Ackerman I: El clan Ackerman (+21)

Capítulo 14

14

Rebecka

Me visto en tiempo récord.
Y salgo directo hacia la casa del frente.

—Creí que no vendrías... Alessandro nos dijo que ayer te sentiste mal—es lo primero que le dice la abuela Ackerman cuando me ve.

—Si... lo siento, no debí salir corriendo así pero realmente me sentía mal y no quería preocuparlos.

Se toca el pecho en una expresión preocupada.

—¡Oh no!, cariño, espero que estés mejor.

—Si... todo está en orden.

—De acuerdo, por favor entra.

Asiento y sigo hacia el interior, y es así como comienza mi corta jornada de trabajo.
Les doy sus medicinas, me aseguro de que hayan comido bien, y incluso le ayudó a limpiar un poco.

Claramente la abuela Ackerman se esfuerza por limpiar junto conmigo, pero le resulta imposible hacer muchos esfuerzos.

—No se preocupe, déjemelo a mi—tomo el paño que tiene en la mano y limpio la parte baja de la puerta.

Suspira y se sienta en una pequeña silla, a mi lado.

—Me siento impotente al no poder hacer nada.

—Está bien, para eso estoy yo.

—Eres un ángel, no le cansaré de decirlo.

Le sonrió—Esta bien...

—¿Tienes abuelos?

Fuerzo una sonrisa, pues jamás me ha gustado hablar mucho del tema familiar.

—Si, solo conocí a mi abuela.

—¿Cómo era?

—Muy fría y dura, exigente.

—Lo siento... tu merecías una abuela cariñosa.

—Creo que después de todo, si la tengo.

Me sonríe.

*****

El calor está insoportable, Cami y yo comemos un helado, mientras estamos tiradas en el pasto de la escuela, tratando de coger aire fresco.

—Detesto este clima—murmuro.

—Yo le tengo un amor-odio, por que puedo usar ropa bonita, pero me suda todo—se queja Cami.

Sonrió—Buen punto.

Vuelvo a tomar un poco de mi helado, cierro los ojos y me recuesto sobre el regazo de Cami.
Cuando siento una sombra, inmediatamente abro los ojos para encontrarme con esos ojos verdes..
Me incorporo y veo a Alexis Ackerman frente a nosotras, con una sonrisa sobre sus labios.

—No quería asustarlas.

—Está bien—repongo.

Cami se baja sus gafas de sol—¿En qué te podemos ayudar?

Volteo a ver detrás de él, y veo a Alessandro un poco lejos, fumando pero viendo directamente a su hermano, después posa su mirada en mi y sonríe un poco.

—Bueno, mi familia va a ofrecer una fiesta de cóctel, mi hermano y yo queríamos invitarlas, para que fueran nuestras parejas...—y es cuando noto que entre su mano tiene una tarjeta negra.

—¿A nosotras?—pregunta Cami.

—Si... emm—se rasca la nuca y voltea.

Le hace una señal a su hermano, el cual le da una ultima calada al cigarro, lo tira al suelo, lo pisa y se acerca a nosotros, es cuando noto que también lleva consigo una tarjeta negra como la de su hermano menor.

—Es este sábado, espero que puedan ir—continúa Alexis.

Se inclina y le extiende la tarjeta a Cami, mi amiga la toma y la inspecciona lentamente con la mirada.

—Es un cóctel, deberán llevar vestido elegante y esas cosas—aclara Alessandro.

Estira su mano entregándome la misma tarjeta, al tomarla nuestros dedos se rozan, se siente raro, por lo que rápidamente tomo la tarjeta.

—Espero que puedan ir.

—Lo consideraremos—se adelanta mi amiga.

Ambos hermanos se observan para después asentir y alejarse de ahí.

Cami respira con dificultad y voltea a verme.

—¡Carajo! ¿Nos acaban de invitar a una fiesta en la mansión Ackerman?

Exhalo profundo—Eso creo...

—¡Mierda!—chilla.

La tarjeta negra, con letras doradas adorna el apellido de dicha familia, y tiene la información necesaria, es el sábado a las 8, la cena se sirve a las 9, y al parecer es una reunión donde el señor Ackerman presentará un nuevo proyecto para su empresa, lo que se traduce a que habrá gente muy importante en ese lugar.

Me hubiera gustado que Alessandro directamente hubiera venido a invitarme, pero bueno, al menos me considero, lo cual también se me hace extraño pues no pienso ser amiga de él ni nada de eso, al contrario, de verdad estoy luchando por alejarme de él.

Llevaba días sin verlo, ni hablarle, iba a casa de sus abuelos, pero siempre me salía antes de que llegara de su entrenamiento, había estado así toda la semana, y estaba saliendo bien.

—Tenemos que empezar a buscar vestidos...

—Tienes razón, ahora debo ir a clase de natación, pero después vamos.

—De acuerdo.

Me despido de Cami, tomo mi maleta y corro a los vestidores.
Me coloco mi traje de baño, amarró mi cabello, saco mi gorro de plástico y mis lentes de piscina, meto la maleta en uno de los lockers y camino hacia la piscina con mi toalla.

En el gimnasio hay dos grandes piscinas, la femenina y la masculina, me acerco hacia la que me corresponde y encuentro a algunas de mis compañeras de clase.
A lo lejos veo a los chicos preparándose para su clase, mi traviesa mirada ojea tratando de ver si aquel chico también está ahí, y estoy en lo correcto.

Lo veo con su bañador, listo para entrar a la piscina.

La persona que se atreva a decir que Alessandro Ackerman no es sexy, definitivamente estaría mintiendo, unas tabletas adornan su abdomen, se me hace agua la boca.

—Comenzaremos la clase cuando Rebecka deje de ver a su compañero—anuncia la maestra.

Haciendo que todo mundo la escuche, que yo quite inmediatamente la mirada de Alessandro, me sonrojo y veo al grupo de chicos observarme, en especial él, y sonríe, porque sabe que lo estaba viendo a él.

La maestra sonríe y después de mi vergüenza, nos sumergimos en el agua. Nos enseña una nueva técnica y nos pone a hacer carreras.
Mi marcador disminuye y termino la carrera más rápido que la última vez, me alegro por ello, mis pulmones mejoraron y soportan estar más en el agua.

Salgo de la piscina, me enredo en la toalla, me quito la gorra y deshago mi moño.

Camino hacia los vestidores, cuando siento un brazo jalarme bruscamente, meterme a un espacio pequeño y oscuro.

La luz se enciende y aprecio su rostro cerca de mi... muy cerca.

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