Aún no lo se.

—Vete ya, jamás te gusto este lugar.

—¿Por qué la prisa?, extraño a mi familia.

—Deja de fingir. 

—¿Por qué la prisa por que me vaya hermanito?

—No te queremos aquí, llegas y arruinas todo, tenías que abrir tu boca y ahora Alexis y su novia están peleados—reclamo el pelinegro.

—No es mi culpa que mi hermanito no estuviera enterado de que me revolqué con su noviecita.

—Cuida tus palabras—siseo Alessandro.

Adriel levantó los brazos en señal de paz.

—No quiero pelear hermanito.

—Entonces vete.

—Cuando Ariel me de lo que le pedí, me largare, mientras estaré aquí—se volteo hacia mi—Espero conocerte más cuñadita.

Las puertas se abrieron y salió.

Respire hondo pero no pude evitar ver el semblante de Alessandro, la presencia de su hermano lo ponía muy tenso.

En la sala de espera estaba la familia Garber, me sorprendió verlos pero de inmediato me acerqué a ellos.

—¿Qué hacen aquí?—me senté junto a Luna.

—Anna fue mi amiga, me alegro enterarme que por fin tuvo a su niña deseada y quería ver cómo está su salud.

—El doctor dijo que mejorará, solo necesita descansar, fue un parto largo y cansado.

Luna asintió—No se si fue mi miopía, pero creí haber visto a Adriel Ackerman.

Suspire—No es tu miopía, está aquí.

Eso la hizo alterarse un poco, sabe lo que él provoca en su hija y todo el sufrimiento que vivió durante años al enamorarse de él.