Ackerman I: El clan Ackerman (+21)

Capítulo 63

63

Rebecka

—¿Ya me dirás que te dijo?—pregunto Cami en un susurro.

Llevaba como una hora acostada en su regazo, ella acariciando mi frente.

—Me recordó lo que hice hace algunos meses...

—Maldito idiota, por eso te dije tantas veces que renunciaras.

—Lo se, pero no tenía el valor, hasta aquel día...

—Alessandro tiene que saberlo, tienes que ser honesta con él Rebecka, va a querer una explicación.

—No puedo contarle esto, muero de la vergüenza.

—Si te ama, te va a entender.

Tenía razón, si me amaba iba a escucharme y entenderme.

Por ende cuando él toco la puerta no dude en dejarlo pasar y contarle toda la verdad.

Se sentó en la cama y me escucho con atención, entendido lo complicado que era para mi hablar de ello.

—Comencé a trabajar en esa heladería cuando tenía 16, mamá dejo de mandarnos dinero por una crisis de trabajo que tuvo y también tuvo un novio muy idiota que no le permitía que nos diera dinero, yo no tenía ni para darle de comer a mi hermano, la familia Garber nos ayudaba, pero debía buscar trabajo.

—Pero eras menor de edad...—murmuro.

—Si, fue por eso que Lenny me chantajeó, prometió buena paga y trabajo si yo dejaba que él me...

—¿Se propasó?

Negué—Solo me tocaba, jamás permití nada más... aguante mucho por mi hermano, pero ese día simplemente explote, me había tocado unos días antes de que renunciara y me prometí que sería la última vez.

—Lamentó escuchar eso fresita...

Suspire—He hecho muchas cosas, pero fueron por mi hermano, para que él no sufriera, él no merecía sufrir hambre.

—Y él debe saber la gran hermana que tiene.

—Algún día se dará cuenta.

—Es por eso que debo decirte que mi padre ha hablado con su abogado y planea demandar a Regina.

—¿Demandarla?

Asintió—Quiere quitarle a Ray, pero necesitan que alguien testifiqué en su contra, no te quiero presionar ni nada pero...

—Cuenta conmigo—me adelante.

—¿Segura?

—Se que va a volver a abandonar a Ray, una vez que las cosas se calmen se volverá a ir y lo dejará, así que si, solo con una condición.

—Se la dire a mi padre.

—Que se encargue económicamente de él, solo de Ray—aclare.

—No creo que quería, su plan es encargarse económicamente de los dos, de Ray y de ti.

—Yo no lo necesito.

—Rebecka...

—¡Él no es mi padre!, no tiene porque hacer eso, yo puedo valerme sola, hasta hace unas semanas trabajaba para tus abuelos sin ningún problema, puedo salir adelante.

—Posiblemente eres una Ackerman es nuestro deber protegernos y darnos lo mejor.

—Dijiste posiblemente, no es algo concreto y mientras sea así, no recibiré dinero de ustedes, ya acepte estar aquí, con eso basta.