Capítulo 18

45.2K 2.7K 288
                                    


18

Rebecka

—Entiendo que estes tan enojada, yo misma estoy enojada también, reprochó mis propias acciones—comienza.

—¿Cuándo volverás a irte?

—¿Qué?

—¿Cuánto tiempo nos honras con tu visita?

—Quiero quedarme...

—Deja de mentir mamá, se que cuando todo esté bien, vas a volver a irte.

—Es mi trabajo Rebecka.

—¿Dónde está tu nuevo novio?

—¿Cómo..?

—¡Por dios mamá!, ese hombre puede ser tu hijo, aparte ha subido como 15 fotos contigo a Instagram, ¿de verdad crees que no nos íbamos a dar cuenta?

—¿Desde cuando sabes?

—Uno de los compañeros de clase de Ray le dijo, después él me mostró las fotos.

—Debí hablar con él...

—Debes pensar más en nosotros y dejar de buscar hombres mamá, debes estar aquí en tu casa y con tus hijos, y no abandonándolos por irte con hombres.

—Tu no lo entiendes...

—¿No lo entiendo?, ya estoy grande, ya no soy una niña, ya estoy en la etapa de entender tus acciones, solo una cosa si te digo mamá, no se te ocurra embarazarte y traerme a un niño, por que no estoy dispuesta a ser niñera, no estoy dispuesta a dejar mi vida por cuidar a un niño.

—¿Ni siquiera por un hermano?

—No, por que esa debería ser tu responsabilidad, no la mía—me levanto de la mesa.

Estaba tan molesta que siquiera considerara dejarme a otro bebé.

Me cruzo de brazos—¿Quién es mi padre?

—Ya sabes que a tu padre nunca le interese.

—Si, si, ya se que te pidió que no me tuvieras y que se desapareció del mapa.

—¿Entonces por que insistes?

—Porque se que Ray no se va a tragar ese cuento, él tiene derecho de conocer a su padre.

—No, no lo tiene.

Suspiro—Solo vete y déjanos ser felices.

—¿Eso quieren?

Asiento.

—Pues no les voy a dar el gusto, desde hoy yo trabajo aquí y me quedaré aquí, y ustedes me harán caso en todo lo que diga.

—Eso jamás...

Casi una hora después estaba sentada en la acera de afuera de mi casa, con tres maletas a mi lado, y encendiendo el cigarro que reposa firmemente en mis labios.
No suelo fumar, solo lo hago por ansiedad.
Prendo el fósforo y enciendo el cigarrillo, inhalando inmediatamente.

—¿Tienes uno para mi?—una voz me hace levantar la mirada.

Suspiro, tomo el cigarro entre mis dedos y expulsó el humo.

Alexis Ackerman frente a mi, con esos ojos alegres que lo acompañan y con esa sonrisa dulce que lo caracteriza.

Tomo la cajetilla y se la doy. La toma y saca uno, se sienta a mi lado y lo enciende.

—¿Vas vender ropa?

Inhalo y niego.

—Me mudó.

—¿A dónde?

Me encojo de hombros—No lo sé... supongo que a casa de Cami.

—Y por qué te mudas?

—Discutí con mi madre.

—¿Solo por eso?

Asiento y volteo a verlo—Soy muy orgullosa, defiendo mi postura hasta el último minuto.

—Si Alessandro te hubiera encontrado, no hubiera dudado en invitarte a casa.

Sonrió—No soy una chica fácil...

—Te aseguró que lo sabe, y le gusta lo difícil.

Volteo a verlo—No lo creo...

Unas llantas rechinan tan fuerte que nos hace voltear al inicio de la calle, una camioneta aparca frente a nosotros, tiene la música a todo volumen.
El vidrio se baja, dejando ver el rostro de mi mejor amiga.

—Sube perra—grita.

Sonrió y me levanto.

Me recargo en la ventana.

—¿De quien es este auto?

Se saca una paleta de la boca y sonríe—¿De quién crees?

—¿Tuyo?, Tus padres juraron jamás volver a darte un auto.

—Cambiaron de opinión...

—Pues genial, por que yo me quede sin auto.

—Para eso estoy... sube tus cosas, te vienes a casa.

Sonrió, tomo una de mis maletas y la subo a la parte trasera, con ayuda de Alexis subo las otras dos, después él se recarga en la ventanilla.

—Linda camioneta—murmura mientras acaricia la puerta.

—Gracias...

Alexis me abre la puerta y me monto.

—¿A donde irán?—pregunta.

—Deberíamos ir a celebrar—sugiere Cami.

—No tenemos motivos.

—¡Claro que los hay! ¡Ya eres libre!

Suspiro—Algo así...

—Entonces súbete Ackerman y más te vale que conozcas un buen lugar.

Alexis sonríe y se monta en la parte de atrás.

Me coloco el cinturón antes de que Cami arranque, por que al hacerlo Alexis se cae en el asiento de atrás.
Ella sonríe, divertida por la situación y aumenta la velocidad.

Después de tantas vueltas, finalmente aparcamos en una discoteca muy popular aquí en el pueblo, siempre habíamos soñado con venir aquí, pero jamás lográbamos hacer reservación.

—¡Que gracioso Ackerman!, no tenemos reservación, así jamás entraremos.

—Tengo conocidos, ustedes no se preocupen.

Se baja del auto, la fila es inmensa pero a Alexis no le interesa en lo absoluto, le murmura algo al guarura de la entrada, el cual asiente inmediatamente. Después Alexis voltea y nos hace una señal para que bajemos y le hacemos caso.

—Vamos chicas—nos ofrece sus brazos.

Ambas compartimos una mirada de felicidad y entrelazamos nuestros brazos con los de Alexis. Entramos allá discoteca, mientras escuchamos quejas a nuestras espaldas, supongo que de la gente que sigue formada.

Las luces neones nos dan la bienvenida, al igual que la buena música de alrededor, gente bailando por todas partes, sobre una tarima, y en unos balcones que estar en las paredes. Bailarinas por todas partes, el ambiente es espectacular. Alexis nos guía a la barra y pide unos chupitos, nos los tomamos inmediatamente, después yo pido vodka y comienza la verdadera fiesta.

Solo espero que no se salga de control...

Redes
Insta: gabsspalaciosr
Tiktok: gabsspalaciosr
Twitter: gabsspalaciosr

¡No se olviden de votar y seguirme!💘
Nos vemos pronto, besos💘

Los quiere Gabss💗

Ackerman I: El clan Ackerman (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora